La gran fiesta de San Pedro llega a todas las casas y rincones de la parroquia de Cornazo

La parroquia de Cornazo celebra por todo lo alto sus fiestas de San Pedro, una cita que ante todo busca la convivencia y pasarlo a lo grande durante tres días. La asociación lleva un mes colgando kilómetros de banderolas para animar y dar aire festivo a todos los núcleos por los que desde el viernes recorren charangas y grupos de gaiteiros. “Hay vecinos que solo los pueden ver por la ventana y cuando paran lloran de emoción porque les evoca otros tiempos”, afirman en la comisión.

Cornazo celebra hoy su día grande con misa solemne a las 11.30 horas, seguida de procesión en la que sacarán a hombros a San Pedro, San Roque y la Virgen del Carmen en un pequeño pero emotivo recorrido de unos 400 metros de longitud alrededor de la iglesia.

Es el acto central pero no el más significativo ni importante pues la comisión de fiestas, formada sobre todo por jóvenes como Ángel Pérez o Rubén Abalo, pretende especialmente recuperar un espacio de convivencia “para vernos una vez al año, sin que sea solo en los entierros”, explica el primero.

Una celebración que desde 2016 (salvo los dos años restringidos por la pandemia) se realiza en el entorno de una fiesta que tiene todos los ingredientes de “solidaridad” , esos que solo se pueden ver en las fiestas de pueblo a pesar de su limitado presupuesto que consiguen a cuentagotas a lo largo del año vendiendo rifas, camisetas, recuerdos u organizando churrascadas en septiembre por San Roque o en la celebración de la Virgen de la O, el 18 de diciembre.

Y así poco a poco reúnen el dinero para organizar unas fiestas en las que no falta de nada, con alboradas, disparo de bombas artificiales, juegos de espuma para los niños y verbenas con los grupos de más alto nivel como Capitol que esta noche llenó el campo de fiestas.

Se trata, sobre todo, de pasárselo bien una vez al año y recuperar una tradición que va a cumplir cuatro décadas de la primera. “Fue a mediados de los ochenta cuando un grupo de vecinos organizó una romería campestre que duró hasta 1993”, relata Ángel Pérez. Una cita que partía tan de cero, tanto que hasta tuvieron que encargar la talla de San Pedro que hoy sale en procesión. Ese fue el último año de la primera etapa hasta que a principios del presente siglo se retomó “pero solo duró dos o tres ediciones; hasta 2016 en que un grupo de seis jóvenes vecinos de la parroquia decidió retomar la fiesta; hoy somos 19 los que formamos parte de esa comisión”, explica con entusiasmo este implicado vecino de esta parroquia vilagarciana.

Y desde 2016 fue creciendo la efemérides para formar parte de un calendario festivo que nació por esa casualidad de que había gente con ánimos para celebrarla.

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