El "comecocos", aquel clásico de las maquinas recreativas que se convirtió en uno de los símbolos de los 80, cumple este fin de semana 30 años con un homenaje especial del buscador de internet Google.

La llegada a la madurez del popular videojuego hubiera pasado casi inadvertida para muchos si no fuera porque Google ha convertido su logotipo en una réplica del "comecocos" que, además, permitirá a los internautas disfrutar gratis de los 255 niveles del juego durante las próximas 48 horas.

Para jugar, sólo hay que hacer click en la frase "insertar moneda" o esperar unos segundos y, para mover el "Pac-Man", como se conoce en inglés al "comecocos", hay que usar el ratón o las teclas del cursor.

El "comecocos" de Google incluye incluso la opción de jugar con otra persona si se presiona de nuevo la frase "insertar moneda".

"Pac-Man hace buena pareja con la página de inicio de Google", afirma hoy Marcin Wichary, programador y diseñador senior de Google en el blog corporativo de la firma. "Ambos son aparentemente simples y ocultan con cuidado la complejidad que esconden bajo la superficie".

Precisamente, quizá fue la sencillez del juego del "comecocos" la que le permitió convertirse en un clásico del sector pese a la desaparición de los salones recreativos y la llegada de videojuegos técnicamente superiores y visualmente más atractivos.

Pac-Man, su nombre en inglés, apareció por primera vez el 22 de junio de 1980 en Japón como un juego para máquinas recreativas creado por un joven empleado de la firma japonesa Namco.

Pronto se extendería por todo el mundo y se haría enormemente popular, especialmente en países como Estados Unidos, donde, incluso hoy, es reconocido por un 94 por ciento de los consumidores.

El "comecocos" llegó en un momento en el que la mayoría de los juegos para máquinas recreativas tenían como tema batallas espaciales, como Space Invaders o Asteroids.

Pac-Man, mucho más pacífico y simpático, fue el primer juego en atraer a un amplio espectro de jugadores e, incluso, a mujeres, lo que le permitió convertirse en un éxito.

El funcionamiento es sencillo: Pac-Man va comiéndose los puntitos de la pantalla -sumando puntos cada vez que devora uno- y cuando se los ha comido todos pasa al siguiente nivel.