Bienvenido a la dinastía

Pablo Crespo ya forma parte de la larga dinastía de palistas gallegos de categoría olímpica. El pontevedrés había estado esperando la noticia que ayer despertó su júbilo. Competirá en los Juegos de París, en el Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne. Han sido semanas muy largas a la espera de una confirmación oficial por parte de la Federación Internacional del Piragüismo (ICF). La verificación llegó ayer a las oficinas de la Federación Española. Pablo Crespo luchará por las medallas en C1 1.000. Será el primer canoísta gallego en unos Juegos desde David Cal en Londres 2012. No hubo representantes españoles en Río 2016. En Tokio, Pablo Martínez y Cayetano García participaron en C2 500, quedando eliminados en la segunda ronda.

El camino ha sido esforzado. Crespo venció en el selectivo nacional que se celebró en abril en Pontillón do Castro. Un mes después, en el Preolímpico de Szeged, previo a la Copa del Mundo, se repartían dos plazas olímpicas. El del EP Ciudad de Pontevedra terminó tercero, por detrás del ruso Zakhar Petrov, que compite bajo bandera neutral, y del italiano Nicolae Craiciun.

Pese a ello, Crespo regresó de Hungría con la sensación de que tenía el objetivo en sus manos. Para que España pudiese disfrutar de esa plaza en los Juegos, la Federación Rusa debía renunciar a la suya. Era lo probable, ya que en ese mismo Preolímpico el C2 500 ruso había logrado un puesto en la salida y solo podían quedarse con una de las dos plazas. Tal renuncia al C1 1.000 se ha concretado al fin e implica que Pablo Crespo completa la expedición española.