Málaga 2 - 1 Celta Fortuna

El Celta Fortuna pone fin a su hermosa aventura

El filial cae eliminado en su camino hacia Segunda tras perder en Málaga por culpa de dos graves errores en defensa

Roberto celebra uno de los goles ante el conjunto celeste, hoy de rojo.

Roberto celebra uno de los goles ante el conjunto celeste, hoy de rojo. / La Opinión de Málaga

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Se acabó la historia del Celta Fortuna esta temporada. Se fueron como saben, dejando tras de ellos un recuerdo hermoso. Solo cabe el agradecimiento para el grupo que fue de Giráldez y ahora era de Fredi Alvarez. En un escenario terrible, ante uno de los grandes de la categoría como el Málaga, con más de treinta mil espectadores encendidos, regalaron otra tarde maravillosa de fútbol en la que sometieron al rival, tuvieron en las manos la sentencia, y solo dos errores graves en el segundo tiempo, cuando el partido parecía avanzar hacia la prórroga, acabaron con sus esperanzas de llegar a la última eliminatoria por el ascenso. Lo merecían por juego, por propuesta y como pago a la generosidad que muestran cada domingo. Pero el fútbol volvió a demostrar que es un deporte ingobernable y caprichoso que penaliza de la forma más absurda posible y no siempre a quien lo merece. Puede dar fe el Celta Fortuna.

La tarde empezó de forma inmejorable porque el Celta saltó a la Rosaleda como si llevase toda la vida en esto. Ellos parecían los expertos en la faena y el Málaga, pese a lo que decía su carnet de identidad, los jóvenes impresionables. Porque el equipo de Fredi sometió por completo al equipo andaluz, le quitó la pelota y transitó por el campo con la autoridad y el mando de sus mejores días. Damián fue la brújula necesaria para encontrar siempre al compañero mejor situado. Pase y control con los malagueños, que quisieron asustar en las primeras acciones, perdidos por completo en esa jungla. No tardaron en llegar las ocasiones, casi siempre a través de la banda izquierda donde se juntaban Hugo Alvarez, Alfon y ese Joel López que es un defensa en la teoría pero un atacante en el alma. Alfon y Hugo avisaron antes de que llegase el primer gol del Celta en un balón preciso de Damián hacia Alfon que sentó a su par y superó al portero con un remate por bajo. 

Se asustó el Málaga y el Celta Fortuna tuvo en sus manos liquidar la tarde. Malas decisiones en últimos pases y ese remate de Alfon que se fue alto con todo a favor. El balón era exclusivo de los vigueses, que avanzaban por el medio del campo como si no existiesen los rivales. El Málaga solo podía parar aquello a través de la interrupción y en ocasiones con un exceso de fuerza innecesaria. Lo malo fue que el Celta Fortuna se fue al descanso con un corto 0-1 para sus méritos.

Porque estaba claro que el Málaga volvería a la vida. Lo hicieron en el segundo tiempo. Varios cambios le dieron un extra de energía y la intensidad y el ruido hicieron el resto. Un escenario endurecido por el empuje del rival en el que el Celta Fortuna se encontró algo incómodo. Pero parecía resistir porque tampoco los malagueños parecían nada del otro mundo. Pero como suele suceder en estos casos fue el propio filial céltico el que se metió en el pozo. Ruly especialmente que mantuvo un balón en juego de forma innecesario con dos despejes ridículos cuando tenía que haber abrazado la pelota. En el último un despeje, un rebote y el balón que le cae a Roberto solo en el corazón del área para marcar el empate con media hora por delante.

Un golpe duro que el Celta Fortuna tardó diez minutos en digerir. Pero lo hizo. Y cuando sucedió el equipo volvió a dar la impresión de sujetar al Málaga que ya no volvió a dar noticias más que en jugadas a balón parado. En cambio, en el área contraria y pese a que Alfon ya estaba tieso, el Celta Fortuna estaba a un pase bueno de incendiar la Rosaleda. Pablo Durán y Fer López, que había entrado fresco, eran una amenaza cada vez más evidente. Pero siempre le faltó una pizca de acierto o le sobró un banderazo del juez de línea. Se abría el partido mientras los jugadoras caían por el cansancio. La prórroga no parecía mal escenario para el Celta Fortuna, pero en el minuto 87 en un centro desde el costado Yoel Lago se tragó el balón y lo dejó muerto a los pies de Roberto para que liquidase la eliminatoria. 

El Celta Fortuna trató de buscar aún el gramo de suerte que le ha faltado en esta temporada para hacer más grande su historia, pero el descuento fue una tomadura de pelo con el portero del Málaga ofreciendo un espectáculo denigrante mientras el árbitro silbaba mirando al cielo de Andalucía. Se acaba una temporada de un equipo al que solo se le puede dar las gracias.