AUTOMOVILISMO

El copiloto acorazado

Álvaro Vila sigue con proceso de recuperación tras el accidente que sufrió hace cinco meses - Este fin de semana ejercerá como oficial de carrera en el Rallye Ribeira Sacra

Álvaro Vila, durante uno de los ejercicios de rehabilitación, supervisado por Natividad Pérez.

Álvaro Vila, durante uno de los ejercicios de rehabilitación, supervisado por Natividad Pérez. / JOSE LORES

M. González

M. González

Hace cinco meses, el copiloto vigués Álvaro Vila ingresó en el hospital con un cuadro abrumador. Acababa de sufrir un aparatoso accidente, junto al piloto Pedro Castro, durante el cuarto tramo del Rally Berberecho de Noia. Llegó al Cunqueiro con rotura de fémur, rótula y cúbito, además de varias contusiones y una preocupante pérdida de sangre que provocó que tuviera que ser operado de urgencia y pasase dos días en la UCI. Dieciocho días después volvió al quirófano para minimizar las lesiones de su pierna, literalmente destrozada.

Reflexión de Álvaro Vila en su cuenta de Facebook sobre su accidente.

Reflexión de Álvaro Vila en su cuenta de Facebook sobre su accidente. / FdV

Desde ese fatídico 2 de abril de 2022, Vila se propuso luchar con todas sus fuerzas para volver a los circuitos, algo que hará este fin de semana. No será bordo de un vehículo sino como oficial de carrera en el Rally de la Ribeira Sacra, donde, además, rendirá un sentido homenaje a su amigo Roberto Soto, promotor de la prueba ourensana fallecido hace dos años. Todavía con muletas, después de dejar la silla de ruedas en junio, vuelve con ánimo, con ganas de reencontrarse con la gente y de sentir de cerca todo ese cariño que no ha dejado de recibir durante este duro proceso de recuperación.

Vila anuncia su presencia en el Ribeira Sacra.

Vila anuncia su presencia en el Ribeira Sacra. / FdV

Vila es ahora un copiloto acorazado, reforzado con titanio y con “más de 40 tornillos en una pierna”. Poco a poco trabaja para recuperar la movilidad, aunque sabe que será difícil esquivar las secuelas. Lucha para recuperar su mejor versión posible y por eso su día a día se rige por las sesiones de rehabilitación, guiadas por la fisioterapeuta Natividad Pérez Freiría, de Ribera Povisa. “Álvaro llegó con múltiples lesiones, alguna de considerable gravedad”, subraya. “Desde el equipo multidisciplinar que somos, trabajamos desde un principio en mejorar la funcionalidad y también su calidad de vida”, prosigue: “Tanto traumatólogos como rehabilitadores y fisioterapeutas estamos en continua comunicación, planteando nuevos objetivos y tratamientos para optimizar la evolución del paciente cada día. Álvaro es muy perseverante y trabajador, lo que facilita mucho alcanzar estos objetivos y poder avanzar en el tratamiento”, valora.

“Después de todo lo que pasé vamos viendo la luz. Queda mucho camino, se hace largo y a veces tengo momentos de bajón, pero tengo una familia que no me la merezco”, se emociona Vila. “Tengo un padre y una madre volcados a tope conmigo; mis hijos, mi pareja y un montón de amigos que me apoyan y me dan fuerzas para seguir adelante”.

Uno de los ejerciciosde estiramiento en su pierna derecha.   | // J. LORES

Uno de los ejercicios de estiramiento en su pierna derecha. | // J. LORES / M. gonzález

Su idea de volver se mantiene intacta, lo que demuestra que la evolución en su proceso de recuperación va por buen camino. “Va muy bien, pero se hace largo. El fémur rompió en la peor zona, justo en el cóndilo, que se deshizo completamente. Ahora con el implante está todo muy limitado y, además, la operación es muy reciente como para fijar una fecha en la que estaré de nuevo caminando sin muletas”, explica. “El objetivo es que este mes me quiten una y a ver si a final de año puedo tomarme las uvas sin la otra”.

“Está en una evolución bastante buena. Hemos conseguido una buena movilidad y ahora nos falta conseguir un poco más de fuerza, trabajar el equilibrio y, sobre todo, la marcha para que sea más estable y segura”, destaca la fisioterapeuta, que tampoco se fija plazos. “Lo importante es que lleva una evolución muy progresiva y satisfactoria, con lo que en un mes probablemente pueda ya caminar con una sola muleta”, adelanta. Poder conducir o dejar la otra muleta serían las siguientes fases a abordar.

También destaca Pérez que “debido a todo el material que tiene”, quedarán secuelas y que trabajan en que sean “las mínimas posibles” para que pueda volver a desarrollar su vida con total normalidad.

Radiografía de su fémur,donde se pueden ver algunos delos clavos que lleva.   | // FARO

Radiografía de su fémur, donde se pueden ver algunos de los clavos que lleva. | // FARO / M. gonzález

“Sé que las secuelas no serán pequeñas, pero estoy aquí. Después de ver las fotos, de rememorar aquel día, estar aquí, como estoy, es una maravilla”, reconoce el copiloto, ilusionado por su labor de oficial este fin de semana en Ourense. “Es un rally muy especial para mí por la amistad que me unía a Roberto Soto. Entre la escudería y la Federación Gallega de Automovilismo me han concedido el honor de estar dentro del colegio de comisarios deportivos. Yo ejerzo en montaña; en rallyes nunca, porque al competir no procedía, pero ahora puedo realizar esta labor”, destaca. “De ahí iré también al Rallymix Barbadás y también voy a estar en el Ría de Arousa”, anuncia. Para el vigués es una forma de “seguir vinculado” a su deporte y reencontrarse con la gente del motor, que tanto cariño y apoyo le han mostrado durante este proceso.

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