Cine

De Shyamalan a Shyamalan: cuando el terror queda en familia

Ishana Shyamalan, hija del director de ‘El sexto sentido’, sigue los pasos de otros hijos de cineastas famosos dedicados al género, como Brandon Cronenberg, Oz Perkins, Jennifer Lynch o Lamberto Bava

Ishana Night Shyamalan se estrena este viernes como directora de cine con 'Los vigilantes'.

Ishana Night Shyamalan se estrena este viernes como directora de cine con 'Los vigilantes'. / Associated Press/LaPresse

Quim Casas

‘Los vigilantes’ supone el debut en la dirección de Ishana Shyamalan, una de las dos hijas de M. Night Shyamalan, que hasta la fecha solo había realizado un par de videoclips para su hermana, la cantautora Saleka, que acaba de protagonizar el último filme de su padre, ‘La trampa’, con estreno previsto para el próximo agosto. 

 Todo queda en familia, y los genes para el cine fantástico y de terror del director de ‘El sexto sentido’ tienen continuación. El argumento de ‘Los vigilantes’ lo firmaría sin duda M. Night: un bosque irlandés y cuatro personajes que buscan refugio amenazados por extrañas criaturas nocturnas. El padre produce y tutela el debut de la hija. Es una situación habitual en la historia del cine y que ha dado frutos (curiosos, extraños, anómalos o fecundos) cuando hablamos del género fantástico.

Alexander Skarsgard y Brandon Cronenberg en la Berlinale, el año pasado, tras presentar 'Infinity Pool'.

Alexander Skarsgard y Brandon Cronenberg en la Berlinale, el año pasado, tras presentar 'Infinity Pool'. / Nadja Wohlleben

 El primer nombre que nos viene a la cabeza es el de Brandon Cronenberg. El hijo de David Cronenberg demostró mucha convicción en sí mismo cuando debutó tras la cámara en 2012 con ‘Antiviral’, un filme sobre cómo replicar enfermedades de famosos. Brandon se situaba en el territorio de David y salía airoso, aunque después ha preferido, con buen criterio, distanciarse de las atmósferas habituales del autor de ‘Cromosoma 3’ para buscar un mundo más propio con títulos como ‘Piscina infinita’.

 Si Cronenberg Jr. sorteó bien las comparaciones, Jennifer Lynch se dio de bruces cuando con su primera película, ‘Mi obsesión por Helena’ (1993), quiso jugar las mismas bazas que su padre, David Lynch; el universo del autor de ‘Terciopelo azul’ es único e intransferible, no se transmite ni por conocimiento familiar. Aquella torpeza con ínfulas perturbadoras acabaría siendo un accidente, ya que Jennifer entendió las reglas del juego y su carrera posterior ha ido por otros y mucho más interesantes derroteros, con filmes como ‘Surveillance’ y episodios de las series ‘American Horror Story’ y ‘Feud: Capote vs. The Swans’.

Dario Argento y su hija Asia Argento en el estreno de 'Occhiali neri' (Dark Glasses) en la Berlinale.

Dario Argento y su hija Asia Argento en el estreno de 'Occhiali neri' (Dark Glasses) en la Berlinale. / Hannibal Hanschke

La hija del maestro del ‘giallo’, Dario Argento, empezó como actriz. Asia Argento, siempre provocadora e indisciplinada, posterior adalid del #Me Too, trabajó en algunas cintas de su padre –y de otros indomables como Abel Ferrara, Gus Van Sant, Catherine Breillat y Bertrand Bonello– hasta pasar al otro lado del espejo en 2000 con ‘Scarlet diva’, una reflexión sobre sí misma. Sin practicar el género, lo ha tenido en cuenta visualmente en posteriores películas como ‘El corazón es mentiroso’, protagonizada por un reparto sicótico: ella misma, Winona Ryder, Marilyn Manson, Peter Fonda, Ornella Muti y Michael Pitt. En 2007, con guion de su padre, si que realizó una inmersión total en el relato de terror con ‘La madre del mal’, final de la trilogía hechizada de ‘Las Tres Madres’ iniciada por Dario con ‘Suspiria’ e ‘Inferno’. El testigo había pasado de padre a hija.

