El sueño de una noche de teatro

El teatro es una de las bellas artes que lleva cautivando a la humanidad desde tiempos inmemoriales, estando considerado como una de las expresiones culturales más antiguas y significativas de la historia universal. A través de la representación de historias, personajes y emociones sobre las tablas de un escenario, el teatro logra conectar con el público de una manera única y profunda, despertando emociones y reflexiones que trascienden el tiempo y el espacio. En cada función teatral, se despliega todo un mundo de magia y creatividad donde los actores y las actrices se convierten en principales transmisores y portavoces de ideas, conflictos y sueños que resuenan en el corazón del espectador.

Desde el mes de febrero un grupo de 15 entusiastas personas de Lalín –14 mujeres y un hombre mayores de 60 años– decidieron “soñar, hacer cosas nuevas y divertirnos”, explica Remedios Blanco, una de las integrantes de la nueva compañía de teatro aficionado llamada Luscofusco. Este viernes se subirán por vez primera al escenario del auditorio de la capital dezana para debutar poniendo en escena una obra escrita en el propio seno de la compañía. Esta formación teatral está integrada por Angelines Díaz, Alicia Barreiro, Amada Sáa, Chola Lalín, Charo Rozas, Marifé Taboada, Remedios Blanco, Nidia Veleiro, Fe Cacheda, Rosa Blanco, Julio Izaguirre, Cecilia Taboada , María Nieves Seijas y su directora Gloria Pazos.

“Los invitamos a todos a soñar con nosotros el viernes, a partir de las 20.30 horas en el Salón Teatro de Lalín. Presentaremos nuestra primera obra “Historias de aldea”, subraya Remedios Blanco. Además, como ella misma se encarga de destacar: “El teatro es magia y la magia alegra los corazones” en una función que será gratuita.

Meses de ensayos

Lo cierto es que la bonita historia de los miembros de Luscofusco tiene una evidente conexión venezolana. Como bien señala Blanco, “yo ya hice otra obra de teatro el 21 de junio con otra compañía. Ahora resulta que vino una señora de Venezuela, que es del Corpiño, después de marchar para allá a los 10 años, y que dedicó toda su vida al teatro, que se llama Gloria Pazos, y que fue la que nos empezó a animar a todos para reunirnos de forma desinteresada en el centro social de Lalín”. Estos cinco meses de gestación previos a la puesta de largo de Luscofusco estuvieron cargados de esfuerzo pero, sobre todo, de ganas de hacer un buen trabajo. “¡Empezamos en el mes de febrero y ahora estamos todas muy ilusionadas porque vamos a representar una pieza que también es nuestra!”, exclama esta señora a la que hablar de las artes escénicas la rejuvenece.

En cuanto al trabajo previo al estreno de este viernes, los integrantes de Luscofusco tienen como norma el ensayar dos días a la semana en el centro social de la capital dezana, pero desde el martes lo hacen en el auditorio para preparar su ópera prima. Nadie se quiere perder unos ensayos cruciales para el buen resultado final delante del público de su municipio.

En otro orden de cosas, la mayoría femenina de la nueva compañía de teatro aficionado lalinense hace que algunas de las actrices tengan que asumir los papeles de hombres que aparecen en “Historias de aldea”. Sólo hay un hombre, lo que obliga a Remedios a hacer el papel de un varón y de un cura junto a dos de sus compañeras que también se trasvestirán para poder completar el reparto masculino de la pieza. De todas formas, esperan poder incrementar la cuota varonil de ahora en adelante. Y en cuanto al nombre de la compañía teatral, Blanco asegura que fue una elección “entre todas” después de proponer varias opciones de todo tipo. Luscofusco se llevó la palma y desde entonces denomina a la nueva formación teatral de la capital dezana a la que todos le desean “mucha mierda” antes de su estreno en el auditorio municipal.

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