La duodécima sede, vía a explorar

España intentará incrementar su cuota del Mundial 2030 en un estadio más, hoy en la reunión de Agadir con Portugal y Marruecos, para incluir a Vigo

Balaídos, también posible alternativa a La Rosaleda

Proyecto de reformade La Rosaleda.

Proyecto de reformade La Rosaleda. / LA OPINIÓN DE MÁLAGA

Armando Álvarez

Armando Álvarez

“Hay caso Vigo”, titulan en Madrid. Agadir acoge este viernes una reunión entre responsables españoles, portugueses y marroquíes de la organización del Mundial 2030. Una auténtica batalla entre rivales, aunque se tilden de socios. El plazo para enviar a la FIFA el proyecto ya cerrado concluye el 31 de julio. Las tres partes habían acordado, sin embargo, adelantar el reparto de sedes a este 28 de junio. Marruecos presiona para hacerse con la final. Y España acude a ese pulso con su propio frente interno sin pacificar. La expedición española intentará incrementar su cuota a doce sedes para incluir Balaídos. Hay más alternativas e interrogantes.

Los miembros de la comisión técnica, que ha elaborado los informes, y los representantes del CSD se reunieron el miércoles en Madrid con quince opciones para once sedes sobre la mesa. Se han caído El Molinón (Gijón), cuyo ayuntamiento asume su falta de capacidad; el Enrique Roca (Murcia) por querellas políticas y el Nou Mestalla (Valencia) por la negativa de Peter Lim, presidente del club propietario. A Vigo se le han concedido algunas horas para que aclare aspectos de su propuesta, como la financiación. El alcalde, Abel Caballero, y el presidente de la Federación Gallega, Rafa Louzán, trabajan para apuntar la posición olívica.

En realidad son varias las listas que se han publicado. Reale Arena (San Sebastián), Stage Front Stadium (Barcelona), La Rosaleda (Málaga) y el propio Nou Mestalla, además de Balaídos, entran y salen según el informador. Varios expertos sí apuntan que nada será definitivo en breve, ni a la conclusión de Agadir ni en semanas. Mencionan el ejemplo del Mundial de 2026, que acaba de reorganizarse sus sedes, reduciendo de tres a dos las adjudicadas a Canadá.

Las imprescindibles

Igual que Portugal fijó con rapidez sus sedes (Dragao en Oporto, A Luz y Alvalade en Lisboa), España tenía claras sus imprescindibles. El Bernabéu, ya avanzado, y el Camp Nou, que debería concluirse en 2025, presumen de remodelaciones privadas y milmillonarias. San Mamés necesitará una escasa adecuación igual que el Metropolitano. En La Cartuja, escenario usual de la selección y las finales de Copa, empezarán pronto las obras para retirar la pista de atletismo.

Apuestas consolidadas

En esta especie de atracción de feria que es la elección de sedes, los favoritismos han ido variando a saltos. Lo fue Murcia, con una reforma del Enrique Roca por 35 millones. Las desavenencias entre ayuntamiento y gobierno regional impidieron presentar los avales. Ha sucedido lo contrario con Zaragoza y Las Palmas.

Diputación General de Aragón y ayuntamiento se han alineado para reconstruir la vetusta Romareda. Las máquinas entran en julio. Costará alrededor de 150 millones. La capital maña añade su condición de cruce de caminos y la infraestructura hotelera que conserva desde la Expo del Agua de 2008.

El Cabildo de Gran Canaria, por su parte, ya ha aprobado un gasto plurianual (2025-2027) de 101 millones de euros para mejorar el Estadio de Gran Canaria. Y otras fuentes consultadas elevan a 140 millones la inversión que están dispuestos a realizar en la isla.

Comodines territoriales

Hay dos sedes que no dependen de la calidad de sus estadios, certificada, sino de los equilibrios territoriales. El Reale Arena funciona como comodín en las quinielas. Sólo lo lastra la proximidad de San Mamés. Y el estadio del Espanyol pasó con nota el examen de la comisión técnica. La duda es si concentrar dos sedes en una misma ciudad, Madrid aparte.

El macroproyecto

Málaga pesa por población y polo turístico. Y aporta la baza de su lujoso proyecto de remodelación de La Rosaleda. Pero la estimación del precio se ha ido elevando desde la previsión inicial. Hoy se calcula en 260 millones. De propiedad compartida por ayuntamiento, diputación y Junta de Andalucía, se necesitaría una fuerte inversión privada. Esta fragilidad, cuando teóricamente se prioriza la sostenibilidad, también podría abrirle la puerta a Vigo.

El extraño caso valenciano

Nadie se cree que Valencia haya quedado defintitivamente descabalgada. Ni con el Nou Mestalla en su esqueleto, paralizado desde 2009, ni por la negativa de un Peter Lim invulnerable a cualquier presión. Es difícil concebir un Mundial en España que excluya a su tercera ciudad. Completar el Nou Mestalla costaría 119 millones, que alcanzaría los 265 con los 63 ya invertidos y el beneficio industrial de la constructora.

El pulso gallego

Galicia era necesaria por vecindad con Portugal. Un factor que favorece a Vigo. Balaídos presumía de reforma avanzada. Pero los dos estadios carecen del aforo exigido y de hecho tener que actuar sobre una grada nueva, Tribuna, pesa en contra. Riazor se ha impuesto por décimas en las valoraciones técnicas, aunque con un soporte privado no revelado.

Parece difícil que Vigo se reincorpore a la carrera, pero las fuentes ni siquiera descartan que haya dos sedes gallegas, como sucedería si se logra la duodécima. Una pesadilla financiera para la Xunta, que juega a la ambigüedad en sus apoyos y a la que intentan convencer de la rentabilidad del retorno.