La profesionalización tiene un precio

La Asobal ya tiene consideración de Liga profesional. El mundo del balonmano presume de una etiqueta que solamente ostentan la Primera y Segunda División de fútbol masculino, la Liga Finetwork femenina y la Liga Endesa de baloncesto, mientras se prepara para hacer frente a los retos que supone este cambio. La oportunidad de modernizar las estructuras y el producto para hacerlo más atractivo y, por tanto, más rentable, convive con las exigencias que implica dar este paso. En el caso del Frigoríficos del Morrazo, la decisión ratificada esta semana por el Consejo Superior de Deportes supondrá, entre otras cosas, incrementar su presupuesto en un 25 por ciento, o lo que es lo mismo, en al menos 150.000 euros, además de adaptar el pabellón de O Gatañal. Estas son algunas de las claves de la profesionalización.

Subida del presupuesto

Esta es, sin lugar a dudas, la consecuencia más importante –y a la vez preocupante– para el Frigoríficos del Morrazo. El club que preside Alberto González salió esta temporada pasada con un presupuesto de 600.000 euros, que se disparará hasta los 750.000 con la profesionalización de la Liga. Esa diferencia de 150.000 euros radicaría en el incremento de gastos de la plantilla, en base a dos cuestiones. Por una parte, los contratos de jugadores y técnicos deberán ser de jornada completa, con sueldos que respeten el salario mínimo interprofesional. Por otra, está el correspondiente incremento de las aportaciones a la seguridad social. En menor medida habrá que asumir otros gastos para adaptar el club a los requisitos que se impondrán desde la dirección de Asobal.

Mejoras en O Gatañal

Aunque todavía quedan por perfilar las exigencias que se plantearán a los clubes, algunas de ellas sí comienzan a estar claras. Cada pabellón deberá disponer de dos videomarcadores –el pabellón cangués cuenta actualmente con uno– y una iluminación mínima para las retransmisiones televisivas, algo con lo que O Gatañal cumple tras la mejora realizada a finales de 2019. La pista debe ser de un determinado color para por ser visible por la televisión, algo que tampoco será problema en O Gatañal.

El auténtico caballo de batalla residirá en la publicidad, que deberá abandonar las tradicionales lonas para ser anunciada a través de pantallas led instaladas en un lateral del campo. Esto exigirá acometer una inversión. Por cuestiones estéticas también se exigirá tener unos fondos de portería “limpios”, con un color uniforme y sin toda la cartelería que suele ocupar esos espacios.

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Auditorías semestrales

La Liga Asobal mantendrá un control de las economías de los clubes, con un par de auditorías cada año a fin de evitar cualquier desvío de la línea correcta. Esto obligará a muchas entidades deportivas a contratar un perfil determinado de trabajador para llevar al día las cuentas.

Mayor espectáculo

“La idea es que esto no se quede solo en 60 minutos de balonmano”, resumen desde el Cangas la idea auspiciada desde la Asobal. En este apartado el club morracense tiene mucho camino adelantado, como se comprobó fin de semana tras fin de semana en esta temporada. Las quedadas previas, con concierto, degustaciones gastronómicos y mucha fiesta fueron una constante, y es la iniciativa que quiere trasladarse a otras pistas. Llevar el espectáculo al inicio de los encuentros y a los descansos es otro de los objetivos.

Otros ámbitos

Aunque la profesionalización del campeonato tendrá su principal repercusión en lo económico y publicitario, lo cierto es que acabará afectando a todos los ámbitos del club. La imagen será especialmente cuidada, al igual que la comunicación. Eso requerirá una inversión en personal cualificado. El Frigoríficos también ha dado algún paso en este sentido con la inclusión en su equipo de Pepe Camiña como responsable de comunicación y patrocinios.

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Reunión el 13 de julio para perfilar el tema

El salto a la profesionalización todavía sigue plagado de incógnitas para los 16 clubes de la Liga Asobal, que tendrán una reunión el 13 de julio en Barcelona para acabar de perfilar las líneas maestras de este ambicioso planteamiento. Por el momento no está claro si las exigencias que marca la profesionalización tendrán que implementarse desde ya o habrá un periodo de adaptación previo, toda vez que en pleno mes de julio tener que cambiar toda la estructura de los clubes sería una labor complicada. En el caso del Cangas supondría tener que buscar 150.000 euros extra para poder salir a competir el 9 de septiembre. La intención es ir perfilando un decálogo de actuaciones para que este cambio, votado de forma unánime por los clubes de la Asobal, resulte lo menos traumático posible, y permita que la liga de balonmano dé un paso definitivo hacia adelante.

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