Balaídos gana algo de tiempo

La reunión de Agadir concluye sin acuerdo definitivo después de la propuesta del CSD de ampliar a trece el número de sedes en España para dar entrada a Vigo y Valencia

Imagen de la nueva grada de Marcador en Balaídos.

Imagen de la nueva grada de Marcador en Balaídos. / MARTA G.BREA

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Vigo y Balaídos ganan tiempo en su carrera por convertirse en una de las sedes del Mundial de 2030 que organizarán España, Portugal y Marruecos. La reunión de ayer en Agadir entre los representantes de los tres países que comparten la organización acabó sin ninguna conclusión definitiva en relación a las posibilidades de Balaídos. El riesgo de que fuese descabalgada se disipó con el paso de las horas y la candidatura viguesa disfruta de un poco más de tiempo para preparar la documentación necesaria que será enviada el 31 de julio a la FIFA para que sea esta organización la que resuelva qué ciudades y estadios acogerán el torneo mundialista dentro de seis años.

En esta carrera de obstáculos Vigo evitó al menos el tropiezo y se mantiene en esta complicada carrera. No habrá que esperar a final del mes de julio para conocer la sentencia y es posible que incluso la próxima semana la organización del Mundial de 2030 haga oficial la lista de estadios propuestos a la FIFA.

España llegó a la reunión de Agadir con una idea: la de convertir las once sedes inicialmente previstas para el Mundial 2030 en doce gracias a la inclusión de Balaídos. Esa fue la propuesta que trasladó el Gobierno a través de Juan Carnicer, jefe de Gabinete del CSD, y que contó con el apoyo de los representantes de la Federación Española de Fútbol, el exfutbolista Fernando Sanz, la directora de fútbol femenino, María Tato, y el director de relaciones con FIFA y UEFA, Jorge Mowinckel. Uno de los objetivos de la reunión precisamente era consensuar las veinte sedes que acogerían el Mundial, pero España apostó por ampliar el número para abrir la puerta a Vigo (puntuada por debajo de A Coruña por estrecho margen) y que tenía un valor estratégico importante por la proximidad con Portugal. Existía cierto consenso en ese sentido. De hecho, la FIFA no pudo objeción alguna a esta circunstancia y solo pidió que el resto de países organizadores (Marruecos y Portugal) estuviesen de acuerdo en ampliar el número de sedes. Entre otras cosas, esto no deja de ser una propuesta que la FIFA, cuando tenga en sus manos todo el dossier y la documentación necesaria, debe aprobar en su asamblea del próximo mes de diciembre.

Pero a lo largo de la mañana la situación se enredó aún más porque Valencia, que parecía descartada, también trató de meter la cabeza. El club ché envió un comunicado a la Federación Española en la que indicó que estaba dispuesto a aceptar las condiciones que la FIFA le impone para ser sede del torneo, pero el problema es mucho más complejo porque el nuevo Mestalla sigue sin solucionar los grandes problemas urbanísticos que han impedido su desarrollo. Y ese problema es mucho más complejo que el que puede presentar cualquiera de las candidatas. Pero tras una mañana de intensas negociaciones, la candidatura española subió su apuesta a trece hipotéticas sedes españolas metiendo en las quinielas de este modo a Vigo y a Valencia.

La posibilidad de que hubiese alguna clase de anuncio tras la reunión se descartó a la vista de los acontecimientos. Durante las horas previas no se descartaba la posibilidad de que la candidatura le diese alguna clase de oficialidad a la la lista de estadios propuestos para acoger el Mundial, pero se deja para mejor ocasión. Entre los tres países no existe un consenso claro en este asunto. Portugal y Marruecos tienen desde hace tiempo decidido el número de estadios y no les ha sentado bien el “baile” que protagoniza España en relación a este asunto.

Ahora hay más tiempo para que Vigo y Valencia (que lo sigue teniendo casi imposible) se gane un sitio en el dossier del 31 de julio. Antes de esa fecha (imposible precisarlo) se conocerá la decisión final.