El Comité Técnico de Arbitros (CTA) comunicó ayer su decisión de sustituir al cántabro Alfonso Pérez Burrull por el asturiano César Muñiz Fernández como árbitro del partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey que se jugará mañana entre el Espanyol y el Barcelona. Pérez Burrull dirigió el domingo el partido de Liga entre el Real Madrid y el Osasuna, en el que dejó sin sancionar dos posibles penaltis sobre el jugador del equipo navarro Juanfran Torres, al que expulsó en el minuto 82 por doble cartulina amarilla. El colegiado mostró una primera amonestación a Juanfran en el minuto 14 y otra en el 82, ambas por protestar su decisión de no pitar la pena máxima las dos veces y "por dejarse caer en el área contraria".

El CTA se ha limitado ha informar del cambio del equipo arbitral para el choque de Copa entre Espanyol y Barcelona "por decisión" de este organismo, sin explicar los motivos que le han llevado a decidir el cambio y si éste es consecuencia de los posibles errores de Pérez Burrull y sus asistentes en el Bernabéu.

Las otras designaciones arbitrales para los encuentros de Copa se mantienen según lo acordado inicialmente, de forma que el navarro Undiano Mallenco pitará el Valencia-Sevilla; el andaluz Medina Cantalejo el Athletic de Bilbao-Sporting de Gijón y Alvarez Izquierdo el Mallorca-Betis.

El Comité de Arbitros también confirmó que su asesoría jurídica "estudiará las declaraciones del presidente de Osasuna, Patxi Izco, y decidirá si da traslado de ellas al Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol".

"Osasuna siempre ha intentado y ha creído oportuno que lo positivo era mantener una actitud correcta ante el estamento arbitral, porque sabemos de las dificultades que supone arbitrar un partido de fútbol. Pero el domingo se colmó el vaso. Además creo que tenemos toda la razón, y ha reconocido todo el mundo que fue un auténtico escándalo. Sabemos que tampoco es positivo el cambio de metodología, pero un día hay que decir esto se ha acabado", aseveró Izco ante los medios de comunicación.

Tras esta reflexión, el presidente ´rojillo´ enumeró las tres medidas que el club va a adoptar de forma inmediata, entre las que destaca la ruptura de relaciones con los árbitros.

"Osasuna va a romper institucionalmente con todo el estamento arbitral. Tanto a los delegados federativos como al trío arbitral se les atenderá correctamente, pero el Colegio de Arbitros en Navarra tiene un trato de favor en algunos aspectos y eso se ha acabado", anunció.

Además, Izco confirmó que el club tiene previsto recurrir las dos tarjetas amarillas de Juanfran "porque las pruebas demuestran que el árbitro no acertó y que el jugador no es merecedor de estas sanciones".

Por último, el máximo mandatario del club navarro solicitó "el apoyo y la ayuda de los medios de comunicación para que el osasunismo salga fortalecido".

El presidente de Osasuna quiso aclarar que no llamó delincuente a Pérez Burrull. "Dije que me llamo un amigo ex árbitro internacional y me dijo que Pérez Burrull es un delincuente. Yo no se lo llamé", matizó. No obstante, aseguró que la actuación del colegiado cántabro fue "inmoral, porque el árbitro vio las dos jugadas; de hecho una la pitó". "Y después, hacer lo que hizo, es una inmoralidad".

Asimismo, explicó que su marcha precipitada del palco del Bernabéu "fue una reacción ante un cabreo". "Decidí levantarme y marcharme. Me fui y mis directivos me siguieron. Nada más", señaló.