Meses sin ingresos llevan a las mariscadoras a abandonar el sector y buscar otro empleo

En A Illa van a solicitar el cese de actividad tras más de dos meses sin faenar

Lino Díaz: “Hay gente que no recibirá ayudas, no puede ir a trabajar y está sin ingresos desde diciembre”

Piden medidas ante esta situación

Mariscadoras de A Illa trabajando en un arenal del municipio el pasado mes de noviembre.

Mariscadoras de A Illa trabajando en un arenal del municipio el pasado mes de noviembre. / Iñaki Abella

A. G.

La ría de Arousa está haciendo frente a la que puede ser la mayor crisis productiva de su historia, con miles de familias sin ingresos económicos debido al cese de actividad al que se han visto obligadas prácticamente todas las cofradías por la falta de marisco. Esta situación está provocando que, a cuentagotas, los mariscadores a pie y a flote comiencen a huir del sector para encontrar los ingresos que no tienen. La mayor parte de los mariscadores a pie y a flote llevan desde el mes de diciembre sin trabajar, y los que lo han hecho, apenas han sacado para los gastos de seguro o de gasolina. La mayor parte de los mariscadores apenas han cobrado los 550 euros de la ayuda que se repartieron en febrero durante todos estos meses, pero hay algunos que ni eso han recibido y se encuentran en una situación muy complicada.

El abandono del sector comienza a notarse en A Illa, donde las mariscadoras de a pie suman dos meses de cese sin ningún tipo de ingreso, lo que ha llevado a más de una decena de mujeres a abandonar el marisqueo en las últimas semanas. Lo reconoce Inma Rodríguez, la presidenta de la OPP-20, que ya anuncia que “vamos a solicitar el cese de actividad y estaremos pendientes de si nos lo conceden”.

La responsable del pósito isleño señala que a muchas de esas mariscadoras “no le queda otra que dejar el marisqueo, porque necesitan unos ingresos que aquí ya no existen; tienen hijos, tienen familia y no está claro que puedan recibir las ayudas por el cese de actividad”. A ello se suma que cuestiones como el seguro, pese a estar sin trabajar “deben seguir abonándolo, por lo que resulta muy complicado que puedan hacer frente a tantos gastos”.

La situación al otro lado del puente es también preocupante. La Cofradía de Vilanova lleva desde el pasado mes de febrero en un ERE, con las mariscadoras paradas desde el mes de diciembre y con el marisqueo a flote sin ser capaz de retomar la actividad., después de que esa decisión acabase durando tan solo ocho días hace unos meses. El patrón mayor de la cofradía, Lino Díaz, explica que “las mariscadoras llevan paradas desde el mes de diciembre pasado; ya han solicitado dos ampliaciones de cese y, lo más previsible, es que no vuelvan a faenar hasta el próximo mes de octubre”. La documentación del cese ya se ha tramitado ante la Consellería, pero Lino Díaz advierte de que “muchas se pueden quedar fuera de esas ayudas, personas que no pueden ir a trabajar y están sin ningún tipo de ingreso; de ellos no nos podemos olvidar, porque están viviendo una situación dantesca”. La situación de abandono del marisqueo es extensible a la actividad de a flote, donde Díaz también advierte que hay mariscadores que “están optando por abandonar el sector, hay muchas embarcaciones a la venta porque es imposible vivir así, nuestras familias también comen todos los días”.

Insiste en que en su Cofradía “hay familias enteras que viven del mar, por lo que tampoco es normal aguardar durante seis meses a recibir las ayudas, entiendo que deberían habilitar la fórmula para darlas antes”, e incluso, plantea que “todos aquellos que cobren esa ayuda, deberíamos trabajar limpiando las playas, regenerando bancos marisqueros, etc; estoy de acuerdo en que, si cobramos, se nos exija algo, pero no en mantener esta espera que está haciendo sufrir a miles de familias”.

De la problemática alerta el colectivo Mulleres Salgadas, que hace hincapié en la “desprotección en que se encuentran muchas personas con permiso de marisqueo en Galicia”. El colectivo incide en que muchas de las cofradías van a alargar ese cese hasta el otoño para tratar de conseguir que las playas se recuperen de la mortandad que han sufrido en los últimos meses.

“En estos casos, el Instituto Social de la Marina (ISM) establece un sistema de protección para los afiliados al Régimen del Mar que comprende el abono de una prestación económica mensual y la cotización a la Seguridad Social en nombre del trabajador, y así está siendo en la mayoría de los casos. Nuestra preocupación se centra en aquellas compañeras a los que les ha sido denegado el cese y, por tanto, no reciben ninguna prestación económica y, además, deben seguir pagando su cuota de la Seguridad Social”, explican. Se trata de todos aquellos que no tienen el número de días de mar suficientes para recibir la prestación, sea porque acaban de obtener su permiso, aquellos que tienen un segundo trabajo fuera del marisqueo pero con ingresos muy bajos o que ya han agotado la prestación por ceses sucesivos.

El colectivo hace un llamamiento a las administraciones, en especial a la Consellería do Mar, ante la precariedad en la que se encuentran esas personas y que no deben ser olvidadas por los diferente sistemas de protección”.

La veda del centollo se extiende a todo el litoral gallego

Después de una gran campaña, el rey d elos mariscos, el centollo, entra´ra en veda en todo el litoral de Galicia a partir de hoy mismo. La veda comenzará hoy en la parte litoral situada entre el Cabo de Estaca de Bares hasta el río Eo --en la provincia de Lugo--. Según ha publicado el Diario Oficial de Galicia (DOG), la prohibición se extiende desde este jueves hasta el 1 de diciembre, ambos días incluidos. Con todo, las zonas comprendidas desde la desembocadura del río Miño hasta el cabo Corrubedo y desde este último hasta Estaca de Bares comenzaron la veda el pasado sábado y finalizarán el 10 de noviembre. Por lo tanto, en esos períodos está prohibida la captura de centollo por medio de cualquier arte, en aguas gallegas y las embarcaciones dedicadas a su capturan con nasas tendrá que retirarlas de su calado y llevarlas a puerto. Esta campaña se han comercializado 472 toneladas de centollo en 38 lonjas de Galicia, lo que supone una facturación de 5,5 millones de euros. O Grove es la lonja más importante de Galicia para esta especie e en laúltima campaña ingresara más de un millón de euros con solo 67 toneladas del preciado crustáceo. Por delante de A Coruña, con 103 toneladas y 954.000 euros; Ribeira, con 85 toneladas y 932.000 euros; Vigo, que vendió 49 toneladas e ingresó 558.000 euros; y la lonja de Cambados, que superó los 333.000 euros, después de despachar 20 toneladas de centollo.

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