El colapso “culpable” de Hiperxel: el administrador concursal pide a Novas y Villamizar más de 7 millones

Los exdueños de la cadena irán a juicio el 18 de diciembre | Retiraron dinero de la caja para sufragar un lujoso nivel de vida | La administración apura la liquidación de activos

En los recuadros, Novas (i.) y Villamizar (d.). En grande, tienda cerrada de Hiperxel en Vigo.

En los recuadros, Novas (i.) y Villamizar (d.). En grande, tienda cerrada de Hiperxel en Vigo. / Marta G. Brea

Lara Graña

Lara Graña

Eusebio Novas Hay nació en el mes de agosto de 1985. Su prolífica y meteórica carrera como empresario le ha permitido sufragar, a su modo, un excéntrico nivel de vida: reside en la mediática urbanización La Finca –por la que paga unos 7.000 euros de alquiler mensuales a un exfutbolista profesional del Real Madrid–, ha dispuesto de multitud de coches de alta gama y disfruta de un yate de 23 metros de eslora. El problema es que su currículo profesional ha llenado más páginas en los juzgados que en el Registro Mercantil.

Condenado por estafa y falsedad en documento mercantil por sus manejos al frente del Círculo Cultural Deportivo de Sanxenxo –tenía entonces solo 24 años–, condenado también por fraude a Hacienda o investigado por regularización ilegal de inmigrantes, este arousano ha sido capaz de embarcarse en todo tipo de proyectos multimillonarios pese a su abultada cartilla penal.

Para su último trabajo consiguió un préstamo de dos fondos de inversión por más de 11 millones de euros; no solo no los ha devuelto, sino que acabó por arrastrar al colapso nada menos que a la mayor cadena minorista de productos congelados del norte de España. Como demostró la investigación de FARO, Novas es quien estaba detrás de la compra de Xeldist (Hiperxel es su marca comercial), ahora en fase de liquidación. La quiebra, a juicio de la administración concursal, fue “culpable”.

La gestión judicial de la compañía, con un centenar de tiendas y más de 300 trabajadores, fue encomendada al bufete vigués de Lener. El informe de calificación ha certificado todos los extremos detallados por este periódico. Hiperxel fue adquirida a mediados del año 2021 por un supuesto grupo empresarial llamado Vinova, en el que la cabeza visible era el venezolano Juan José Villamizar Velásquez.

Datos del Mansoor

Datos del Mansoor / FdV

El objetivo, sobre el papel, era consolidar una gran cadena de tiendas: Vinova ya era dueña de Congelados Cíes, que fusionó después dentro de Hiperxel. Pero desde el primer momento en que los dos socios tomaron las riendas de la empresa –había funcionado “como un reloj” cuando era filial de Iberconsa, como aseguraron desde el entorno de esta última pesquera– empezaron a retirar dinero de la caja.

Fondos con los que presuntamente financiaron, completa o parcialmente, un nivel de vida de ultralujo. Aunque Novas aseguró por escrito a FARO que no tenía nada que ver con Vinova –pese a repartir tarjetas de visita como “gerente” o enviar mails como tal a proveedores y clientes–, también la Fiscalía seguía sus pasos por una trama anterior y también corroboró íntegramente la investigación del Decano.

Primera tienda de Hiperxel en Vigo, ahora cerrada. Marta G. Brea

Primera tienda de Hiperxel en Vigo, ahora cerrada. Marta G. Brea / Marta G. Brea

El día 18 de diciembre, constataron desde Lener, Vinova (Novas) y Villamizar irán a juicio por sus prácticas parasitarias e irregulares en Hiperxel. La administración concursal les pide una multa superior a los siete millones de euros. Buena parte de estas cantidades son las que retiraron en efectivo de Xeldist entre agosto de 2021 y agosto de 2022. En total, estas cantidades dispuestas –se traspasaban desde Hiperxel a Vinova– superaron los 2,52 millones de euros. Pero había otra cuenta más, por importe de otros 2,15 millones, que la administración concursal da por hecho que fueron a parar también a los bolsillos de Novas y Villamizar.

