Gabri Veiga cambia su plan de vuelo

El centrocampista porriñés jugará la Liga Saudí después de un sorprendente giro cuando el Celta y el Nápoles ya habían alcanzado un acuerdo -

El agente del futbolista cerró el trato con el Al-Ahli que pagará algo menos de cuarenta millones

Veiga viajó a París para pasar las pruebas médicas

Gabri Veiga salundando a la afición tras un partido en Balaídos

Gabri Veiga salundando a la afición tras un partido en Balaídos / Marta G. Brea

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

En un movimiento que ha dejado de piedra al mundo del fútbol Gabri Veiga ha decidido sumarse al éxodo de futbolistas que atraídos por contratos inimaginables han encontrado acomodo en la incipiente Liga Saudí. El Al-Ahli, que este verano ya ha reclutado a futbolistas como Mahrez, Firmino, Kessie o Mendy, pagará al Celta una cantidad próxima a los cuarenta millones de euros que figuran en la cláusula de rescisión para hacerse con los servicios del futbolista porriñés.

La noticia, que se produjo a última hora de la tarde del lunes que fue cuando el futbolista comunicó a los dirigentes célticos que el Nápoles no sería finalmente su destino, ha dejado a todo el mundo descolocado aunque permitirá el Celta desatascar una situación delicada y afrontar el tramo final del mercado de fichajes con capacidad para hacer los movimientos que faltan para completar la plantilla.

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La situación de Gabri Veiga ha evolucionado en los últimos meses de manera asombrosa. En primavera parecía que su destino estaba en la Premier League debido al fuerte interés que tenían un puñado de equipos (Mouriño en rueda de prensa habló de cinco equipos que estaban dispuestos a poner el dinero de la cláusula de rescisión); en verano el protagonismo pasó para el Nápoles que parecía tener sellado el acuerdo con todos los implicados hasta que apareció en escena el Al-Ahli saudí.

Un desenlace sorprendente por lo inesperado y por la velocidad en la que el calcetín se ha dado la vuelta. Porque hace días que el Celta y el Nápoles, el primer equipo que en primavera presentó una propuesta formal a la que Veiga y su entorno apenas prestaron atención convencidos de que su destino estaba en otro lugar, habían sellado las condiciones del trato por el que Gabri Veiga se convertiría en jugador del actual campeón de Italia. Poco más de treinta millones fijos y otros seis en variables.

El miércoles, durante la celebración del centenario en la Ciudad Deportiva Afouteza, los responsables del club daban por seguro el acuerdo y matizaban que solo estaban a la espera de que el agente de Gabri Veiga cerrase los detalles de su trato con el Nápoles. Las comisiones de Pini Zahavi, el agente que dirige la carrera del porriñés desde hace unos meses cuando éste aparcó a Caloi, parecían tener la culpa según las informaciones que salían desde el club italiano. Pero no era así. En escena había otro actor al que nadie había detectado todavía.

La Liga Saudí, que lleva meses arrebatando piezas –casi todas en el tramo final de sus carreras– a las grandes ligas europeas, había elegido con la ayuda inestimable del agente israelí al joven talento de 21 años, a una de las irrupciones más importantes de la pasada temporada en el viejo continente. Y su poderío económico hizo el resto. La oferta para Gabri Veiga es deslumbrante (se habla de hasta diez millones libres de impuestos que es cuatro veces lo que cobra el futbolista mejor pagado en Vigo) y al Celta le ofrece la posibilidad de sacar una cifra algo superior a lo que tenía acordado con el Nápoles. No es la cláusula que Carlos Mouriño había prometido que sería necesario pagar para llevarse al porriñés, pero se acerca bastante.

Gabri Veiga besando el escudo del Celta

Veiga celebra su primer gol en el partido de la última jornada ante el Barcelona. / Marta G. Brea

La “palanca”

Para el Celta la operación es esencial porque llevaba un tiempo estancado en el mercado sin poder hacer las tres operaciones que restan para cerrar la plantilla que dirigirá esta temporada Rafa Benítez. Es su particular “palanca” para esta semana. Las restricciones que impone a los equipos la Liga le limitan y sobre todo no le permiten maniobra a la espera de conocer exactamente la cantidad de dinero que se puede gastar hasta el 1 de septiembre. Si ese margen aumenta gracias al traspaso de Gabri el nivel de las incorporaciones podría aunmentar.

Por eso el Celta tiene cierta urgencia en que se cierre la operación y se intercambien los contratos debidamente firmados. En ello están en estos momentos. Tan claro parece el asunto que Rafa Beñítez habló del porriñés ya en pasado en la rueda de prensa previa al partido contra el Real Madrid y Gabri Veiga salió hoy de Vigo en dirección a París donde le esperaba su agente para pasar los pertinentes exámenes médicos (así ha procedido el Al-Ahli con los fichajes que ha realizado del mercado europeo) y firmar los contratos antes de viajar a Arabia Saudí para iniciar una nueva andadura profesional que no todo el mundo entiende. Hoy el nombre del canterano del Celta protagonizó la mañana. El fútbol europeo se ha acostumbrado a la fuerza este verano a ver salir futbolistas en dirección a ese lucrativo campeonato. Pero no parecían preparados para la salida de un chico que está comenzando su carrera y a quien casi todo el mundo veía vestido con algunas de las grandes camiseta del continente. Es como si la amenaza saudí fuese mucho más importante hoy que se ha cobrado una apetecible pieza joven que hoy que parecía centrada solo en jugadores que estaban de vuelta. Hoy mismo el Celta afrontará su primer partido sin Gabri Veiga. Ha sido efímero su tiempo en el club vigués. Cuando marcó ante el Betis el gol de la victoria parecía que estrenaba un tiempo, una era. No que nadie imaginaba en aquel momento es que iba a durar tan poco tiempo.