El Marsella quiere comprar a Rubén

El club francés ofrece entre 4 y 5 millones de euros para adquirir en propiedad al guardameta,que valora la propuesta - El Celta cuenta con el mosense, pero no pondrá trabas al jugador si se inclina por salir

Rubén Blanco sostienela camiseta del Olympique durante su presentación en el Velodrome.  // O. M.

Rubén Blanco sostienela camiseta del Olympique durante su presentación en el Velodrome. // O. M. / OM

Rubén Blanco puede ser el próximo canterano en abandonar la disciplina del Celta. El Olympique de Marsella ha presentado una oferta formal para adquirir en propiedad al guardameta, que el pasado curso jugó cedido en el conjunto galo. El OM ofrece entre 4 y 5 millones de euros por Rubén, que valora la propuesta. El Celta también la está estudiando. El club celeste contaba con repescar al mosense este verano, pero no parece que vaya a poner demasiadas trabas a la operación si el guardameta se inclina por cambiar de aires. La pelota está en el tejado de Rubén.

El Olympique está contento con el rendimiento del cancerbero mosense. Aunque el equipo francés no se ha clasificado de forma directa para la próxima edición de la Liga de Campeones, la entidad que preside el español Pablo Longoria está satisfecha con el trabajo del canterano céltico y quiere incorporarlo de forma definitiva a su plantilla para que vuelva a competir el próximo curso con el barcelonés Pau López.

El Celta contaba con repescar este curso a Rubén para competir con Iván Villar por la titularidad en la portería celeste. La grave lesión sufrida por Marchesín, que se rompió el tendón de Aquiles a comienzos de febrero, reforzó la opinión sobre la conveniencia de recuperar al guardameta de Mos, su gran apuesta durante años para la portería. Antes de ser cedido al OM el pasado verano, Rubén renovó con el Celta hasta 2027. Cuatro años más de contrato que confirman la confianza a largo plazo del club en el guardameta. El propio Juan Carlos Calero, hombre fuerte de Luis Campos en la secretaría técnica celeste, declaró hace unos meses que pensaban en Rubén como el portero de futuro del Celta para los siguientes años.

A esta circunstancia hay que añadir el problema de descapitalización de la cantera sufrida por el Celta en las dos últimas temporadas. El pasado curso, por muy diferentes motivos, dejaron el club Brais Méndez, Santi Mina y Denis Suárez. A ellos se ha sumado recientemente Hugo Mallo y pronto lo hará Gabri Veiga, cuya marcha se da por segura previo pago de los 40 millones que estipula su cláusula. La salida de Rubén reduciría a la mínima expresión la presencia de canteranos en el primer equipo celeste. Apenas Aspas e Iván Villar en el equipo titular, a los que habría que añadir, si renueva, a Kevin; a Fontán y Carreira, si se les repesca; y a Carlos Domínguez y Miguel Rodríguez, este último con contrato del filial.

En definitiva, el Celta quiere contar con él, pero tampoco le pondrá trabas para salir si el jugador está realmente convencido de que su futuro está lejos de Vigo. La experiencia de este último año en Marsella ha sido enriquecedora para el mosense, tanto en el aspecto personal como en el deportivo. El propio Rubén ha declarado que se siente “muy cómodo” en el Olympique. Al jugador le encanta Marsella, valora la experiencia de vivir en otro país y aprender un idioma y se le ofrece la oportunidad de competir en uno de los principales equipos del campeonato francés y un grande del fútbol europeo.

Suplencia

La suplencia del pasado curso en el OM tampoco supondría un gran obstáculo. Aunque la lesión de Pau López le concedió cierto protagonismo en el arranque de la temporada, la participación de Rubén no alcanzó los 600 minutos repartidos en siete encuentros (seis de liga y uno de Copa) y el guardameta no pudo cumplir su sueño de debutar en LaLiga de Campeones. Pero Rubén está dispuesto a pelear el puesto. El Olympique disputará en los próximos meses la fase previa del primer torneo europeo, con la oportunidad de disputar la Champions el próximo curso. Y el hecho de que el OM busque nuevo técnico (el favorito para ocupara ocupar el banquillo es el argentino Marcelo Gallardo) le permitiría partir de cero en la lucha por la titularidad.

No se espera, en todo caso, que la operación se realice de una forma inmediata. Hay que considerar que el Celta tampoco tiene entrenador y el club no quiere precipitarse con una venta para una posición estratégica, que no tiene doblada debido a la lesión de Marchesín. El argentino tiene contrato hasta 2025, pero no se le espera de vuelta hasta bien entrada la próxima Liga. Si Rubén sale en este mercado, el Celta evaluaría la posibilidad de fichar a un portero de perfil bajo o un guardameta de perfil alto para el filial que pudiese actuar provisionalmente como suplente de Iván Villar.

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Ocho futbolistas, además de Rubén Blanco, tienen que retornar al Celta tras concluir su periodo de cesión: Sergio Carreira, Julen Lobete, Orbelín Pineda, José Fontán, Miguel Baeza, Alfon González, Toro Fernández y Santi Mina. Los ocho regresan en dispar situación y no todos van a reincorporarse al nuevo plantel. Algunos se reintegrarán al nuevo proyecto, otro serán traspasados, si llegan ofertas, y otros volverán a ser cedidos. Se cuenta, no obstante, con que la mayoría inicie la pretemporada el próximo 3 de julio a las órdenes del nuevo técnico. La decisión final corresponderá al nuevo inquilino del banquillo, pero es seguro, por ejemplo, que Santi Mina no volverá a vestir la zamarra celeste. El delantero, pendiente de recurso por una condena de cuatro años de cárcel por abusar sexualmente de una mujer en 2017, tiene un año más de contrato tras jugar cedido el pasado curso en el Al-Shabab saudí. Luis Campos debe encontrarle un nuevo destino (otra cesión hasta extinción del vínculo contractual) antes del 3 de julio para no verse en el trance de que inicie los entrenamientos con el resto del equipo. El resto iniciará previsiblemente la pretemporada. Aunque el nuevo técnico tendrá la última palabra, Carreira y Lobete cuentan opciones de quedarse, al igual que Orbelín Pineda. La salida de Mallo abre un hueco en el lateral derecho al vigués, que retorna reforzado por su buena temporada en Segunda con el Villarreal B; Lobete podría ser un complemento para la delantera, siempre que convenza al nuevo entrenador. A Orbelín lo avala su gran campaña en el AEK de Atenas, que quiere comprarlo. El Celta quiere, en todo caso, que el técnico evalúe al mexicano. Lo mismo ocurrirá con Fontán, que volverá a ser cedido si no se queda. En cuanto a Baeza y Alfon, todo apunta a que volverá a ser cedidos, lo mismo que el Toro Fernández, si no se logra un traspaso.

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