Vierci: “Lo que narra ‘La sociedad de la nieve’ es un gran acto de generosidad”

“Hay muchos prejuicios en el mundo del audiovisual respecto al español, la lengua más rica”, se lamenta el autor del libro en el que se basa la última película de J. A. Bayona

Pablo Vierci (dcha.) y Rubén Rey, en el Club FARO.

Pablo Vierci (dcha.) y Rubén Rey, en el Club FARO. / JOSÉ LORES

“Las historias de generosidad, inspiradoras, bien contadas, nos unen. Logramos algo tan difícil como la empatía, ponernos en el lugar del otro”. Así lo aseguró ayer en su primera visita a Galicia el escritor, guionista y periodista Pablo Vierci (Montevideo, 1950), autor de “La sociedad de la nieve” (Editorial Alrevés), libro que narra la epopeya de los sobrevivientes del accidente de los Andes de 1972 y en el que está basado la película del mismo título de J. A. Bayona, ganadora de doce premios Goya y que ayer mismo, durante la conferencia del Club FARO, se hacía con dos galardones en los XI Premios Platino del cine iberoamericano.

En la conversación que mantuvo con Rubén Rey, periodista de Onda Cero, Vierci habló de los obstáculos que tuvo que superar la película de Bayona, de la que el escritor uruguayo es productor asociado, para conseguir financiación; de cómo es trabajar con el director español; del encuentro entre los familiares de los supervivientes del siniestro y los actores el día del visionado de la cinta; de su paso por la gala de los Óscar, y de la historia de esa sociedad de la nieve que constituyeron los sobrevivientes al accidente aéreo para sobrevivir. “Lo que narra ‘La sociedad de la nieve’ es un gran acto de generosidad, tal vez el más grande, que es ofrecer tu cuerpo, una vez fallecido, para sirva de alimento a los que aún viven”, aseguró Viarci. Este pacto, recordó, lo sellaron por escrito en un papel.

Viarci, que fue compañero de colegio de los supervivientes, recordó que eran unos niños –apenas veinte años– cuando, de repente, se encontraron en un lugar inhóspito, sin nada que comer ni que beber y rodeados de heridos y de cadáveres –en el momento del accidente murieron 16 y quedaron 29 con vida, aunque al final las cifras se invirtieron: 16 sobrevivientes y 29 fallecidos–, en un espacio diminuto. La situación era tan desesperante que llegaron incluso a envidiar a los que se morían. “Todos podemos empatizar con la historia de los supervivientes porque todos tenemos cordilleras, todos tenemos problemas en nuestra vida”, comentó.

Pero aunque el accidente de los Andes haya pasado a la posteridad por la antropofagia, la epopeya de sus supervivientes es una oda a la fraternidad y a la capacidad de superación del ser humano. “Al contrario de lo que nos dicen, el hombre es bueno por naturaleza. Cuando el ser humano se quita los adornos del yo, cuando en frente no tiene nada más que al otro, lo que aparece no es un ser egoísta, sino un hombre generoso”, afirmó Vierci.

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Pablo Vierci

“Todos podemos empatizar con esta historia porque todos tenemos cordilleras”

Sobre la película, aseguró que conseguir hacerla realidad fue una “carrera de obstáculos de diez años”. “Cada reunión era un no. Nadie creía en una superproducción en español y con actores desconocidos. Si hubiésemos aceptado rodarla en inglés hubiésemos conseguido la financiación mucho antes, pero eso habría sido quitarle el alma a la película. Hay muchos prejuicios en el audiovisual sobre el español, la más rica de todas las lenguas”, comentó. “La sociedad de la nieve” suma más de 250.000 espectadores, pero Vierci aboga por seguir trabajando para romper estos prejuicios y que la cinta continúe sumando espectadores y demostrando que el idioma no le resta calidad a una buena historia. “La vida consiste en romper prejuicios. Es la forma que tenemos de avanzar”, aseveró.

En su opinión, prejuicios también los sufren los jóvenes, de quienes muchas veces se dice que sólo están pendientes del móvil. “Sin embargo, han conectado con esta historia y que se queden con lo mejor de ella: la fraternidad, la generosidad, el no claudicar... me reconcilia con la vida”, aseguró.

En cuanto al director español, destacó su calidad artística y humana. “Es superbondadoso y tierno, y en el equipo de ‘La sociedad de la nieve’ estaban los mejores profesionales de Europa y de América. A mí me gusta trabajar con los mejores porque cuanto más talentosa es l gente, más sencilla y bondadosa es. La bondad es inteligencia pura”, comentó Viarci, que también expresó su admiración por Galicia. “Galicia es parte de nuestro ADN”, dijo.

“Si sobrevivieron dieciséis es porque veintinueve murieron”

El 13 de octubre de 1972, un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya con 45 pasajeros se estrelló contra el valle de las Lágrimas en los Andes. A bordo iban jugadores e hinchas del club de rugby Old Christians, exalumnos del colegio Stella Maris-Christian Brothers, que viajaban a Chile a jugar un partido. Tras diez días de búsqueda, el Servicio Aéreo de Rescate chileno los dio por muertos. Sin comida ni agua y con temperaturas nocturnas de 30 grados bajo cero, rodeados de heridos a los que era muy difícil ayudar y de cadáveres, los supervivientes no tuvieron otra opción que recurrir al canibalismo para poder sobrevivir. Muchos de ellos relataron que fue un infierno, pero, aun así, no se dieron por vencidos.

Setenta y dos días después, dos jóvenes harapientos y esqueléticos, Nando Parrado y Roberto Canessa, aparecieron en las proximidades del valle de Los Maitines, al sur de Santiago, tras una caminata inverosímil de diez días, atravesando la cordillera de este a oeste, haciendo posible el rescate. “La sociedad de la nieve” cuenta la historia no sólo de los supervivientes, sino de los que se quedaron en los Andes. “Nos parecía deshonesto no nombrar a quienes no sobrevivieron porque si 16 lo hicieron fue porque 29 murieron. También tratamos de que los familiares de los que no regresaron se pusiesen en el lugar de los que sobrevivieron”, afirmó Vierci.

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