El teatro les ha dado la libertad que no tienen en el asentamiento chabolista "El Vacie" (Sevilla) y les ha hecho visibles porque ahora ya nadie les tuerce el gesto cuando se cruzan con ellas por la calle. Y ellas aportan al teatro la frescura, la fuerza y la autenticidad de sus ancestros. Las ocho gitanas que forman el elenco de "La casa de Bernarda Alba", montaje que la compañía Atalaya trae al Teatro Novacaixagalicia de Vigo mañana (20.30 horas), devuelven además el sentido de la burla y la ironía al texto de Lorca. Y al frente de ellas, Rocío Montero Maya, gitana gallega a quien el personaje de Bernarda Alba le viene como anillo al dedo, según el artífice del proyecto, Ricardo Iniesta, Premio Nacional de Teatro 2008 y fundador de la compañía sevillana.

Para dirigir este montaje, que nació en el seno del taller de teatro que la compañía abrió cuando inauguró el Centro Internacional de Investigación TNT, ubicado a pocos metros del asentamiento chabolista, el más antiguo de Europa, Iniesta eligió a Pepa Gamboa, que ha sabido sacar la vena artística de estas mujeres. "Cuando me propusieron que querían participar en un montaje me pareció una locura, pero desde que vi a Rocío (Montero) interpretar a Bernalda tengo claro que si alguna vez monto "Madre coraje" ella será la protagonista", afirma Iniesta, Premio Nacional de Teatro 2008 y fundador de Atalaya-TNT.

El director reconoce que nunca imaginaron que el espectáculo saliese de Sevilla, y muchos menos que llegase al Teatro Español de Madrid y al Lliure de Barcelona, pero estas mujeres han conseguido romper el encierro que supone El Vacie de la mano de esta obra de García Lorca y llegar a 30.000 espectadores. "No conozco ninguna compañía profesional que en un mismo año haya actuado en estos dos templos del teatro", reconoce Iniesta.