Illas Atlánticas pretende erradicar todos los eucaliptos de la isla de Cortegada

La tala de especies invasoras comenzó en verano y esta semana se eliminaron las del entorno de la capilla para facilitar el inminente inicio de las obras de restauración que convertirán el templo en un centro de interpretación / Se plantarán robles y frutales

Es la primera vez que Illas Atlánticas utilizó un remolcador y una batea para transportar a tierra los árboles talados en Cortegada.

Es la primera vez que Illas Atlánticas utilizó un remolcador y una batea para transportar a tierra los árboles talados en Cortegada. / Parque Nacional

María López

María López

El Parque Nacional das Illas Atlánticas está llevando a cabo “una importante tala” en Cortegada con el objetivo de erradicar por completo las especies arbóreas invasoras de la isla carrilexa. Los trabajos comenzaron en verano retirando alóctonas con la asociación BATA y esta semana los operarios se centraron en eliminar los eucaliptos del entorno de la capilla para facilitar el inicio de la rehabilitación integral que convertirá el antiguo templo en un ansiado centro de interpretación. A partir de enero dará comienzo una nueva fase de la tala, que será posible ejecutar gracias a la obtención de fondos europeos.

Nuestra idea es retirar todos los eucaliptos y acacias y plantar frondosas, como por ejemplo robles, “cerquiños” y también algún frutal como había antiguamente en la isla. Las plantaciones las haremos de forma conjunta con los vecinos, con los colectivos con los que colaboramos habitualmente”, anuncia el director del Parque Nacional, José Antonio Fernández Bouzas. Recuerda que este mismo proceso se siguió en Sálvora, donde ya solo quedan en pie tres eucaliptos.

Manzanos en la aldea

En las inmediaciones de la aldea no crecerán naranjos ni limoneros como antaño, pero sí manzanos. “Queremos que las personas que planten los árboles puedan decir cada vez que vayan a Cortegada “esto lo planté yo”, añade el responsable de Illas Atlánticas.

También se actuará en Malveiras, donde está previsto eliminar especies alóctonas y se trasladarán algunos “cerquiños” y laureles para repoblar la isla principal.

En relación a la tala que se ha estado llevando a cabo en los últimos días en Cortegada, se centró en el entorno de la capilla. Y es que la empresa adjudicataria de la restauración ya estuvo en el lugar y prevé iniciar las obras después de las fechas navideñas, en el mes de enero. El plazo de ejecución se sitúa en nueve meses.

La Xunta de Galicia destina 600.000 euros a esta ambiciosa y esperada actuación que dotará al archipiélago de un lugar cubierto de uso público en el que realizar jornadas, charlas y exposiciones para poner en valor y difundir la historia de Cortegada.

Batea y remolcador

Durante los trabajos de traslado de la madera de esta semana fue la primera vez que el Parque Nacional das Illas Atlánticas recurrió a un remolcador y a una batea para transportar los árboles talados a tierra.

Con altamar

“Subimos la batea con marea alta en la zona de la playa. Se realizó la carga de la madera y cuando volvió a subir la marea utilizamos un cable para unir la batea al remolcador. Llevamos bastantes troncos de un viaje y vamos a hacer más. Antes utilizábamos la batea para extraer los árboles pero con otro sistema distinto”, explica José Antonio Fernández Bouzas.

La tala de árboles en Cortegada ha dado mucho que hablar en el pueblo de Carril, pues algunos vecinos añoran la poblada vegetación que lucía la isla.

No obstante desde Illas Atlánticas dejan claro que los huecos que dejarán los eucaliptos se sustituirán con especies autóctonas como robles y también frutales.

El pino no estaba catalogado ni era ornamental y tenía dos hongos con afectación muy grave.  | // NOÉ PARGA

El pino no estaba catalogado ni era ornamental y tenía dos hongos con afectación muy grave. | // NOÉ PARGA / María López

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Por otra parte, el Concello de Vilagarcía está llevando a cabo en el parque de la playa Compostela una actuación de saneamiento en los árboles que consiste fundamentalmente en podas de descarga y de formación de copas para garantizar el equilibrio y estabilidad de los ejemplares, la mayor parte de ellos de gran porte (algunos llegan a los 30 metros de altura).

Durante la ejecución de los trabajos, la empresa especializada contratada por el Ayuntamiento, Arbogal, decidió talar un pino de unos 15 metros debido a su mal estado. Fuentes de la firma aseguran que las medidas que se están aplicando son conservacionistas y que la tala se efectúa cuando no queda más remedio atendiendo a motivos de seguridad para las personas que transitan por la zona. En este sentido, hay que tener en cuenta que justo al lado existe un parque infantil.

El pino, Pinus radiata, no era ornamental ni estaba catalogado ni protegido. Tenía unos 60 años de antigüedad (esta especie forestal puede tener una buena salud durante los primeros 25 o 30 años) y estaba gravemente afectado por dos agentes patógenos: Phellinus pini e Hinonotus hispidus. Los expertos de Arbogal también detectaron debilidad en las ramas. “Si cortamos es porque no vemos ninguna otra opción”, garantizan.

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