Siempre nos quedará la cantera

La estelar actuación de Hugo Álvarez y Damián Rodríguez ante el Athletic Club demuestra el valor de los jóvenes de A Madroa ante las dificultades | Aspas y Veiga abrieron el camino ante Alavés y Barcelona

Damián Rodríguez felicita a Hugo Álvarez tras su gol ante el Athletic Club. // RICARDO GROBAS

Damián Rodríguez felicita a Hugo Álvarez tras su gol ante el Athletic Club. // RICARDO GROBAS / J. conde

El Celta se ha acostumbrado a vivir en el alambre en numerosos finales de temporada desde que celebró su último ascenso a la máxima categoría en el verano de 2012. Y en esos momentos complicados, ha surgido la figura de algún canterano para salir al rescate de los celestes. Sobre uno de esos hechos arrancó en el verano de 2009 la leyenda del futbolista más importante de la historia del club vigués. Iago Aspas no solo salvó con dos goles ante el Alavés al equipo vigués de un muy probable descenso a la tercera categoría. El moañés volvería a repetir la hazaña una década después, ya en la élite, ante el Villarreal. Y el año pasado fue Gabri Veiga quien con un doblete frente al Barcelona evitó una vez más el descenso a Segunda División. El pasado miércoles, otros dos chavales formados en A Madroa salieron al rescate del Celta ante un Athletic Club que se había adelantado en el marcador y amenazaba con arruinar la fiesta en Balaídos después de que el Cádiz ganase en Sevilla para situarse a dos puntos de los célticos. Hugo Álvarez y Damián Rodríguez surgieron entonces para voltear el gol de Berenguer, el primero, y para dirigir desde el centro del campo a los locales, el segundo, hacia una victoria que dejaba al Celta a un paso de la permanencia. El ourensano y el ponteareano demostraban su ADN ganador, además de talento, compromiso, afouteza y personalidad.

La cantera vuelve a ser trascendental en la historia reciente del Celta. Pero esta vez tuvo que llegar al primer equipo un entrenador de la casa para apostar desde el primer minuto por el talento de quienes habían sido sus pupilos en los últimos años. Claudio Giráldez prometió al relevar a Rafa Benítez que sería valiente y con él aparecieron en el primer equipo los dos futbolistas que más tarde destacarían por encima del resto en la victoria contra el Athletic Club.

“Esta es la fuerza de este club, lo que nos hace distintos y grandes. Lo importante es que estos jugadores sean el futuro del Celta”, proclamaba Giráldez tras el último partido de Liga en referencia a los canteranos, que han vuelto a prodigarse en los onces iniciales tras desaparecer por completo el 1 de marzo, en la visita del Almería a Balaídos. Ese día, Benítez rompía una tradición de más de 15 años jugando con al menos un canterano en el equipo titular.

Su relevo en el banquillo celeste, por el contrario, no duda de la importancia de los jóvenes valores: “A los jugadores hay que meterlos para ver si están preparados”. Y vaya si lo están los que acompañaron a Giráldez en su estreno en la máxima categoría. En una situación muy complicada, tras el triunfo del Cádiz y el tanto inicial de Berenguer, Hugo Álvarez y Damián Rodríguez irrumpieron como los más destacados del Celta. Estas jóvenes promesas del año 2003 no acusaron la responsabilidad y la presión para liderar a un equipo que necesitaba la victoria para despejar el horizonte. El ourensano dio la asistencia a Williot Swedberg para que el sueco empatase el partido y poco después se encargó de marcar el segundo gol tras un disparo desde fuera del área. Por su parte, el ponteareano aprovechaba su tercera titularidad en Primera División para demostrar la facilidad con la que supera líneas de pase y mejora la circulación del balón en el centro del campo. Con ellos dos en estado de gracia, el Celta volvió a salvar una comprometida situación.

Hugo y Damián son herederos del legado de un Iago Aspas que en marzo de 2019 también demostró el enorme valor de la cantera. El moañés protagonizó la remontada ante un Villarreal que se había ido al descanso en Balaídos con dos goles de ventaja. Con ese resultado, el Celta parecía condenado a un descenso irremediable. Pero entonces surgió un Aspas magistral para anotar el primero y el tercero de los goles celestes y sumar tres puntos que a la postre evitaron el descenso del conjunto vigués.

Y en el último partido del curso pasado, el Celta necesitaba una victoria para sumar su duodécima temporada consecutiva en Primera División. Balaídos fue escenario de la estelar actuación de un Gabri Veiga que anotó los dos goles del triunfo y se ganó definitivamente un traspaso millonario al fútbol árabe.

Alberola Rojas

El manchego Alberola Rojas será el encargado de arbitrar el partido entre andaluces y gallegos. Este colegiado anuló un gol de Larsen en Las Palmas. En el VAR estará Del Cerro Grande.

Pendientes de Guaita y pensando en rotaciones

El Celta prepara la cita del domingo ante el Granada (Los Cármenes, 19 horas) pendiente del proceso viral de Vicente Guaita, ausente ante el Athletic Club, y pensando en otra ronda de rotaciones en el once titular teniendo en cuenta el desgaste físico sufrido por algunos jugadores en la cita del pasado miércoles. Tras el duelo contra los bilbaínos, Claudio Giráldez reconocía que Larsen, Beltrán, Carles Pérez, Carlos Domínguez y Starfelt habían acabado con alguna molestia. Afrontar tres partidos en una semana pasa factura y Giráldez apostará, como ante el Athletic, por introducir más cambios de los habituales en el once titular que se enfrente al conjunto nazarí. Un virus impidió que Guaita jugase el miércoles contra el Athletic Club. El valenciano, sin embargo, presenció el partido desde el banquillo y se espera que pueda regresar a la titularidad este domingo. De lo contrario, Iván Villar sería el encargado de resguardar la portería celeste. También podrían volver al once jugadores que no tuvieron minutos el miércoles, como Jailson, Unai Núñez e incluso Renato Tapia.

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