Una profesora del CEIP "Princesa de España" de Verín fue supuestamente agredida por la madre y la abuela de una menor después de ver que la niña llegó a casa con arañazos. La docente, una leonesa de 53 años afincada en Galicia, lleva más de un cuarto de siglo impartiendo docencia. Como profesora de infantil en el centro de Verín, más de una década. El jueves por la mañana sufrió el peor episodio de su carrera. Dos mujeres, madre e hija, se presentaron en el centro y la emprendieron a golpes con ella. Presuntamente, le tiraron del pelo, la zarandearon, la arañaron y fueron reducidas por un vigilante cuando tenían una silla a su alcance. Las supuestas agresoras, M.C.S.H. y M.I.M.S., de etnia gitana, pasaron ayer a disposición de la juez de guardia de Verín tras una noche en el calabozo. La madre admite los hechos y asegura que la abuela no intervino.

Según su versión, se puso "nerviosa" y perdió "el control" cuando acudió al centro a pedir explicaciones a la docente, después de que su hija llegara a casa, el miércoles, y dijera que unas marcas en una mano eran culpa de la profesora. La juez -la misma del caso Isabel Fuentes- las interrogó ayer por la mañana y decretó su puesta en libertad, con una medida cautelar: no podrán acercarse ni mantener comunicación de ningún tipo con la maestra, ni tampoco aproximarse al recinto escolar.

Las mujeres, de 54 y 28 años, sin mediar palabra, según la versión de la víctima, la agarraron por el pelo, le tiraron fuertemente (le arrancaron varios mechones) y no le dejaron explicarse. La abordaron en un aula, sin alumnos, donde la docente estaba con otra compañera. Los gritos de auxilio alertaron a un vigilante de seguridad. Según la Guardia Civil, estaban a punto de golpear a la mujer con una silla. Según la defensa de las detenidas, "no les pareció normal lo que hicieron con la niña". En el centro, se dirigieron a la maestra. La madre quiso pedir explicaciones y al ver que iban en el mismo sentido, se puso nerviosa y se descontroló, relató a la juez.

La víctima también accedía a explicar el relato de los hechos y, muy afectada por lo que ha sucedido, pidió las máximas reservas de su identidad. En conversación con FARO, la profesora se declara "psicológicamente muy mal, intentando recuperarme". De las lesiones provocadas por las dos familiares la atendieron en un centro médico y el forense la examinará el lunes.

"Llevo 27 años dando clase y nunca me había pasado algo así", subraya la maestra. La víctima no es la tutora de la niña de 4 años, pero fue quien la "corrigió" en el comedor escolar el día anterior. Según sus palabras, la niña ligada a las detenidas había "lastimado" a otra en la hora de la comida -supuestamente, arañándola en una mano-, y la maestra le afeó esa conducta. "Le dije si le gustaría que la lastimaran a ella", e hizo el mismo ademán cogiendo una mano de la escolar y pasándola por encima de la otra. "Al pasar la mano haciendo el gesto, no sé si se produjeron arañazos o no", añade. La niña llegó a casa y las familiares vieron que tenía unas marcas. Según su versión, la menor contó que había sido la profesora.

El jueves, a las 11,45 horas, cuando la profesora estaba en un aula con la orientadora del centro educativo, "llegaron y al intentar dar la versión de los hechos, no me dejaron y automáticamente se abalanzaron sobre mí. Me tiraron del pelo muy fuerte, me menearon de un lado para otro. Gracias que estaba otra compañera presente. Tuvimos que pedir auxilio", recuerda la maestra. Su impresión es que las dos familiares de la pequeña "venían a hacerme todo el daño que pudieran".