El COAG propone a Altri que construya su planta de celulosa en un polígono industrial

Alega contra el proyecto en Palas porque duda que cumpla con las directrices de Ordenación do Territorio | La empresa replica que el estudio paisajístico sigue las pautas de la Unesco

Recreación de las distintas instalaciones de la planta de Palas de Rei.

Recreación de las distintas instalaciones de la planta de Palas de Rei. / Altri

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

“Entendemos que Galicia cuenta con suelo industrial de calidad, vacío o en transformación, susceptible de acoger proyectos empresariales como este. Y no podríamos compartir una estrategia de ordenación del territorio en la que, por un lado, se construyen polígonos industriales que quedan sin uso y, por otro, se destruye el paisaje rural para albergar instalaciones fabriles. Si esto es así, es que algo falla en la planificación”.

Son declaraciones del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), que también ha presentado alegaciones contra el Estudio de Impacto Ambiental de la planta de celulosa soluble y lyocell que proyecta la firma lusa Altri en Palas de Rei. El COAG propone a la empresa que busque asentamiento en un polígono industrial, igual que ocurre con su planta Celbi en Figueira da Foz, y de paso reprende sutilmente a la administración porque “creemos que el modelo de desarrollo industrial de Galicia se tiene que hacer con criterios de sostenibilidad, defensa del medio ambiente e integración de los proyectos económico-empresariales en el conjunto de los valores y tradiciones sociales, culturales, paisajísticos y etnográficos de un territorio. La industrialización del siglo XXI”, añade la entidad, “tiene que apostar por la evolución del territorio y no por una alteración radical con criterios propios del siglo pasado”.

El COAG considera que la planta de Altri no avanza en la circularidad ni completa el ciclo de la madera con criterios sostenibles

Altri, a través de Greenfiber, la empresa que constituyó para esta planta de Palas junto a Greenalia, invertirá más de 850 millones de euros, una cuantía que aspira a cubrir en parte con fondos PERTE. En este sentido, el Colexio de Arquitectos adelanta que “si los fondos que captamos los empleamos para construir proyectos erróneos, en lugar de invertir estaremos generando en el futuro gastos insospechados y consecuencias desafortunadas”.

El COAG echa en falta más información para, por ejemplo, solventar las dudas “sobre su cumplimiento con las propias Directrices de Ordenación do Territorio”, e incide en el elevado consumo de agua y necesidades hídricas de una planta que “comprometen la apuesta autonómico por el ciclo integral del agua”. Añade que el conocido como proyecto GAMA opta “por una industria de primera transformación pero no avanza en la circularidad ni completa el ciclo de la madera con criterios sostenibles”

Desnivel de 70 metros en la finca

Desde la empresa, se argumenta que en el diseño de la planta de Palas trabajaron más de 200 profesionales y expertos en distintas disciplinas, echando mano de un estudio paisajístico que siguió las recomendaciones de la Unesco. “La de GAMA será una planta única en el mundo que ha sido diseñada con criterios medioambientales mucho más exigentes que lo requerido por la normativa europea, sino con el máximo respeto e integración con el entorno”.

El diseño aprovecha el desnivel de 70 metros que tiene la finca “para ubicar las instalaciones más voluminosas en las zonas más bajas”, minimizando así el impacto visual “y el de olores, que será cero” desde el Camino de Santiago, cuyo punto más cercano al complejo industrial está a 3 kilómetros. El complejo estará además rodeado de un cinturón verde de 61 hectáreas de especies autóctonas.

Postura del ICOMOS

Altri, siguiendo las recomendaciones de biólogos, contempla medidas para preservar especies autóctonas y de especial protección, como el traslado del punto de devolución al Ulla de agua tratada a varios kilómetros “manteniendo así el balance hídrico de la masa de agua” o la reserva de áreas específicas dentro de la planta para favorecer el crecimiento y preservación de especies singulares.

El Icomos recalca que la planta cuenta con “una serie de elementos arquitectónicos e instalaciones que tendrán un fuerte impacto en el paisaje”

Mencionábamos antes la cercanía del Camino Francés. El Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia lamenta que se proyecte una industria cerca de esta ruta jacobea “sin haber recabado previamente el impacto del mismo en uno de los itinerarios que forman parte de un bien, el Camino de Santiago, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial desde 1993. Pues bien, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS por sus siglas en inglés), pide que se acometa una evaluación de impacto patrimonial independiente, que evalúe los impactos visuales de esta planta, pero que también “proponga medidas de mitigación y que cuente con la participación de las comunidades locales”. El ICOMOS está dispuesto a colaborar con las autoridades responsables y con la promotora, “e invita a las mismas a formalizar una mesa de trabajo conjunta que permita la eliminación de los impactos que se produzcan sobre el Camino de Santiago”.

Este organismo reconoce que la implantación de esta celulosa para productos textiles está fuera de la zona de delimitación tanto del Bien de Interés Cultural como de la delimitación del Valor Universal Excepcional y de su zona de protección, pero la planta cuenta con “una serie de elementos arquitectónicos e instalaciones que tendrán un fuerte impacto en el paisaje”, reitera, puesto que existen interdependencias entre los trazados jacobeos, su zona de amortiguamiento y un contexto más amplio, donde se va a montar esta industria.