Castro compromete estudiar una solución para el pésimo transporte público en O Salnés

El presidente de la Mancomunidade mantiene que su objetivo prioritario es resolver el problema del agua pero reconoce que la comarca no cuenta con buenas conexiones

Estación de autobuses de Cambados.

Estación de autobuses de Cambados. / Noé Parga

A. G.

O Salnés puede presumir de estar unido a Madrid por dos vías diferentes, el tren de alta velocidad y las vías de alta capacidad para vehículos, pero esa ventaja se convierte en un auténtico infierno si el objetivo de un vecino de la comarca es intentar y trasladarse de un municipio al limítrofe en transporte público. Malas conexiones o, directamente, ausencia de autobuses para hacerlo son dos de los inconvenientes más habituales con los que se encuentran los usuarios, problemas que ya se han convertido en endémicos en el transporte público de la comarca.

David Castro, presidente de la Mancomunidade de O Salnés, reconoce que la situación en la que se encuentra el transporte público en la comarca no es precisamente halagüeña. “Es un tema que tenemos que analizar y ver, pero después de rematar proyectos como aquellos en los que estamos centrados en estos momentos, caso de la mejora de la red de suministro de agua, que en estos momentos es algo prioritario”. Castro no quiere decir con esto que “no nos preocupe la situación, pero creemos que se debe abordar en otro momento”.

Eso si, en el momento en que la Mancomunidade se lance a intentar resolverlo, Castro entiende que se debería comenzar con “un estudio en profundidad de cual es la situación real del transporte en la comarca, sobre todo, para ver “si la falta de líneas regulares entre un municipio y otro se debe a que no existe demanda de ningún tipo o a otras cuestiones”. Castro mantiene que la cuestión del transporte en la comarca “no es un tema fácil porque el gran handicap que tenemos es la enorme dispersión que tiene la comarca, por eso creo que , antes de lanzarnos a una solución, se debe hacer un estudio en profundidad de cuales son las necesidades reales, cómo afrontarlas y ver qué componentes y actores debemos participar en la búsqueda de esa solución”. Entre esos componentes, Castro entiende que deben encontrarse los alcaldes, la Consellería de Infraestrututras, pero también las empresas que se dedican al transporte.

Las deficiencias en el transporte público se han convertido en un problema endémico de la comarca de O Salnés, un problema que impide, por ejemplo, que los alumnos de A Illa de Arousa que tienen bachillerato en el IES A Basella, del vecino municipio de Vilanova, tengan conexiones directas y sus padres tengan que recurrir a contratar un autobús para su traslado. También resulta prácticamente que vecinos de Meis, Meaño o A Illa puedan desplazarse a Cambados en transporte público si no es a través de combinar varios enlaces, lo que provocaría que el trayecto se eternizase por completo. Muchos alcaldes se han quejado de esta situación que permite a la comarca, no solo para los usuarios locales, sino también para los muchos visitantes que eligen O Salnés como punto de destino de sus vacaciones.

La estación modal que quedó en nada

La comarca ha buscado soluciones a este problema, e incluso, ha llegado a plantear alguna propuesta a la Xunta que no llegó a ser aceptada. Entre esas propuestas que se puso encima de la mesa ante la Xunta fue la de ser la propia Mancomunidade la que gestionase el funcionamiento del transporte público, algo para lo que no tiene competencias. Esa propuesta pasaba por buscar una fórmula para que los diferentes concellos pudiesen gestionar las diferentes líneas en función de la necesidad de los pasajeros. Otra propuesta fue la de crear una especie de área metropolitana que girase en torno a Vilagarcía, que actuaría como eje central gracias a su estación de autobuses y la estación de tren, al mismo tiempo que permitiría a los vecinos de O Salnés disponer de las ventajas que tienen áreas metropolitanas como la de Vigo o Pontevedra. Sin embargo, la propuesta, planteada des el grupo de gobierno socialista de Vilagarcía, no convenció a varios de los municipios limítrofes, especialmente a Vilanova y a su alcalde, Gonzalo Durán, más partidario de que cada municipio crease una especie de línea circular, similar a la que posee este municipio, con puntos de conexión en las límites municipales. Ambas propuestas acabarían enterradas en un cajón. La imposibilidad de llegar a un acuerdo mantiene todavía los problemas para moverse por toda la comarca, una de las más turísticas y visitadas de Galicia pero en la que resulta imposible moverse sin depender del coche particular.

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