Fútbol

El año extraordinario de los Bueno

Guillermo, que llegó a entrar en una convocatoria del Dortmund en Champions, asistirá mañana a la final

Hugo se ha consolidado en la Premier con el Wolverhampton

Guillermo (izq.) y Hugo Bueno, en el campo de As Cercas, en Gondomar.

Guillermo (izq.) y Hugo Bueno, en el campo de As Cercas, en Gondomar. / Alba Villar

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Caminan siempre juntos Guillermo y Hugo, incluso cuando se separan. Fueron, en origen, un único cigoto gondomareño, luego doblemente refugiado en el vientre materno. Igual de gemelos para la vida que para el fútbol, comparten sueño y banda izquierda aunque sea hoy a 800 kilómetros de distancia. Hugo se ha instalado ya en el primer equipo de los Wolverhampton Wanderers. Guillermo se ha quedado en la aduana del debut con el Borussia Dortmund, pronto a traspasarla. Uno jugará esta noche en Balaídos con A Irmandiña. Otro estará mañana en Wembley, anhelando una victoria renana. Premier League, Bundesliga, Champions... El mundo entero les pertenece y los abraza. Escribiendo cada uno su propio relato, este viaje a pares de los Bueno constituye en realidad la misma aventura.

Mucho han madurado desde el Areosa, su útero balompédico, con una breve estancia en el Val Miñor. Teniéndolos tan cerca, nunca los identificó el Celta adecuadamente en su radar. Otros se mostraron más avispados. Hugo inició la migración; en 2019, antes de cumplir los 17 años, apropiadamente a esos “nómadas” de Wolverhampton. El club de los West Midlands parece haberse aficionado a los laterales gallegos. Cuando a Jonny Otto lo torpedearon las lesiones, Hugo ya estaba preparado tras haber brillado en sub 18 y sub 21. A las cuatro convocatorias en Premier League de la temporada 21-22 le siguieron los 21 partidos de la 22-23. Y otros 21 en el ejercicio recién concluido.

Hugo Bueno, el día de su debut con el Wolverhampton.

Hugo Bueno, el día de su debut con el Wolverhampton. / Wolverhampton Wanderers

Tenerlo ahí es un orgullo para toda la familia”, valora Guillermo. “La Premier es una liga muy competitiva, la mejor del mundo, podría decirse. Estoy muy contento por él y espero que le sigan yendo bien las cosas. Verlo jugar ahí también me motiva”.

Guillermo tardaría apenas unos meses más en empacar las maletas. Sucedió en verano de 2020, a un destino más próximo inicialmente. Lo reclutó el Deportivo para una escuadra juvenil, dirigida por Valerón, que acabaría conquistando la Copa de Campeones. No echó raíces en A Coruña, sin embargo. Lo tentó el Borussia Dortmund y aceptó. Ya se han apagado las quejas del entonces secretario técnico blanquiazul, Carlos Rosende. “Fue la decisión correcta. He crecido mucho futbolísticamente. Aunque resultase duro irse fuera de casa, estoy contento”, certifica.

Guillermo, asimilada la nostalgia y completada la aclimatación, ha protagonizado una sólida trayectoria en el filial; ya desde la anterior campaña, lo que le abrió un hueco en la pretemporada de los profesionales. El exigente Edin Terzic ha probado con hechos la confianza que le había manifestado al joven de palabra. “Entrenar con jugadores del primer nivel te mejora, son experiencias inolvidables”, agradece Guillermo de su periódico adiestramiento con el primer equipo. Sólo el infortunio ha impedido traducir ese trabajo en minutos oficiales.

Guillermo y Huego Bueno.

Guillermo y Huego Bueno. / Alba Villar

Sucedió a comienzos de enero. Guillermo ya había entrado en octubre en la convocatoria ante el Unión de Berlín. Ese mes el club amplió su contrato hasta 2026. Y en diciembre apareció en la relación del partido de Champions contra el PSG. La marcha del argelino Bensebaini a la Copa África le despejaba el camino. Se torció entonces la rodilla; una rotura parcial del ligamento interno que lo tuvo casi tres meses de baja. La dirección deportiva decidió contratar al neerlandés Iat Maatsen, que “lo está haciendo muy bien”, admite. “Fue muy mala suerte; más que por la lesión, por el momento. Se me presentaban oportunidades con el primer equipo ahí. Pero es lo que hay y ya estoy recuperado, que es lo importante. Y a seguir, vendrán nuevas cosas también”, se anima con optimismo.

Guillermo, que habitualmente actúa con el filial en el Stadion Rote Erde y solo puntualmente en el Signal Iduna Park, ha podido al menos contemplar el “Muro Amarillo” lleno desde el césped, en esas convocatorias. “Impresiona muchísimo, la verdad, y más desde dentro. Son casi 25.000 personas animando todo el partido, de pie. Ayuda mucho al equipo”, asegura.

Superada la convalecencia, Guillermo ha concluido la campaña nuevamente como titular indiscutible del filial, que milita en la tercera división –equivalente a Primera RFEF, pero de un solo grupo–. “Jugamos contra buenos rivales, algunos tienen grandes aficiones y grandes estadios. El nivel es bueno”, analiza. Con todo, no camufla su ambición inmediata: “Tengo contrato aquí y ya está, eso es lo importante. Ya se verán otras cosas. También llevo dos años en el filial. Mi principal idea es seguir y tener la oportunidad en el primer equipo”.

Guillermo, en un entrenamiento con el Borussia Dortmund.

Guillermo, en un entrenamiento con el Borussia Dortmund. / Borussia Dortmund

En ese primer equipo que mañana, en Wembley, intentará impedir que el Real Madrid logre su decimoquinta Copa de Europa para añadir la segunda a su propia vitrina. Guillermo viajará por la mañana Londres y presenciará el partido junto a los otros canteranos y trabajadores del Borussia. “Los dos conjuntos lo van a dar todo pero el nuestro tiene una motivación extra. Es el último partido de Reus en el club y sería muy especial que acabara ganando la Champions”, explica el miñorano. “Van a ir con todo. A pesar de la dificultad, porque el Madrid es el Madrid, todo puede pasar. Se puede ganar. Yo confío”.

Queda la duda de si él, en los papeles, aparecerá entre los artífices. “Yo siempre he intentado ayudar, cuando he entrenado o en alguna convocatoria. Es mérito de ellos, obviamente”, reflexiona. “Me siento parte del club, en todo caso, y es especial que hayan llegado tan lejos”.

Los Bueno cumplirán 22 en septiembre. Con toda la carrera por delante, en alguna encrucijada podría enmendar el Celta su ceguera con aquellos adolescentes. “Lo sigo y me alegro por su salvación. También sigo al Dépor. Respeto a todos los equipos gallegos”, sostiene Guillermo. “¿Por qué no? Soy de aquí, de al lado de Vigo. Siempre dejo las puertas abiertas”.