Al igual que algunos aviones varían la geometría de sus alas para disminuir la resistencia al avance y aumentar la estabilidad a grandes velocidades, el ingeniero vigués Alejandro Voces de Onaindi ha patentado un timón retráctil con la intención de reducir el consumo de combustible en buques modernos cuya velocidad de crucero es elevada. La idea le llegó mientras elaboraba su proyecto de fin de carrera en Galicia y ahora ya ha sido aceptado en el Registro de patentes.

El sistema que ha bautizado como "timón de crucero" podría optimizar el consumo de los grandes buques en condiciones óptimas de mar. Sus cálculos estiman entre un 2 y un 5% de ahorro, gracias a un sistema que disminuye la resistencia al reducir también la dimensión del timón sumergida bajo el agua.

Portacontenedores, barcos de crucero, patrulleras, barcos de apoyo a plataformas petrolíferas; es decir, barcos rápidos que viajan a velocidades de 25 nudos, serán los potenciales beneficiados. El sistema será presentado en algunas empresas holandesas en las próximas semanas €animado por un catedrático de la Universidad Técnica de Delft€ país en el que actualmente trabaja el joven. Antes, visitará en Galicia en el Colegio Oficial de Ingenieros navales, asegura a FARO.

Se trata de asimilar la idea de los aviones a los buques modernos que viajan por encima de los 16 nudos, así que podría aplicarse a cruceros de pasaje, yates de toda clase, oceanográficos, sísmicos, de carga general, catamaranes o incluso ferries y buques de la Armada, con una ó varias hélices.

Alejandro Voces lo explica así en el registro de la patente: "El sistema de gobierno está constituido por dos piezas principales: la primera es un núcleo con forma de cilindro o elipse, que lleva unida en su cara inferior, la parte fija del timón ó ´timón de crucero´. Dicho núcleo y el timón de crucero giran solidariamente sobre la estructura soporte practicada en el casco y el giro se realiza mediante cualquiera que sea el accionamiento €mecánico, eléctrico, hidráulico€", sostiene señalando uno de los planos. "La otra pieza es la parte retráctil del timón ó timón de maniobra", añade.

Ventajas del sistema

Entre las ventajas que aporta, el joven cita las siguientes: "la disminución de vibraciones inducidas por la hélice, la disminución del consumo generado por la resistencia al avance del timón y el mantenimiento del timón de maniobra libre de incrustaciones y organismos marinos". Es decir, más limpio, lo que contribuye también al mejor funcionamiento.

Mientras realizaba sus prácticas en la Capitanía Marítima de Vigo, el joven observó los timones de los barcos que llegaban a Puerto en Vigo y las maniobras que realizan. Por eso plantea que en condiciones de buena mar y con la estampa sumergida, la parte móvil del timón puede estar totalmente recogida. Quedaría así un área mínima, que es la que denomina "timón de crucero" y permite un par suficiente para hacer las correcciones de rumbo necesarias.

El buque irá provisto de un sensor de calado en el timón para conocer en todo momento el grado de inmersión del timón. El "timón de crucero", según el planteamiento que hace el ingeniero vigués, podría estar controlado automáticamente durante la navegación mediante el piloto automático. Este sistema se encargaría de controlar su giro para las correcciones de rumbo. Y en el caso de que el área del timón no sea suficiente o en un suceso supuesto de caso de emergencia, mala mar o avería, saltaría una alarma y el timón automáticamente pasará a su posición de máxima área, que describen como "timón de Maniobra".