La norteamericana Jennifer Lynch en Sitges, donde presentó  "Chained" en 2012.

La norteamericana Jennifer Lynch en Sitges, donde presentó "Chained" en 2012. / SUSANNA SÁEZ

Que Goro Miyazaki, hijo de Hayao Miyazaki, haya seguido la estela paterna en cuanto al anime japonés resulta de lo más natural, aunque por el momento Goro –‘Earwing y la bruja’– no ha alcanzado la imaginación desbordante manifestada por el director de ‘La princesa Mononoke y ‘El viaje de Chihiro’. Más le costó a Jason Reitman seguir los pasos de su padre Ivan. Si este triunfó con ‘Los cazafantasmas’, el hijo prefirió realizar incursiones en el cine ‘indie’ –‘Juno’, ‘Up in the air’– para, finalmente, heredar la franquicia de su padre como si se tratara de un negocio familiar y dirigir ‘Cazantasmas: Más allá’ y escribir ‘Cazafantasmas: Imperio helado’.

Ishana Night Shyamalan, Dakota Fanning y M. Night Shyamalan en la première de "The Watchers" en el Lincoln Square Theater, en Nueva York.

Ishana Night Shyamalan, Dakota Fanning y M. Night Shyamalan en la première de "The Watchers" en el Lincoln Square Theater, en Nueva York. / THEO WARGO

Más interés, desde la perspectiva del cine de terror, tiene la singladura de Osgood Perkins. La pregunta es rápida: si quieres hacer cine y eres hijo de Anthony Perkins, marcado de por vida con su personaje de Norman Bates en ‘Psicosis’, ¿a qué género te vas a dedicar? Mientras que el otro hijo del actor se decantó por la música –no en vano tiene nombre de mito del rock’n’roll, Elvis Perkins–, su hermano, que ostenta nomenclatura cinematográfica –Oz, por el mago, aunque su nombre real es Osgood Robert–, ha rodado inquietantes filmes de horror como una revisión aún más oscura del cuento de Hansel y Gretel. Tiene uno a punto de estreno, ‘The monkey’, según un relato de Stephen King.

 La correa de transmisión se ha roto a veces. Jordan y Jake Scott, hijos de Ridley, no han hecho filmes fantásticos como su padre, igual conscientes de que superar lo logrado en su momento por ‘Alien’ y ‘Blade runner’ era tarea imposible. La situación se ha producido a la inversa. Lawrence Kasdan solo realizó, y de forma tardía, un filme de género, ‘El cazador de sueños’, según la novela de Stephen King, mientras que su hijo, tras dirigir unas cuantas comedias descerebradas con Jack Black o John C. Reilly, se hizo un hueco en la industria con los filmes de la saga ‘Jumanji’ protagonizados por la ‘Roca’ Dwayne Johnson. Y si bien John Cassavetes siempre realizó dramas independientes, una de sus hijas, Xan, realizó en 2012 ‘Kiss of the damned’, moderna revisión sexualizada del mito vampírico.

 Pero el primero de la lista de cineastas a los que el padre inoculó el veneno del fantástico fue Lamberto Bava, hijo del insigne director de títulos punteros del cine popular italiano, en especial del terror gótico (‘La máscara del diablo’, ‘Las tres caras del miedo’), el ‘giallo’ (‘Una hacha para la luna de miel’, ‘Cinco muñecas para la luna de agosto’, ‘Bahía de sangre’) y del horror espacial pre-Alien (‘Terror en el espacio’). Superar a Mario Bava resultaba tarea muy difícil. Emularlo, también, por mucho que se formará junto a él en el rodaje de ‘Semáforo rojo’, en 1974. Títulos de Lamberto como ‘Macabro’ y ‘Cuchillos en la oscuridad’ siguen con corrección la estela del padre, y en ‘Demonios’ contó con Dario Argento como guionista, pero atreverse a rodar un remake de ‘La máscara del demonio’ fue casi una traición familiar.

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