Yago Grela, el portador vigués de la antorcha olímpica en París

“Estoy muy orgulloso de representar a España, y a mi país de acogida, Francia. Mi cultura es una mezcla, quizá cene a las ocho, pero cocino tortilla española”

Pedro Pascual

En poco más de un mes y en el mismo lugar, el vigués Yago Grela ha vivido los dos días más felices de su vida. El Palacio Consistorial del XV Distrito de París ha sido testigo, primero, de su boda, en junio, y, segundo, de su recorrido, ayer, portando la antorcha olímpica. Esta ubicación tan particular ha visto cómo el destino de Grela se entrelazaba con su pareja y con la grandeza del olimpismo.

Como si se tratara de una superestrella, Grela, originario del vigués barrio de Coia, fue recibido entre vítores y aplausos por miles de franceses. Lo que más le sorprendió fue que más de doscientas personas pidieron fotografiarse junto a él: “Yo no soy nadie, pero parecía que lo fuese”, explica, mientras recuerda el momento.

Que haya sido elegido portador de la antorcha no es fruto del azar. El criterio para llevar la llama es el de ser una persona que en el día a día se esfuerce por mejorar la sociedad. Su pareja, parisina, le nominó sin que Grela lo supiese, enfatizando el valor de la multiculturalidad: “Lo hizo en base a mi rápida adaptación a la ciudad. Llevamos ya dos años viviendo aquí, pero desde el primer día hice por integrarme. Y eso es algo que me lleva acompañando toda la vida. Por ejemplo, mi mujer y yo nos conocimos en otro país, en Canadá. Llevo visitados 36 países diferentes. Y también acabo de terminar mi tesis, que trata sobre la influencia de la cultura en la comunicación política”. Gran parte de la vida de este vigués está relacionado con las diferentes culturas y la convivencia entre ellas.

“Estoy muy orgulloso de representar a mi país, que es España, y a mi país de acogida, que es Francia. Mi cultura es una mezcla de las dos. Quizá cene a las ocho de la tarde, pero cocino una tortilla española”, bromea Grela.

Yago Grela, el portador vigués de la antorcha olímpica en París

Yago Grela, el portador vigués de la antorcha olímpica en París / FdV

En el tramo del recorrido de la antorcha por París, solamente cuatro españoles han sido seleccionados para portar la llama, y que hayan escogido a Grela le llena de felicidad: “Cuando hablas de la antorcha olímpica, piensas en atletas, en famosos…, no en un cualquiera”. Pero precisamente ese es el mensaje que el vigués espera trasladar: “Da igual que no seas nadie, si en el día a día das la mejor versión de ti mismo y ayudas a los demás, la vida te ofrece regalos como estos”.

Yago Grela rememora el recorrido como si se tratase de una película. “Nos levantamos temprano para hacer una formación y nos subieron al bus oficial. La policía iba abriendo paso y la gente nos saludaba desde la acera”, relata. Los nervios fueron llegando según se acercaba el final de la etapa. A Grela le tocó el último tramo, entregar la llama en el Palacio Consistorial del XV Distrito de París, donde le recibieron cientos de personas y autoridades como la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Y, justamente, donde se casó hace poco más de un mes. “El bus se fue vaciando poco a poco. Iban bajando el resto de portadores, y los que quedábamos animábamos; pero llegó un momento en que me quedé a solas. Ahí es cuando entraron los nervios”, explica.

Para Grela, portar la antorcha olímpica ha sido un reto, tanto físico como mental: “La antorcha pesa bastante, y eso que yo soy una persona corpulenta, pero se me cansaba el brazo. No sé cómo aguanta la gente mayor que la carga”. De todas maneras, el factor mental es aún más importante: “Ver a la gente gritar y animar te emociona. Me contuve las lágrimas delante de la televisión”. El recuerdo será para toda la vida. Además, la organización le regaló un pieza de la antorcha con un grabado en francés, donde se lee: “Portador de la llama olímpica. París 2024”.

“La organización ha sido excelente”, comenta, destacando la meticulosa preparación y la coordinación que ha observado hasta ahora. Grela cree firmemente que los Juegos Olímpicos tendrán un impacto significativo y positivo en Francia. La ceremonia inaugural promete ser un evento memorable, y él mismo se siente afortunado de haber sido invitado por participar como portador. Además, recalca que infraestructuras como la piscina olímpica, una vez finalizados los Juegos, estarán disponibles para el público, enriqueciendo la comunidad.

No obstante, Grela es consciente de las polémicas y las protestas que han surgido en torno al evento, incluyendo preocupaciones por el desarrollo y la seguridad. “París no tiene que venderse, pero es una edición muy especial”, explica. Estos Juegos Olímpicos se celebran en el centenario de los de París 1924, por lo que, según Grela, será un “recuerdo muy bonito para la sociedad francesa”.