No hay edad para entrar en las filas de una buena banda de música como la de Meaño

La BUMM senior se convierte en un auténtico referente para aquellos que siempre tuvieron ilusión por los instrumentos

Martín Basdediós, en la banda sénior de la BUMM.   | // T.H.

Martín Basdediós, en la banda sénior de la BUMM. | // T.H.

Tino Hermida

¿Tiene un padre, madre, abuelo, o conoce a un antiguo intérprete que había aparcado la música, y que le gustaría volver, para socializarse, empatizar o trabajar psicomotricidad y mente a través de la música?. Esté donde esté, Meaño le abre la puerta para ofrecerle la oportunidad para un reencuentro emocional, y hallar un solaz al que asirse entre semana para invertir -que no matar- el tiempo.

Primer concierto de la agrupación sénior en el colegio de As Covas.   | // T.H.

Primer concierto de la agrupación sénior en el colegio de As Covas. | // T.H. / Tino Hermida

La Banda Sénior de la BUMM que ha echado a andar es, por el momento, una formación de cámara que arranca con una decena músicos, la inmensa mayoría, integrantes que rondan el medio siglo de vida. Para unos, volver es una inquietud a compartir con sus hijos -cuando no sus nietos- que están enrolados en la Escuela Municipal de Música de Meaño. “Unas veces somos nosotros los que tiramos de los pequeños, pero llega un momento en que son ellos mismos los que lo tiran de nosotros y nos animan a volver a tocar”, reconoce uno de los integrantes. En la dirección ejerce, con tan solo 23 años, un joven Antón Caneda Telmo (Sanxenxo), trompista forjado en la cantera de la BUMM, que cursó el Grado Superior de Conservatorio en trompa y que, actualmente, compagina con su labor de director en la Banda Xuvenil y ahora la sénior”.

Un momento de la actuación antes los alumnos de Meaño.   | // T.H.

Un momento de la actuación antes los alumnos de Meaño. | // T.H. / Tino Hermida

“Para mí -reconoce Antón Caneda- es un aliciente alternar las dos generaciones tan distintas: los veteranos de la Sénior, y los cadetes de la Banda Xuvenil… Y yo ahí en medio, a mis 23 años, a caballo entre estas dos generaciones: una, que es la que está descubriendo este mundillo; y otra, la sénior, que es la que vuelve, y lo que me llama la atención de esta última es que lo hacen cargados de muchísima ilusión para revivir momentos”.

Desempolvar instrumentos

En la Banda Sénior, explica, “tocamos pasodobles y temas que interpretaban antes y que habían marcado aquella generación suya, y los alternamos con algunas piezas nuevas y frescas”. “El objetivo -añade- es que la gente venga y que no se frustre porque las cosas no salgan después de tanto tiempo, sino que desempolven su viejo instrumento y disfruten de volver a estar juntos como antaño”.

La más veterana

La abuela de esta nueva formación es Teresa Padín Varela, quien a sus 70 años es una de las veteranas más fieles y querida en la familia bandística meañesa. Natural de Xil, el violonchelo la cautivó ya de mayor, y esa es una pasión que se resiste a perder. “Me metí en la música ya con 57 años -explica-, animada porque mis hijas eran músicas, y esa pasión suya me fue envolviendo como madre”. “Tal fue mi afición -agrega- que durante muchos años estuve tocando con la BUMM, pero con la COVID, a mis años y con mi delicada de salud, me fui apartando”. Pero el nuevo proyecto, y a la par su marido Pepe Chaves que siempre vino alentándola en la adversidad, ayudaron a reengancharla: “Me hace muy feliz volver a tocar -reconoce-, y aunque llegué a ese mundillo muy de mayor, siento que la música es mi vida”. Una Teresa Padín que a sus 70 años, deja el consejo para sus coetáneos: “Nunca es tarde para empezar en música, yo soy el buen ejemplo que demuestra que podemos iniciarnos a cualquier edad y que podemos volver a disfrutar de la música como un chiquillo”.

Otros integrantes

Entre la decena de integrantes, algunos son repescados del mundillo de la orquesta, que habían dejado, cuando el directo sobre los viejos palcos de madera era el rey. Entre ellos, el meañés Martín Basdediós, natural de Padrenda, quien había sido en los años 80 saxofonista en orquestas como Caravana o Principal, y que hoy se suelta en la Banda Sénior con la flauta travesera que también dominaba. O Doro Santamaría, trompetista de Vilalonga, que a sus 56 años rememora sus años sobre el escenario, formando parte en su día de orquestas como Ritmo Joven, Poceiro, Solara, o Pasarela, entre otras.Otros, como Samuel Sóñora (clarinete) o Marcos Castro (fliscorno), meañeses ambos que, siendo niños, habían integrado la primera generación de la Banda de Música de Meaño .

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