La investigación baraja todas las hipótesis sobre los huesos encontrados en Arcade

El personal del laboratorio de criminalística de la policía judicial de la Guardia Civil continuó ayer por la mañana las labores de investigación en la finca de Arcade en la que en la tarde del martes aparecieron un cráneo y unos huesos humanos. Un hallazgo que el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, pese a pedir “máxima prudencia” ya que la investigación continuaba abierta, adelantó que “todo indica” que los restos humanos corresponderían a Manuela Barbosa Sousa, la mujer de 66 años desaparecida el 13 de julio de 2021 en esta localidad cuando se dirigía a visitar a una de sus hijas que reside a unos 300 metros del lugar.

Pese a ello, será el análisis forense de los restos óseos los que confirmen de manera oficial la identificación a través del estudio del ADN y también de muestras dentales. Otro de los principales objetivos de la investigación será tratar de determinar la causa de la muerte, ya que al parecer el cráneo tenía un golpe, por lo que debe esclarecer si es anterior a la muerte o posterior. Este podría haber sido provocado, por ejemplo, por el golpe de alguna desbrozadora que en los últimos años trabajaron en la zona. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra asume la investigación sin descartar ninguna hipótesis, desde un crimen a una caída accidental.

Los vecinos expresaban ayer su consternación por el hallazgo. Residentes del entorno y curiosos que se acercaron por la mañana a la zona se preguntaban cómo era posible que, en caso de tratarse definitivamente de Manuela Barbosa, que su cuerpo pudiera estar en esa zona casi tres años sin que nadie lo viese, sobre todo después de las intensas batidas realizadas los días posteriores a su desaparición.

El subdelegado del Gobierno en Pontevedra señaló que esta propiedad estuvo “durante los últimos años cubierta de maleza abundante, lo que contribuyó a que no se localizase antes el cadáver”. Precisamente fue un operario contratado para la limpieza el que descubrió los huesos cuando desbrozaba la parcela, situada en el barrio de O Conde, en un entorno zona rural próximo al casco urbano de Arcade. Al parecer, junto a los restos óseos apareció también una cartera con fotos de la mujer y varias joyas, como medallas donde ponía su nombre y la fecha de su cumpleaños, varios anillos y pulseras. Además se encontraron algunas prendas de ropa como las zapatillas y unas gafas de sol, que fueron recogidas para ser analizadas.

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