La construcción se resiste tras la crisis del ladrillo: No hay relevo laboral en O Salnés

Las esperas para el inicio de cualquier actuación pueden llegar hasta un año | La escasez de trabajadores con cualificación aumenta la demanda, incrementa los precios y produce migración entre las propias empresas

Obreros en un edificio que se ejecuta en Vilagarcía de Arousa. |  // NOÉ PARGA

Obreros en un edificio que se ejecuta en Vilagarcía de Arousa. | // NOÉ PARGA

El sector de la construcción en Vilagarcía y su comarca se enfrenta a un problema estructural que amenaza con paralizar su crecimiento: la escasez de mano de obra especializada. Esta situación está creando un cuello de botella en la ejecución de proyectos, derivado principalmente de la falta de relevo generacional en el oficio. Esta problemática no solo afecta a la construcción de nuevas viviendas, sino que también tiene un impacto significativo en la economía local y regional.

Manuel Rañó, presidente del Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Pontevedra (Coatpa), expone con claridad la magnitud del problema. “Hay empresas a las que les pides presupuesto para un proyecto y tardan 2 o 3 meses en contestar. Además, hasta un año después no se ejecuta nada. Eso está pasando a diario en el sector”, comenta Rañó, subrayando que esta situación se ha vuelto común y está afectando seriamente a la eficiencia y la planificación de las empresas de construcción.

Difícil contratación

La falta de trabajadores cualificados está limitando la inversión en viviendas nuevas, lo que se traduce en proyectos ralentizados o aplazados. Este retraso no solo afecta a los promotores y constructores, sino también a los compradores potenciales que ven cómo se alargan los plazos de entrega de sus futuros hogares. Además, la escasez de oferta está provocando un aumento en los precios de las viviendas, lo que agrava aún más la situación en un mercado ya de por sí tensionado.

Manuel Rañó destaca que este déficit de capital humano no solo está afectando a la velocidad de ejecución de los proyectos, sino que también está forzando a las empresas a establecer sus propios tiempos de trabajo según la disponibilidad de su personal. “Son precisamente las empresas las que están haciendo su agosto. Una cosa es que no puedan abordar más proyectos, pero la lectura es que no les falta trabajo y pueden pautar sus tiempos en función de su material humano. Hay mucha demanda de obra”, afirma Rañó.

Alternativas

Uno de los factores críticos que alimenta esta crisis es la falta de jóvenes que ingresen al sector. En una reflexión profunda, Rañó se cuestiona por qué muchos jóvenes prefieren la hostelería cuando la construcción ofrece mejores condiciones laborales. “Es difícil entender que no haya cantera de trabajadores del sector cuando ahora ya no tiene nada que ver con lo que era. Hay vacaciones y horarios y se disfruta de puentes y festivos con unos salarios muy dignos”, comenta, destacando que las condiciones laborales en la construcción han mejorado significativamente en los últimos años.

Los avances tecnológicos y las mejoras en las condiciones laborales han cambiado radicalmente la industria de la construcción. “Hoy en día, la mayoría de las empresas dan los medios necesarios porque la normativa así lo exige. Incluso si el tiempo es muy malo ya no trabajas en el exterior”, señala Rañó, destacando que la percepción de la construcción entre los jóvenes no se corresponde con la realidad actual del sector. Además, menciona que se está avanzando hacia el uso de piezas prefabricadas en lugar de los métodos tradicionales de ladrillo y masa, lo que reduce la exigencia física del trabajo y aumenta la eficiencia en los proyectos.

Actividades lastradas

La escasez de trabajadores no se limita únicamente a los albañiles, sino que se extiende a otros oficios esenciales como la fontanería y la electricidad. Esta falta de personal está generando una alta migración de trabajadores entre empresas del gremio. “Se están robando capital humano entre unas empresas y otras. No hay gente para trabajar y muchas empresas se están quedando sin personal para atender toda la demanda de trabajo que tienen”, concluye Rañó, evidenciando la intensa competencia entre empresas por retener a sus empleados cualificados.

Las rehabilitaciones ganan de largo a la vivienda nueva

En el actual mercado de la vivienda es la rehabilitación la que se impone con mucha autoridad a la obra nueva. Apunta Manuel Rañó que “desde el gobierno central se apuesta por la reforma. Sobre el 80% de los edificios actuales en una zona como Vilagarcía son antiguos”. Aparte de la apuesta gubernativa, otro factor que marca la tendencia actual es lo relativo al aumento en el precio de los materiales, si bien parece que tiende a estabilizarse después de tres años de subida constante. “Es una auténtica locura. Desde la pandemia no ha hecho más que subir todo. Hay momentos que parece que va a parar, pero no ves un factor claro. Creo que hay un componente claramente especulativo”, señala el presidente de Coatpa. Por otro lado, está latente la necesidad de nueva vivienda. “Creo que habría que construir muchísimo más porque estamos lejísimos de poder ofrecer todo lo que la gente necesita y a un precio al que puedan acceder. Es cierto que ahora se construye con una calidad muy buena que nada tiene que ver con lo que se hacía antes de 2006, pero es que desde ese año apenas se ha construido nada”. En este sentido, Rañó pone en valor que “se están preparando ya proyectos nuevos para incrementar el parque de vivienda”, pero recalca que son proyectos que necesitan un tiempo para avanzar por los diferentes trámites que tienen que cumplirse. “Si hay una programación para que cada poco tiempo vaya habiendo más promociones, en un plazo de unos cinco o seis años sí que podría haber una cantidad de viviendas mucho mayor de todo lo que teníamos hasta ahora”, finaliza.

Para abordar esta crisis, se considera esencial que tanto las empresas como las instituciones educativas y gubernativas trabajen de manera conjunta. Se deben crear programas de formación y capacitación que atraigan a los jóvenes al sector de la construcción, destacando las mejoras en las condiciones laborales y las oportunidades de desarrollo profesional. Además, es crucial cambiar la percepción pública del trabajo en la construcción, mostrando que es un sector dinámico y en constante evolución, con un fuerte componente tecnológico y condiciones laborales dignas.

El sector de la construcción en Vilagarcía y su comarca está en una encrucijada: a pesar de la alta demanda y las mejoras en las condiciones laborales, la falta de mano de obra especializada amenaza con frenar su crecimiento y elevar los costos, dejando a la región con un desafío considerable que resolver. La solución a esta crisis no será sencilla ni rápida, pero con una estrategia bien coordinada y el compromiso de todos los actores involucrados, es posible revertir la tendencia y asegurar un futuro próspero para la construcción en la comarca.

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