Fe y devoción en A Franqueira

A Franqueira reunió ayer a miles de personas en la popular romería de As Pascuillas, que se celebra cada lunes de Pentecostés. Más de sesenta imágenes fueron llevadas al santuario desde primera hora de la mañana, procedentes de parroquias, fundamentalmente de Condado Paradanta, pero también de zonas tan distantes como O Morrazo o Redondela.

Las imágenes aparecieron a hombros, en tractores o vehículos preparados para el acontecimiento, por fieles de las distintas parroquias, aunque hay aldeas que se quejan de la dificultad de encontrar voluntarios y voluntarias para conformar un grupo, con el que subir al monte. “Es difícil encontrar personas jóvenes que nos ayuden en esta fiesta, cada vez quedamos menos”, apunta una persona componente de una de las procesiones.

Las peregrinaciones salieron en algunos casos antes del amanecer y avanzaron por los viejos caminos hoy convertidos en senderos. Cuando algunas de las comitivas se encontraron en encrucijadas se procedió a la salutación de las cruces, estandartes e imágenes, que llegan a tocarse. También en la llegada al santuario las imágenes de A Franqueira reciben a las demás figuras con salutaciones individuales, lo mismo que ocurre a la hora de la despedida.

La jornada de ayer contó con la misa solemne en la carpa, presidida por el obispo Quinteiro Fiuza, que una vez más vuelve a estar presente en la celebración. Durante su prédica se refirió al lema de este año “Con María, peregrinos e irmáns” a través del cual, la parroquia quiere reafirmar que el camiño al Santuario que realizan las parroquias es una intensa llamada a renovar la fe.

La amenaza de lluvia provocó por un lado que muchos de los asistentes lo hubieran hecho en vehículos particulares, lo que motivó ciertos colapsos en algunos momentos en las zonas de aparcamiento, y por otro, que en la organización se evitase la salida de la procesión hasta la iglesia. Así, las imágenes colocadas en el interior de la carpa, realizaron un pequeño recorrido alrededor de la misma carpa para volver a entrar hasta la hora de la partida.

La estructura de hierro y lona estuvo toda la mañana abarrotada de público, no solo por los fieles que acudían para oir misa sino por muchos otros que encontraron cobijo allí ante una mañana muy desapacible. La popular romería es una tradición histórica religiosa que lleva hasta el santuario a miles de romeros que conservan la costumbre para disfrutar de un momento con sus amigos y familia, comer en el monte o disfrutar de la tapa de pulpo a feira, el principal atractivo gastronómico de esta popular romería.

Son muchos los grupos que reservan espacios en distintas zonas del monte, donde disfrutar con sus amigos y familia.