“Cracks” en el césped y reyes de la consola

Lamine Yamal y Nico Williams, los dos jóvenes y talentosos extremos de España, han construido una gran amistad desde que los presentó Balde y forman un dúo imbatible con la Play

Lamine Yamal, durante el entrenamiento de ayer de la selección española. |  // LAP

Lamine Yamal, durante el entrenamiento de ayer de la selección española. | // LAP

fermín de la calle

Lamine Yamal entra el primero al campo del campamento base de España en Donaueschingen haciendo malabarismos con la pelota. Detrás aparece Rodri, con quien comienza a jugar a pasarla sin que toque el suelo. El azulgrana es el freestyler de la selección, el chico desenfadado que siempre luce una sonrisa que le ilumina la cara y bromea con todos. Hasta que empieza el partidillo... Entonces nadie quiere tenerle delante, su voracidad no respeta jerarquía ni edad. “Es todo descaro”, apunta un empleado de la federación mientras el catalán tira un caño a compañero.

Todos protegen a El Niño, que en lugar de estar haciendo los exámenes de cuarto de la ESO está en la Selva Negra a punto de disputar su primera Eurocopa. Se ha traído los libros para hacer los deberes y tiene clases online. No cumplirá los 17 hasta el día antes de la final, que se jugará el 14 de julio en Berlín. Y cuentan, de puertas para adentro, que ha pedido de regalo al vestuario jugar con España ese último partido en el Olímpico. Lamine Yamal es un chaval muy natural, habla utilizando frases cortas, pero en todas esconde algún titular. Y un fotógrafo que le ha retratado estos días en Alemania le define “como un unicornio, en cada gesto te regala una foto”.

Desde el primer día se ha convertido en compañero inseparable de otro de los jóvenes del grupo, Nico Williams. El del Athletic, de 21 años, es la sombra del azulgrana. Bromean fuera del campo, se pican dentro, hablan mucho... Los presentó Alejandro Balde y desde ese día hubo química entre ellos. “Es muy bueno, le digo que esté tranquilo porque solo tiene 16 años. Somos muy buenos amigos”, apunta Nico al ser preguntado por el benjamín del grupo. Se entienden con una mirada y hablan el mismo idioma futbolístico. En la selección nadie quiere centrar los focos en el azulgrana, para no cargarle de presión, pero fuera de micro todos le señalan. Rodri, que habla de él como “el jugador más diferente”, le tutela desde la distancia, igual que un Jesús Navas que tiene alucinado al culé por su entusiasmo pese a sus 38 años.

Pablo Amo, el ayudante de Luis de la Fuente, esboza una enorme sonrisa antes de calificar a Lamine Yamal. “Es diversión. Es una maravilla porque al final consigues tener la libertad de un niño para sacar toda su creatividad”. Con el rojiblanco son los puñales que España estrenará mañana ante Croacia por las bandas. “Me gusta jugar con Nico porque así el rival tiene que estar más pendiente de cerrar su banda y eso me da oportunidades de tener más uno contra uno”, ha confesado el azulgrana.

En las horas muertas en Donaueschingen, las partidas de consola son casi tan competidas como los partidillos. Sin Gavi en Alemania, ahora Lamine y Nico forman equipo y hacen morder el polvo a Fermín, Dani Olmo, Pedri o Vivian, que son quienes habitualmente los desafían. Así crean un ambiente distendido que el staff celebra porque confirma la unión del grupo. Mientras, los corresponsales extranjeros fijan sus miradas en ellos. Nico, Lamine Yamal o Fermín han rebajado la edad de la selección más desenfadada, pero igual de ambiciosa. Fermín también está cerca de su compañero de club. Son amigos y comparten aficiones e inquietudes.

Lamine Yamal será el jugador más joven en disputar una Eurocopa, ya que la jugará con 16 años, mientras el menor de los Williams también se estrena, pero ya disputó la Copa del Mundo de Catar 2022. “Quiero disfrutar mi primera Euro porque es cuando mejor te los pasas”. Por ahora lo está cumpliendo a rajatabla.