El turismo que le gusta a Depeche Mode

La cooperativa Amarelas cerrará en la primavera de 2025 el proyecto que asesora la Fundación Roberto Rivas para potenciar la naturaleza como medio “para bajar el ritmo”

Cristina González y Erea Viz, en el poblado minero de Fontao, donde residen.

Cristina González y Erea Viz, en el poblado minero de Fontao, donde residen. / Cedida

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Seguro que usted ha visto más de una vez el videoclip de la canción Enjoy the silence, (disfruta el silencio) del grupo británico Depeche Mode. Durante casi cinco minutos el cantante, Dave Gahan, camina portando una silla plegable para sentarse ante bellezas que le van surgiendo durante el camino, como el recodo de un río, un atardecer a la sombra de un árbol, el mar o un paisaje nevado. Y con estas pequeñas cosas, se siente como un rey, por eso va vestido como tal. Porque no necesita más.

Este tema tiene más de 30 años pero puede aplicarse a la vida de estrés, la dificultad para conciliar o la tremenda pérdida de conexión que tenemos con la naturaleza por las dos cuestiones anteriores. Pero hay una solución, al margen de los baños de bosque que existen desde hace siglos en Japón y que poco a poco van haciendo mella en Europa. La cooperativa de turismo dezana Amarelas cerrará en la primavera del año que viene el programa piloto de su proyecto BenEstar, que acaba de ser seleccionado en la iniciativa BiCoGal para potenciar un uso alternativo y sostenible de los montes dezanos. Contará, para ello, con la asesoría de la Fundación Roberto Rivas.

Detrás de Amarelas están Cristina González Salgado y Erea Viz Callejas. Montaron la entidad hace 8 años, y en su web ofrecen estancias distintas al turismo típico, pues permiten disfrutar desde el Entroido hasta el Bidueiral de Montederramo o, precisamente, de baños de bosque en Sobrado. No podían faltar en estos destinos la Fervenza do Toxa o la Serra do Candán en primavera, que se traduce en un excelente paisaje no solo para los apicultores.

Ahora, con BenEstar, aclaran “no ofrecemos un turismo de balnearios, sino que emplearemos los recursos físicos, de patrimonio y arbóreo de Deza como una oportunidad” turística, pero también para que los visitantes se percaten de que son elementos que hay que proteger y cuidar.

Escucha de pájaros

Así, durante cuatro días y en distintos enclaves naturales de Deza, se pondrán en marcha actividades como yoga o la escucha de pájaros para su identificación, amén de talleres creativos con artistas. Tampoco faltarán salidas a esos parajes acompañados de biólogos.

BenEstar estará orientado a personas adultas, con edades entre los 45 y los 55 años y que buscan una conexión con la naturaleza “para bajar el ritmo y buscar la tranquilidad y la serenidad”. Y lo idóneo es que recurran a estas propuestas “personas que cuidan de otras personas” y que precisan un momento de descanso y de pausa en su labor. Los paquetes turísticos incluyen la manutención y la degustación de productos gastronómicos locales.

Amarelas ya tiene otras actividades con niños y se declara amiga de las mascotas. ”En esta década hubo muchos cambios a favor de los turistas que viajan con sus mascotas, como alojamientos que sí las admiten, pero aún queda mucho por hacer”, indican las socias de la cooperativa. Aún no valoraron potenciar ese turismo, pero tendría cabida. Añaden que es necesario tener en cuenta, sobre todo, el bienestar de los animales a la hora de viajar o de planificar actividades “porque somos diferentes tipos de mamíferos”, recalcan.

Socias y residentes en Fontao

Cristina González y Erea Viz residen en el poblado minero de Fontao, que puede presumir de ser el mejor ejemplo de patrimonio industrial de la comarca, y que podría tener aún más relevancia si pudiesen habilitarse algunas minas para su visita, una propuesta que lleva décadas en el limbo por su complejidad y coste. Admiten que cuando estaban trabajando en BenEstar, “nos dimos cuenta de que este programa era para nosotras”, pese a que viven en un enclave donde se puede disfrutar de ese silencio, como reza la canción de Depeche Mode.

A Amarelas sí le gustaría potenciar el encanto de Fontao “pero sin llenar esto de autobuses”, para conocer la historia de la aldea que albergó una de las minas de wolframio más importantes de Europa, y a su vez aprovecharse de la cercanía del monasterio de Carboeiro y de la Fervenza do Toxa, “pero siempre con mimo y respetando la vida de los vecinos y de las vecinas de aquí”.

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