Gondomar formaliza la compra del Café de Lis para que vuelva a ser el centro de la vida social

Recuperará el antiguo bar y sacará a concurso su explotación | La primera planta se dedicará a coworking y sala de usos múltiples

Estado actual del edificio Café de Lis, adquirido por el Concello de Gondomar por 270.000 euros. |   // D.P.

Estado actual del edificio Café de Lis, adquirido por el Concello de Gondomar por 270.000 euros. | // D.P.

El antiguo Café de Lis ya es de propiedad municipal. El Concello de Gondomar ha formalizado la compra del edificio por 270.000 euros, una cifra por debajo del valor de tasación, de casi 327.000 euros. Ahora, el gobierno local licitará la redacción del proyecto para destinar el inmueble a usos “multidisciplinares e intergeneracionales”, explica el alcalde, Paco Ferreira, adelantando que en la planta baja se recuperará el antiguo bar, tal y como fue en el pasado, cuando lo regentaba la familia del por entonces alcalde José de Lis. Así, la explotación del establecimiento hostelero se sacará a concurso público, manteniendo el nombre original, “Café de Lis” o “Casa de Lis”.

La planta baja, donde se ubicará el bar, consta de 213 metros cuadrados y servirá de punto de encuentro para todos los vecinos y vecinas de Gondomar, especialmente para la gente mayor, que tendrán a su disposición un monedero electrónico con bonificaciones. La intención del gobierno local es que este bar, de estética vintage, acoja también una variada oferta cultural, con monólogos, conciertos, lectura de poesía y presentaciones de libros.

Será una vuelta a sus orígenes, pues, tal y como rememora Victoria de Lis en el libro “Gondomar, o son do río”, publicado por el IEM, “según el testimonio de algunos de sus clientes más veteranos, como José Quintas y Basilio Araújo, el Café de Lis era casino, centro de tertulia y reunión, así como escenario de diversas representaciones”. “Los vecinos de Gondomar formaban una pequeña familia y en el café se reunían para charlar, jugar la partida, discutir, leer los periódicos o, simplemente, pasar el tiempo”, recuerda la misma publicación, definiendo el establecimiento como “el centro de la vida social de la villa”.

Por otro lado, la primera planta, que en el pasado tenía uso residencial, cuenta con una superficie de 194 metros cuadrados. Los planes del gobierno local para este espacio consisten en dividirlo en varios habitáculos y destinarlos a sala de usos múltiples, donde impartir, por ejemplo, talleres de recuperación de la memoria, así como varias oficinas para que pequeños emprendedores puedan desarrollar sus proyectos durante un año, a modo de coworking.

“Será un centro lúdico”, define el regidor gondomareño, insistiendo en el carácter multidisciplinar e intergeneracional del inmueble, donde ya se han iniciado las labores de limpieza. Próximamente se realizará el levantamiento topográfico y se encargará la redacción del proyecto para intentar captar fondos europeos de cara a su futura rehabilitación.

Precisamente para su reforma será necesaria la autorización de Patrimonio, pues la edificación está catalogada por el PXOM de 1997, por lo que, a pesar de estar anulado por sentencia judicial, los bienes recogidos en el planeamiento urbanístico están incluidos en el Catálogo del Patrimonio Cultural de Galicia. Además, la parcela y todo su conjunto se sitúan en el entorno de protección del Pazo de Gondomar, que está declarado de Bien de Interés Cultural.

De igual forma, dependiendo del tipo de actuación a realizar, será necesaria la autorización de AESA, debido a que la parcela se sitúa en la zona de servidumbre del aeropuerto de Vigo.

Su rehabilitación forma parte de un plan integral del gobierno municipal para entrelazar el Café de Lis con la Casa Peralba, también adquirida por el Concello para convertirla en biblioteca, y crear “un espacio en el epicentro de las tres grandes plazas que venimos de recuperar y peatonalizar: la Plaza de Ángel Urzaiz, A Paradela y Rosalía de Castro”, dice el alcalde, apuntando al objetivo de que sea un espacio “donde puedan converger jóvenes y mayores; un lugar de reunión en el centro urbano libre de coches, de contaminación y de ruido”.

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