Polideportivo

Juego de niños

Navarrete, Serrat y Saavedra comparten su sueño olímpico con los niños del campus del Máis que Auga de Navia

Saavedra, Navarrete, Serrat y Francisco Cortegoso (arriba), con los niños del campus. |  // MARTA G. BREA

Saavedra, Navarrete, Serrat y Francisco Cortegoso (arriba), con los niños del campus. | // MARTA G. BREA

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Cuando Navarrete logró la mínima olímpica aquel 18 de febrero, en el maratón de Sevilla, le costó asumir la trascendencia de su logro. “Estaba como abombada”, recuerda. “Mi padre me abrió los ojos”.

–Ester, es lo que llevas soñando mucho tiempo.

“Madre mía! Lo que acabo de conseguir”, aceptó, anticipando su nombre añadido al monolito de las glorias en las pistas de Balaídos y en el monumento de Rosalía de Castro: “Un reconocimiento muy grande”.

La fecha en la que lo imaginado se convertirá en realidad se aproxima. Nunca se marchita esa ilusión, pese a desvelos y cicatrices. Sonríe a sus 34 Ester, que alguna vez dudó si tanto sacrificio merecía la pena y que se estrenará tres años después de haber alumbrado a su pequeño Isco; sonríe a sus 29 el triatleta Antonio Serrat, también debutante, prolongando el legado de Raña y Noya; sonríe incluso el tirador Juan Antonio Saavedra, ya doble medallista y que en París disputará sus sextos Juegos. Tres vigueses tan distintos en deporte y vida, igualados a miles en el entusiasmo. Como los niños del campus veraniego del Máis que Auga de Navia, que los interrogaron ayer en su visita.

Los ha recibido Francisco Cortegoso, el director general, que los apoya en su empeño. Los chiquillos los someten a un incisivo interrogatorio. Nada que ponga nervioso a Saavedra, acostumbrado a esperar el intervalo entre los latidos del corazón para apretar el gatillo. Tampoco París lo inquieta. En su caso, el calendario paralímpico le concede algunas semanas más de margen. “Experiencia tengo, gracias a Dios”, bromea. “Los Juegos son más especiales por todo el proceso y la repercusión no tiene nada que ver. Fuera de eso, no deja de ser una competición normal y corriente. Si eres capaz de sacar de la ecuación todo lo que los rodea… Pero es imposible”.

Saavedra, rebasado el medio siglo, no se ausenta desde Atenas 2004. En Londres conquistó la plata; en Tokio, el bronce. Una auténtica leyenda en su “pequeño gran mundo”, define. El tiro olímpico es deporte nacional en Suiza y el segundo más popular en la India, tras el cricket. En Alemania alcanza 1,8 millones de licencias y en Francia, el medio millón, por las 50.000 de España. A él no le importa habitar a la sombra. La repercusión “no es algo que busque”, comenta. “Realmente me gusta la competición tanto que no me importa lo demás. El día que no disfrute lo dejaré”.

El triatlón sí tiene en Galicia un gran predicamento, fruto de esa prolífica escuela de talentos a la que pertenece Antonio Serrat. “La clasificación olímpica supone dos años y medio, la cuota por países es de tres representantes y esa dificultad le da mucha aura. La carrera va a ser espectacular, igual que el ambiente en los días previos. Todo lo que lo rodea lo hace más especial y el gusanillo es más grande”, evalúa Serrat, que viajará a París el día 26, espera que con tiempo de participar en la inauguración: “Me haría ilusión; primero, que nos den los billetes de avión y si llegamos, a aprovecharlo”.

Aprovechará los postres Ester, que correrá el 11 de agosto, antes de la ceremonia de clausura: “Será un día muy especial. Esperamos dar lo mejor y sobre todo disfrutarlo”. Uno de los pequeños toma el micrófono: “¿Qué día jugaréis en París? Para veros por la tele”. Nunca deja de ser exactamente eso, un sencillo y maravilloso juego de niños.

Favorito en tiro pese a las dificultades

Saavedra hizo los deberes con antelación. Fue el primero en asegurar la plaza en el equipo español de tiro olímpico. Competirá en carabina tendida a 10 y 50 metros los días 1 y 5 de septiembre. Sus recientes resultados avalan su excelsa madurez. Quedó tercero en el Europeo pese a sufrir COVID. Ganó la reciente Copa del Mundo con récord mundial. “Creo que estoy en mi mejor momento. Estoy tirando muy bien, entrenando muy bien, compitiendo a gusto. Si todo va como tiene que ir, la idea es estar luchando por las medallas. En mi cabeza están dos”. A su plaza y su bronce, ambos en 50 metros, le gustaría añadir el metal que resta. “Todos o la mayoría vamos pensando en conseguir el oro”, conviene. “Es el sueño. Luego se da o no se da. Mi objetivo a día de hoy son las finales y luchar las medallas, mejor si son de oro. Después la competición te da lo que te mereces”. Sus logros recientes adquieren un mérito especial. El único campo de tiro de la provincia, Cernadiñas Novas, ha estado amenazado de cierre. Un último acuerdo con la comunidad de montes ha permitido mantenerlo abierto, pero solo los fines de semana. “Ahora mismo es insuficiente”, explica. Saavedra viaja el resto de días a Ourense. “Es una complicación y hay que adaptarse. El deporte va de eso. Y conseguir los resultados independientemente de las condiciones. En agosto me iré a entrenar a Madrid y estamos buscando un campo de tiro en Francia. Veremos. Hay que buscar una solución. Así no se pueden preparar unos Juegos con garantías”.

