La cantera se abre paso a empellones

Los chicos del filial responden con madurez, arrojo y brillo a la confianza de Giráldez

Damián, Hugo Sotelo y Hugo Alvarez, ayer en el vestuario

Damián, Hugo Sotelo y Hugo Alvarez, ayer en el vestuario / FDV

Claudio Giráldez dejó patente en su primera alineación con el primer equipo su sensibilidad hacia la cantera. El Celta cuenta con una prometedora hornada de futbolistas y el porriñés, que los conoce a la perfección, parece dispuesto a exprimir todo su talento dándoles galones dentro de un esquema y una propuesta de juego que han mamado desde hace años en el filial.

El hecho de manejar el plantel más amplio desde el retorno a Primera División hace doce años no ha impidió al joven técnico céltico echar mano de tres chicos del Fortuna, el máximo permitido, en su estreno en el fútbol profesional. Carlos y, en menor medida, Sotelo, llevan desde hace tiempo en dinámica del primer equipo. Su presencia en el primer once de Giráldez no fue tan sorprendente como la de Hugo Álvarez, que debutó en Primera con Coudet y a quien Benítez había empleado residualmente en un par de partidos.

El buen desempeño de Domínguez, único central zurdo del plantel, no fue una novedad en un partido en que los desajustes derivados de la presión alta ejercida en campo rival generaron un buen número de problemas. Visiblemente cansado, Giráldez le dio relevo por Starfelt, sorprendentemente ayer suplente.

Sotelo tuvo cierta presencia con Benítez en los primeros partidos, pero hacía tiempo que había desaparecido de vida competitiva del Celta de no ser para jugar minutos intrascendentes. Claudio le otorgó ayer la responsabilidad de dirigir el inicio de las operaciones y romper líneas en campo rival, reto al que respondió con inteligencia táctica y criterio en el manejo del balón, a menudo con interesantes cambios en la orientación del juego.

Da mián Rodríguez, Hugo Sotelo y Hugo Álvarez, en el vestuario del Pizjuán tras el triunfo. |

Carlos Domínguez y Hugo Alvarez presionan a Ocampos durante el partido. / Efe

Pero la actuación más interesante y solo relativamente sorprendente o los buenos minutos que había firmado cuando se le dio la oportunidad, fue la de Hugo Álvarez, con un partido para enmarcar que le augura un futuro muy importante en este equipo. El ourensano tiene el talento y la mentalidad que se necesita para triunfar en Primera y se acomoda a la perfección a la novedosa posición de carrilero avanzado de perfil abiertamente ofensivo que además conoce al dedillo del filial.

La traca final del choque fue el debut en Primera División de Damián Rodríguez, el medio centro que sujeta desde atrás al Fortuna, que ayer cumplía 21 años. Claudio le hizo un regalo que no olvidará al que el chico respondió con un aplomo y madurez impropia de su inexperiencia. Suplió a Hugo Álvarez justo antes de que el Celta se pusiese por delante en el luminoso y contribuyó luego a dar pausa y control al juego para administrar con inteligencia la ventaja.