El mildiu ya mancha racimos

En los últimos días se ha multiplicado la aplicación de tratamientos fitosanitarios

Los técnicos insisten en la necesidad de tratar los viñedos con fungicidas sistémicos

Imagen en la que se aprecia el desarrollo vegetativo del viñedo mientras dos tractores aplican tratamientos.

Imagen en la que se aprecia el desarrollo vegetativo del viñedo mientras dos tractores aplican tratamientos. / M. Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Las manchas de mildiu detectadas en las últimas semanas en los viñedos de O Salnés y otras zonas productoras de la Denominación de Origen Rías Baixas, van en aumento.

Y como era de esperar, a medida que avanza el desarrollo vegetativo se comprueba que la enfermedad ya no solo afecta a las hojas, sino que empieza a atacar a los primeros racimos.

Razón por la cual en los últimos días se ha multiplicado la aplicación de tratamientos fitosanitarios, especialmente intensos en aquellas viñas sobre las que se actuaba por primera vez en la presente campaña.

La amenaza de lluvia también ha sido determinante para llevar los tractores y sulfatadoras al viñedo, al igual que se hará hoy mismo si las lluvias se retrasan.

EFA

En la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA) coinciden al señalar que esta previsión de lluvias y el descenso de las temperaturas pueden propiciar el avance del mildiu. Más aún tras constatar sus técnicos la aparición de las primeras manchas.

Su presencia “obliga a aplicar un tratamiento lo antes posible en los predios que aún no recibieran ninguno y en aquellos otros donde ya se cumpliera el periodo de protección teórico de la intervención anterior”, apuntan en el centro de investigación y asesoramiento, dependiente de la Diputación de Pontevedra.

Cuidado con el viento

Las mismas fuentes recomiendan el uso de fungicidas sistémicos, “pues basta con una hora sin lluvias después de su aplicación para que penetre en la planta, y además tiene la capacidad de proteger los nuevos crecimientos”.

Abundando en todo ello, la EFA insiste en la necesidad de adoptar buenas prácticas agrícolas, y esto implica que “no se pueden aplicar tratamientos si el viento es superior a 11 kilómetros por hora”.

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