En total, la cadena de tiendas de congelados fundada en 1988 fue vaciada en al menos 4,68 millones de euros; no hay ningún soporte documental que justifique esta salida de fondos. Tampoco lo había de Vinova o su filial Congelados Cíes –estaban sin auditar y sin libros de cuentas–, pese a lo cual los dos jóvenes convencieron a los fondos inversores Certior (Luxemburgo) y Resilience (España) para un préstamo con el que comprar Hiperxel.

En la sombra

El nombre del supuesto grupo Vinova es un acrónimo de los nombres de Eusebio Novas y Juan Villamizar. Pero en toda la documentación oficial relativa a sus vínculos con Hiperxel solo figura el del segundo. No es la primera vez que el arousano actuaba con métodos fraudulentos desde un segundo plano, aunque tampoco le sirvió para eludir el castigo de la Justicia. En marzo de este año, como avanzó FARO en primicia, un juzgado de lo Penal de Vigo condenó al joven a dos años y medio de prisión por delitos contra Hacienda y falsedad documental. Aunque utilizaba hombres de paja para firmar la documentación, el tribunal consideró probado que fue él quien amañó pedidos falsos de pescado para recuperar importes de IVA y lucrarse a costa del erario público: “No tiene duda esta juzgadora que quien dirigía y tenía el control efectivo es el acusado Eusebio”.

“El acusado Eusebio Novas Hay –abundaba la sentencia– ostentaba el control de toda esa operativa en la que participó de modo deliberado, a pesar de no aparecer como administrador”. Esta condena acaba de ser ratificada por la Audiencia Provincial, aunque no ha supuesto de momento su ingreso en la cárcel. Esta misma semana acudió como visitante al Salón Internacional de Maquinaria de Obras Públicas, Construcción y Minería (SMOPYC), celebrado en Zaragoza, como apuntaron fuentes de su entorno.

“Sigue haciendo vida normal”, abundan. Inciden también en que continúa disponiendo del yate Mansoor, una embarcación modelo Sunseeker Predator 75 que fue subastada judicialmente en 2019 por 212.500 euros. Había pertenecido al empresario Jorge Dorribo. Una unidad de segunda mano de este tipo ronda entre los 500.000 y el millón de euros, apuntan fuentes del mercado. Un empresario asturiano lo acusó también en un juzgado de haber utilizado sus datos para firmar contratos de renting para un Mercedes Benz S400 (con números de matrícula 1874) y un Maserati Levante.

A la izquierda, el logo de Congelados Cíes de Eusebio Novás. A la derecha, el logo de Congelados Cíes Noroeste de Juan Villamizar.

A la izquierda, el logo de Congelados Cíes de Eusebio Novás. A la derecha, el logo de Congelados Cíes Noroeste de Juan Villamizar. / LG

Procedimiento

Al margen del informe de calificación emitido por Lener, los trabajos del proceso de liquidación han sido intensos. El expediente de regulación de empleo (ERE) ya ha finalizado, y solo permanecen operativas dos personas del departamento de administración. Más complejo está siendo el que los propietarios de los bajos comerciales puedan disponer de ellos, ya que todavía hay mercancía sin devolver.

Procedimiento pendiente con Fiscalía por fraude fiscal

El miércoles 15 Eusebio Novas y Juan Villamizar tenían que haber comparecido en un juzgado de Marín como querellados por “crear una gran simulación de operaciones de comercio con la exclusiva finalidad de ofrecer una falsa imagen de solvencia económica y obtener financiación de las entidades de crédito”. Impulsada por el fiscal Jesús Calles Villamandos, es la primera investigación judicial que situaba a Novas como responsable del grupo que quebró Hiperxel (Vinova).

Instaba a solicitarles una fianza –junto a los también querellados Abelardo Santiago, Ignacio Santiago y Emiliano José Acevedo– de seis millones de euros. Según el escrito del fiscal, esta trama hasta echó mano de documentos de identidad de un presidiario belga para firmar documentos mercantiles. Un día antes de la vista, como indicaron fuentes de la sala, remitieron un escrito en el que aludían a problemas de salud para no acudir. No ha trascendido la fecha para la próxima citación.

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