Pendiente del Sena y los relevos

Los triatletas viven en vilo, pendientes del nivel de contaminación del Sena, que debe acoger el segmento de natación. Se llegó a plantear suprimirlo. La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, ha querido disipar los temores y el sábado, tal que Fraga en Palomares, se dio un chapuzón en sus aguas. Antonio Serrat ha intentado aislarse de esas vacilaciones. Él se ciñe al comunicado que la federación internacional remitió hace un par de semanas, asegurando que la prueba se desarrollaría con normalidad. “No me puedo obsesionar. Si es duatlón será para todos igual que si es triatlón. No le doy muchas más vueltas. Entreno lo más tranquilo que puedo, aunque haya ese nervio ante una prueba tan especial”. Serrat, que ejerció como comentarista en Tokio, recuerda el ciclo olímpico anterior: “Lo disfruté y aprendí. Sabía la dificultad que tenía asistir a unos Juegos estando Javi (Gómez Noya), Mario (Mola) o Fernando (Alarza), que habían ganado Mundiales o estaban en el podio. Sabiendo la dificultad de poder estar en unos Juegos, serán especiales. Y ya que voy a poder vivirlos desde dentro, intentaré hacerlo bien”. Serrat analizó el recorrido del 30 de julio en la prueba test del año pasado. “Impresionante”, exclama. “La gente que está paseando o desde la Torre Eiffel te ve nadar. En la bicicleta realizamos el mismo circuito emblemático de los Campos Elíseos en donde acaba el Tour cada año. Tiene un toque especial. Y la carrera a pie es por el mismo circuito”. Advierte: “Son circuitos muy rápidos pero también muy duros. En el río hay mucha corriente, a favor vuelas pero en contra sales con una fatiga a mayores. Para un ciclista el adoquín no es nada porque están acostumbrados a la París-Roubaix y otras clásicas pero a nosotros nos exige un poco más. Le da más dureza de la que piensas en un circuito llano”. “No tengo la confianza que pueden tener los máximos favoritos como Blummenfelt, los franceses o Alex Yee. Hay que ir con ambición, con mucho respeto pero sin miedo. Luego la carrera te pone en su lugar”. Y también le puede abrir la puerta de la prueba de relevos mixtos, que se disputa el 5. Miriam Casillas y Anna Godoy tienen el puesto asegurado. Entre Serrat, Robert Sánchez y Alberto González deberá efectuar un descarte el seleccionador, Iñaki Arenal. “La decisión dependerá de cómo nos vea en competición y cómo recuperemos. El principal objetivo es hacerlo lo mejor que uno pueda en la prueba individual”, concluye el vigués.

Lista para un maratón de durísimo perfil

Ester Navarrete todavía está en una fase intensiva en su preparación, superando los 160 kilómetros semanales. No será hasta algunos días antes de viajar a París, el día 7, cuando reduzca esa carga. Está incidiendo especialmente en “fuerza y prevención”. El perfil del recorrido así lo exige. Navarrete lo pudo estudiar el 21 de junio. El recorrido, entre los Campos Elíseos y la Avenida Foch, incluye plaza de la Concordia, Ópera Garnier, plaza de la Bastilla, Bois de Vincennes, ribera del Sena, Bois de Boulogne y Arco del Triunfo. En algún tramo la pendiente alcanza un 13% de desnivel. “Iba con la mentalidad de que iba a ser durísimo pero me dije: ‘¡Pero qué nos han puesto aquí, una pared!’”. “Será para todas igual”, se resigna la olívica e incluso admite: “Me puede beneficiar. Vivimos en una ciudad con muchas cuestas y tengo mucha fuerza en las piernas. Las subidas se me dan muy bien. Las bajadas se me dan, simplemente. Sé que sufriremos mucho, será más dura de lo normal y a ver la meteorología. Puede haber mucha humedad. Tenemos que ir preparados para todo”. La mínima olímpica en su primer maratón (2:24:40), segunda mejor marca española de todos los tiempos, también le supuso el título nacional. “Piensas en el día que nos reunimos y apostamos por esto. Teníamos mucho miedo de no asimilar los entrenamientos. Estoy muy orgullosa de todo el esfuerzo que ha supuesto y sobre todo del esfuerzo de mi familia”. Pero no se conforma con participar en París: “Será una prueba traicionera, a ver quién aguanta y dura hasta el final. Mi objetivo es estar entre las primeras europeas”.