Entrevista | Emma Romeu Riaño Geógrafa y colaboradora de la revista Zunzún en Cuba

“Trabajar con Xosé Neira Vilas fue para mí una experiencia inolvidable”

“Zunzún reunió a extraordinarios historietistas y dibujantes y era conocida en todo el país”

Emma Romeu este martes, ojeando un ejemplar de Zunzún en la Fundación Neira Vilas.   | // CEDIDA

Emma Romeu este martes, ojeando un ejemplar de Zunzún en la Fundación Neira Vilas. | // CEDIDA

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Emma Romeu estuvo durante esdtos días por Galicia, “por el vínculo que guarda esta tierrra con Cuba tanto por la emigración como por sus costumbres e historia”. La geógrafa cubana residente ahora en Estados Unidos visitó también Gres para conocer la casa donde se crió y falleció Xosé Neira Vilas, con quien hizo sus primeros pinitos como redactora en La Habana.

-Usted trabajó con Xosé Neira Vilas en la revista Zunzún. ¿Cómo y cuándo se conocieron? ¿Cuánto tiempo publicó en esta revista?

-Mi encuentro con Neira Vilas (Pepe Neira para los que trabajábamos en Zunzún) lo hizo posible uno de los mejores editores de Cuba, Rigoberto Monzón. Era el año 1985 y la revista buscaba un nuevo redactor; y tras varias entrevistas y entrega de artículos decidieron aceptarme en el equipo. Así empecé a trabajar directamente con Neira Vilas en una pequeña oficina, que para mí se convirtió en una escuela de redacción y periodismo, pues todos mis textos pasaban por el lápiz rojo de Pepe. Su manera de llamar mi atención sobre los cambios necesarios era siempre la misma “un detallito”, así empezaba a decirme, y ya yo sabía que debía hacer correcciones. Durante cuatro años compartí con él en aquel pequeño espacio muchas horas de conversaciones. Hablábamos de todos los temas, me contaba de sus libros, de Argentina, de su infancia también, claro. Y con el tiempo empecé a leerme sus libros infantiles en gallego. Castelao, Rosalía, y otros exponentes de la cultura gallega salían a relucir con frecuencia en su conversación.

-Estaba ya licenciada en Geografía, con especialidades en ecología y oceanografía, cuando publicó textos en Zunzún. ¿Sobre qué escribía, sobre su especialidad académica o publicaba también textos literarios?

-Escribía de los temas más diversos, hice muchos textos de la naturaleza, pero también sobre procesos productivos, oficios, deportes y demás.

-¿Cómo era Neira Vilas como jefe? Se lo pregunto porque lo conocí en 2006 y siempre me animó a publicar algún libro e ir más allá del periodismo.

-Era perfecto a mi modo de ver. Su cultura, modales amables y sentido del humor hacía en todo momento la convivencia en la oficina encantadora. Con frecuencia almorzábamos juntos en el comedor de la editorial, muchas veces también con Ernesto Padron el director de Zunzún y con Omar Mondeja, quien era responsable de la parte artística.

-¿Qué impacto tuvo la revista en Cuba?

-Zunzún era conocida por los niños de todo el país, los temas eran variados y creo que servía de apoyo a los padres y maestros. A los niños les fascinaban las historietas que salían en la revista, como las de los personajes Elpidio Valdés, Matojo, Yarí, Yeyín, Plin; y es que Zunzún reunió a extraordinarios historietistas y dibujantes. Allí estaba Orestes Suárez, que es una estrella de la ilustración, y otros nombres como Roberto Alfonso, Felipe García, Lillo, y algunos más jóvenes como René Martínez y Alfredo Gutiérrez.

Emma Otero, en el puente de Ponteledesma.

Emma Otero, en el puente de Ponteledesma. / Cedida

“Los niños siguen siendo sensibles a lecturas que les lleven el conocimiento de forma lúdica”

–¿Es la primera vez que visita Gres? ¿Habló alguna vez con Neira Vilas sobre la aldea en que nació y se crió?

–Este primer viaje a Gres me ha traído a la memoria muchos detalles que me contó Pepe. El río, los puentes, el pueblo, los paisajes, sus vivencias como niño, y me ha emocionado estar en su casa, ver de nuevo las viejas ediciones de sus libros y ciertos objetos que tenía en nuestra pequeña redacción de Zunzún en La Habana. Trabajar con Neira Vilas para mí fue una experiencia inolvidable.

–Usted ha publicado numerosos relatos y también publicaciones científicas sobre el medio ambiente y la diversidad. ¿Somos conscientes del peligro que corre el planeta con el cambio climático? ¿Tendríamos que haber reaccionado antes, y hacer caso de las alertas que nos están dando desde hace décadas ustedes, los expertos?

–Mi trabajo ha sido más bien en periodismo de biodiversidad, y es cierto que trato de llevar el tema de la conservación de la naturaleza a mi literatura. Pero, como sabemos, todos estamos sufriendo los cambios en el clima, quizás una realidad tan “sofocante” haga finalmente reaccionar.

"Nunca he dejado de escribir para niños, he escrito novelas, como la colección de aventuras de Gregorio que publicó Alfaguara, y libros de cuentos e informativos con editoriales diversas, pero el trabajo en una revista requiere otra dinámica a la que quizás no podría sumarme ahora".

–¿Es fácil combinar el cuidado del planeta con cuestiones como la actividad agraria, la contaminación por el tráfico (incluido el aéreo) o la obsesión de la sociedad por la moda?

–Fácil no es nada en un mundo de excesos. El raciocinio y mesura, sumado a una visión que tome en cuenta la ciencia puede llevar a un mejor equilibrio.

–¿Volvería a escribir ahora en una revista infantil? ¿Cree que los de interés de los niños y niñas han cambiado por la influencia de las redes sociales, un menor contacto con la naturaleza…?

–Creo que los niños siguen siendo sensibles a lecturas que les lleven el conocimiento de una forma comprensible, interesante, lúdica. Y acerca de repetir una experiencia como la de Zunzún… Bueno, nunca he dejado de escribir para niños, he escrito novelas, como la colección de aventuras de Gregorio que publicó Alfaguara, y libros de cuentos e informativos con editoriales diversas, pero el trabajo en una revista requiere otra dinámica a la que quizás no podría sumarme ahora.

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