El último Colmeiro pinta en Oca

José Brea Colmeiro tuvo la oportunidad de conocer a su familiar Manuel en Madrid, junto a otros artistas destacados como Laxeiro | Coincidió con Luis Seoane en Barcelona

José Brea Colmeiro, ayer, pintando en los exteriores del Pazo de Oca.  | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

José Brea Colmeiro, ayer, pintando en los exteriores del Pazo de Oca. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / C.R.

C.R.

De pequeño, siempre tallaba lo que encontraba con una navaja que tenía. Fueron los inicios de José Brea Colmeiro en el mundo artístico, tal y como el mismo describe. Desde paisajes, retratos, esculturas, tallas y demás modalidades, el pintor natural de Lamela se atreve con todo. Así, durante las próximas jornadas estará en el Pazo de Oca para pintar los “jardines de Versalles” de Galicia, aunque no es la primera vez que retrata el entorno del pazo en un lienzo.

El pintor silledense, ya jubilado, ejerció como catedrático de dibujo en el Instituto Torrente Ballester, en Salamanca. Estudió Bellas Artes en Madrid y fue alumno del prestigioso artista Antonio López, con el que mantiene una gran relación de amistad a día de hoy. Ya en su período universitaria destacaba notablemente, recibiendo incluso la única matrícula de honor del propio López en la disciplina de Colorido y Composición.

Fue precisamente en esta etapa cuando conoció a Manuel Colmeiro. En una de sus clases con de pintura, lo llamaron para comunicarle que el pintor, que estaba exponiendo sus obras en una sala madrileña, quería conocerle. Una vez allí y como cuenta el propio José, “Manuel Colmeiro dibujó un árbol genealógico para comprobar si éramos familiares y resultó ser que sí, que éramos primos”. A día de hoy, el silledense mantiene su actividad artística cultivando sobre todo la pintura y destacando precisamente sus paisajes. “Me parece que ahora soy el único Colmeiro pintor”, señala el propio José Brea.

Durante su estancia en Madrid, José Brea no solamente tuvo la oportunidad de conocer a Manuel Colmeiro, sino a otros muchos artista de renombre. A Laxeiro, confiesa que fue a pedirle un cuadro para una exposición que tenían en marcha con el objetivo de recaudar fondos para el paso de ecuador de la carrera. Dispuesto a conseguirlo, se dirigió a la casa del lalinense con una compañera. “Yo sabía lo que le gustaban las mujeres a Laxeiro”, indica Colmeiro. Al tocar el timbre, Laxeiro les abrió la puerta “desnudo, tuvo que ir a vestirse para dejarnos pasar”. Finalmente, consiguió el cuadro para la exposición.

Relación con Fondevila

En el caso de Luis Seoane, el encuentro se produjo en Barcelona el Día das Letras Galegas. Reunidos con otras personalidades, Seoane le hizo un dibujo al instante que todavía guarda. “Yo era amigo de toda esa gente porque me encantaba la pintura y el ambiente que había”, señala José Brea. También ha tenido la ocasión de coincidir con Alfonso Sucasas y guarda una gran relación con el artista silledense José Antonio Fondevila.

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