Toth, el elegido para los siete metros

La marcha de Mario Dorado al balonmano francés (Caen) y la retirada de Moisés Simes han dejado al Frigoríficos del Morrazo huérfano de sus dos especialistas en la suerte de los siete metros, tras una temporada en la que acumularon la práctica totalidad de lanzamientos de penalti en la Liga Asobal Plenitude. El andaluz anotó 62 goles de 83 intentos, con un porcentaje del 75 por ciento, mientras que el buenense hizo 20 de 25, con un 80 por ciento de efectividad. Fuera de ellos, tan solo Jenilson Monteiro (fichado por el Limoges) y Rares Fodorean. El primero anotó dos goles y el segundo uno, en ambos casos con un 50 por ciento de acierto.

La salida de los tres extremos obligará a Nacho Moyano a buscar alternativas en una suerte que le reportó a su equipo un total de 85 goles la pasada Liga. Y el técnico madrileño ya tiene definida su elección. Rajmond Toth será el responsable de ejecutar los lanzamientos de siete metros. A pesar de apenas haberse prodigado en esta faceta desde su llegada a O Gatañal –únicamente lanzó en la tanda del partido de Copa del Rey ante el EON Alicante– el central magiar apunta cualidades para asumir la responsabilidad. “En los entrenamientos ha demostrado tener calidad suficiente. Le faltaba un poco de confianza, pero ahora con ella será nuestro número 1”, argumenta el entrenador del Frigoríficos.

Con el joven Toth como principal opción, dos de las nuevas incorporaciones de este año apuntan a ser sus relevos en caso de ser necesario. Tanto Arnau Fernández como Jaime Gallardo disfrutan de la confianza de Moyano para estas labores. El primero de ellos, señala el técnico, “ya lo hacía tanto en el filial del Barcelona y en sus categorías inferiores, como con nosotros en la selección júnior”. El segundo era la segunda opción en el Balonmano Burgos tras el gallego Álex Chan. “A nosotros nos lanzó bastantes, sobre todo en la ida, y acabó con cuatro goles de cinco tiros. Lanza bien”, señala.

Moyano acepta que se pueda perder algo de efectividad sin Dorado. “Los penaltis eran lo que mejor hacía Mario”, afirma, pero también confía en que no se note en exceso su salida. En todo caso, hay otros dos jugadores en la recámara con capacidad para lanzar los penaltis. Uno es Rares Fodorean, que lo hizo con relativa asiduidad en su primer año en Cangas. El otro es una apuesta de futuro como Manu Pérez, acostumbrado a hacerlo tanto en las categorías inferiores como en el filial Luceros. El Frigoríficos no se quedará cojo en esta faceta.

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