A. G. / O Salnés

Enclavada entre tres municipios (Ribadumia, Vilanova y Cambados) la villa de Ponte Arnelas es una de las piezas patrimoniales más importantes de la comarca de O Salnés por lo que la Diputación de Pontevedra ideó un proyecto para su recuperación que se finalizará en 2007. Una de las cuestiones fundamentales es la construcción del nuevo puente sobre el Umia, una obra que el propio presidente de la Diputación, Rafael Louzán, calcula que estará finalizada en diciembre de este mismo año después de firmar ayer el contrato de la actuación en las inmediaciones del puente de Os Padriños.

El nuevo puente canalizará el tráfico de la PO-300 por la que trascurre toda la circulación viaria interior de la comarca de O Salnés.

Todos estos vehículos deben pasar por el vetusto puente de Os Padriños, cuyas dimensiones no permiten una circulación fluida a los numerosos camiones procedentes de los polígonos industriales de Sete Pías, Cabanelas y Tremoedo, hecho que aumenta de forma considerable el riesgo de un accidente cuando se cruzan dos vehículos. Su puesta en marcha descongestionará considerablemente el tráfico en la zona y evitará el riesgo de siniestros.

Una vez finalizada la obra, se procederá a la peatonalización del viejo puente medieval así como a la realización de diferentes actuaciones de mejora de los servicios básicos en el margen de Vilanova y en Cambados.

La inversión que supondrá la obra, adjudicada a la empresa Sercoysa-Aldesa, será de tres millones de euros y separará el tráfico rodado, que circulará por la parte superior del puente, de los peatones, los cuales podrán pasear por una pasarela inferior que se construirá muy próxima a las aguas del río Umia a fin de que puedan apreciar los atractivos naturales que reúne el entorno de Ponte Arnelas.

Varias fases

La variante de Ponte Arnelas forma parte de un proyecto mucho más amplio como es el aprobado por la Diputación. Bajo el epígrafe "Senderos del Agua" se pretende recuperar y poner en valor gran parte de las márgenes del río Umia en los concellos de Vilanova, Ribadumia y Cambados.

El proyecto se encuentra dividido en cinco fases, de las cuales sólo se han ejecutado dos. La primera de ellas fue la recuperación de la capilla de Santa Marta, un edificio medieval de una gran importancia patrimonial. La segunda se inauguró ayer y consistía en la mejora del entorno del río en el margen de Ribadumia con la construcción de un paseo fluvial. La próxima será la construcción del puente que permitirá extender el paseo fluvial a los concellos de Vilanova y Cambados.

A la firma del contrato asistieron los alcaldes conservadores de los tres concellos implicados, así como ediles del PP de otros municipios de la comarca de O Salnés y numerosos vecinos de Ponte Arnelas.