Moisés Simes: "Es la despedida soñada, no esperaba tanto cariño y apoyo"

El extremo disputó ayer su último partido con el Frigoríficos | “Es un orgullo poder irme dejando el equipo en Asobal”, decía

Moi Simes se abraza a Jenilson Monteiro, que deja el Cangas con rumbo a Francia, junto a Juan del Arco, que hace unos meses anunció su retirada por culpa de una lesión.

Moi Simes se abraza a Jenilson Monteiro, que deja el Cangas con rumbo a Francia, junto a Juan del Arco, que hace unos meses anunció su retirada por culpa de una lesión. / Gonzalo Núñez

Su nombre fue el más repetido y coreado ayer por la afición de O Gatañal y la cabina de megafonía. “¡Moisés Simes! ¡Moisés Simes!”. Una despedida a la altura de un jugador con 330 partidos en Asobal –todos con la camiseta del Cangas– y que disputó cuatro fases finales de la Copa del Rey, formó parte de la plantilla que consiguió clasificarse para una Copa Asobal y disputar de nuevo la Copa EHF. “Ver el pabellón lleno, la gente animando, que coreen tu nombre... es un orgullo. La afición de O Gatañal y la Marea Azul no son de una nota de 10, son de 20”, manifestaba emocionado después de jugar su último encuentro con el Frigoríficos.

El extremo deja el balonmano al más alto nivel asegurando la continuidad del club un año más en la Liga Plenitude Asobal. “Es la despedida soñada. No me esperaba tanto cariño y apoyo, esto supera todas mis expectativas”, confesaba Moisés Simes. Al concluir el partido se dirigió hacia la afición y al sector de la Marea Azul para agradecer sus ánimos y a continuación fue manteado por sus compañeros. “En ese momento temí por mi vida [risas]. La verdad es que este es un vestuario increíble, somos compañeros y amigos hasta el final”, destacaba una vez de vuelta al suelo de la cancha de O Gatañal.

Moisés Simes se tapa el rostro, emocionado, por la ovación del pabellón de O Gatañal.

Moisés Simes se tapa el rostro, emocionado, por la ovación del pabellón de O Gatañal. / Gonzalo Núñez

En su despedida de la élite anotó cinco goles y reconocía que el duelo contra el Burgos fue una especie de montaña rusa de emociones. “Había momentos en los que me sentía como un flan, en otros muy metido en el partido”, contaba. “Es un orgullo formar parte del equipo que logró el último ascenso y marcharme dejando al equipo en Asobal”, concluía Moisés Simes.

El nombre del extremo bueués fue el más ovacionado, pero no fue ni mucho menos el único. En el reconocimiento que se organizó al final del partido en la pista la afición se volcó con Jenilson Monteiro y Mario Dorado, dos jugadores que ya confirmaron hace meses que la próxima temporada estarán lejos de O Gatañal. Y por supuesto Juan del Arco, que pese a tener que anunciar en abril su retirada por culpa de una lesión, nunca ha dejado de formar parte de la dinámica del Frigoríficos del Morrazo