Diane Miller | Directora de la planta de Stellantis en Ellesmere Port

“Me impresionó Stellantis Vigo y lo utilicé como referencia para nuestra factoría”

“Si las normas de origen para las baterías se endurecen en 2024, las plantas de Reino Unido podrían estar en desventaja competitiva debido a los mayores costes logísticos”

Diane Miller, directora de la planta de Stellantis Ellesmere Port

Diane Miller, directora de la planta de Stellantis Ellesmere Port / Stellantis

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

La planta de Stellantis en Ellesmere Port (Reino Unido) estrenó este mes la producción de las furgonetas K9 eléctricas, las mismas que hace Balaídos. La factoría, la primera que fabrica en exclusiva vehículos cero emisiones en el país, está dirigida desde febrero del pasado año por Diane Miller, encargada de pilotar esta electrificación y puesta en marcha de una fábrica con una alta vinculación con la de Vigo.

–¿Cómo es trabajar en una fábrica que sólo produce vehículos eléctricos?

–Es especialmente emocionante para nosotros, ya que somos la primera del Reino Unido dedicada exclusivamente a la fabricación de vehículos eléctricos y la primera de Stellantis en todo el mundo. Tras la inversión de 120 millones de euros en la planta, ésta se ha transformado por completo para garantizar que nuestras instalaciones ofrezcan la mejor eficiencia de su clase. La mayor diferencia es el nuevo taller de baterías, donde ensamblamos los módulos de baterías para fabricar un paquete de baterías que alimente el vehículo en lugar del motor de combustión interna.

–¿Cuáles han sido las principales obras realizadas?

–Ha habido varios cambios clave, entre los que destaca la incorporación del taller de montaje de baterías. También hemos modernizado el montaje general y reubicado el taller de carrocería, lo que ha contribuido a reducir en un 60% la superficie total de la planta para mejorar la eficiencia energética y la productividad. Hemos cambiado el sistema de pintura a cuatro aplicaciones húmedas, eliminando el ciclo de horneado y reduciendo así significativamente el consumo de energía. También hemos introducido procesos automatizados más eficientes, como el uso de vehículos de guiado automático para sustituir a las carretillas elevadoras y los sistemas de transporte convencionales, lo que aporta flexibilidad y ahorra emisiones y energía.

–La planta tiene ahora 118.000 metros cuadrados, un tamaño similar al del anterior taller de carrocería. ¿Es menos necesario?

–El taller de carrocería sigue siendo increíblemente importante: su reubicación fue uno de los principales cambios que hicimos en la planta, reduciéndola del tamaño de 14 campos de fútbol a tres, convirtiéndola en una de las instalaciones automatizadas más eficientes y óptimas para el taller de carrocería de Stellantis en Europa.

–Los expertos del sector vienen advirtiendo de que la fabricación de coches eléctricos requiere menos trabajadores. ¿Ha disminuido la plantilla respecto a antes de la electrificación de la planta?

–La fábrica ha mantenido el nivel de empleo requerido como parte de su inversión y actualmente está contratando personal para elevar el número total de empleados a algo más de 1.000, con muchos más miles de empleos indirectos en toda la cadena de valor y en la economía en general. Por cada puesto de trabajo directo que empleamos en nuestras instalaciones, hay otros tres indirectos. La inversión en la planta garantizará estos puestos de trabajo durante toda la vida de la inversión.

–Producen cuatro modelos de furgonetas eléctricas, ¿cuál es el principal reto al que se han enfrentado hasta ahora?

–Hemos instalado sistemas completamente nuevos para preparar la planta para la fabricación de vehículos eléctricos, lo que ha supuesto un gran reto para el equipo, así que estamos encantados de haber cumplido los elevados estándares de calidad exigidos para iniciar oficialmente la producción.

–Muchos de los componentes proceden de Vigo y Portugal. ¿Espera que alguno de ellos se fabrique localmente en el futuro?

–Ya producimos varios componentes internamente. Además de los 120 millones de euros iniciales, recibimos una inversión adicional de 20 millones, que se han utilizado para comprar troqueles para nuestro taller de prensas y equipos de moldeo por inyección para fabricar parachoques y otras piezas de plástico. Revisamos continuamente nuestra huella de suministro y queremos localizar la mayor parte posible de nuestra base de suministro.

–¿Cómo valora la colaboración de Vigo con la planta de Ellesmere Port?

–Tenemos una estrecha relación de trabajo con Stellantis Vigo. De hecho, el director de la planta, Ignacio Bueno, trabajó en Ellesmere Port hace algunos años y tiene una estrecha afinidad con nuestra fábrica. En colaboración con el equipo de Vigo, hemos puesto en marcha recientemente un nuevo servicio de logística marítima para suministrar piezas a Ellesmere Port desde empresas asociadas que tienen su sede cerca de Vigo. El barco navegará desde el puerto de Vigo hasta nuestro nuevo muelle, situado a 5 km del puerto de Ellesmere. En comparación con el transporte por carretera, esto supondrá un 30% menos de emisiones de CO2 al año, así como un 37% menos de consumo de energía.

–¿La factoría de Vigo es el espejo en el que se fijan para la nueva producción recién iniciada?

–Tras visitar la planta de Vigo, me impresionó lo que vi y lo utilicé como referencia para nuestro propio rendimiento. Ignacio y su equipo han sido un gran apoyo para nosotros. Muchos de nuestros empleados han visitado y han trabajado con sus colegas de Vigo en la línea de producción para conocer el nuevo producto. También hemos recibido visitas recíprocas del equipo de Vigo para ver nuestros procesos y ayudarnos a montar las nuevas instalaciones. Me complace que la creciente demanda de este tipo de vehículos nos permita complementar la producción actual de Vigo.

–¿Le preocupan los aranceles del automóvil que entrarán en vigor en enero de 2024 y cómo podrían afectar a Ellesmere Port?

–Nos preocupan las repercusiones sobre la competitividad del Reino Unido como actor dentro de la industria automovilística mundial con el endurecimiento previsto de las Normas de Origen para las baterías en 2024. Si las normas de origen para las baterías se endurecen en 2024, las plantas de Reino Unido podrían estar en desventaja competitiva debido a los mayores costes logísticos. Estamos trabajando estrechamente con el Gobierno británico y la UE sobre este tema. La inversión y el inicio de la producción en Ellesmere Port demuestran el compromiso que tenemos con el mercado británico.

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