La inminente llegada de la Navidad ha vuelto a encender el debate sobre la conveniencia de mantener o retirar los símbolos religiosos en los colegios de titularidad pública. La instalación de los belenes, en los que se representa el nacimiento de Jesucristo, continúa suscitando polémica y, en los últimos años, varios centros escolares españoles han optado por prescindir de esa tradición alegando que "podría herir la sensibilidad de los no cristianos".

Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Murcia acaba de echar por tierra ese argumento haciendo pública una sentencia en la que defiende la colocación de nacimientos en los colegios al entender que "no vulneran el derecho a la igualdad y a la libertad religiosa". El fallo del Alto Tribunal murciano surge en respuesta al recurso presentado por un profesor contra la Consejería de Educación de esa región en el que pedía la retirada de un belén instalado en el vestíbulo del colegio en que da clase y acusaba a la administración educativa de "hacer proselitismo" de una determinada confesión.

Tanto los padres como los profesores gallegos aplauden la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Murcia ya que, entienden, "los belenes son una tradición cultural" que, además, "a los alumnos les encanta".

"El belén es una tradición, un acontecimiento social que no se puede negar a los escolares cuando la mayoría luego lo vive en sus casas, en las calles o en su entorno", sostiene el presidente de la Asociación de Directores de Colegios Públicos de la provincia de A Coruña, Venancio Graña, quien además matiza que los nacimientos "nada tienen que ver" con la colocación permanente de crucifijos en las aulas de los centros públicos. "En este último caso, sí estaríamos hablando de imposición religiosa. España es un Estado aconfesional y, por tanto, la escuela pública debe intentar ser lo más aséptica y neutral posible", señala Graña.

En la misma línea, el presidente de la Confederación Galega de APAs de Centros Públicos (Confapa-Galicia), Virgilio Gantes, asegura que los padres siempre han defendido la libertad religiosa e intentado que en los centros "se lleven a cabo actividades relacionadas con cualquier festividad". "Instalar un nacimiento en un colegio no es como colgar un crucifijo. Los belenes son una tradición que forma ya parte de la cultura de nuestro país, mientras que los crucifijos son, únicamente, un símbolo religioso y, como tal, deberían haber desaparecido hace mucho tiempo de las aulas", subraya el presidente de Confapa-Galicia, quien además recuerda que la última palabra sobre la colocación de los nacimientos la tienen "los consejos escolares de los propios centros".

El debate abierto otras Navidades en torno a los nacimientos ha levantado tanta polvareda que hasta el propio ministro de Justicia, Francisco Caamaño, se ha pronunciado al respecto. Caamaño considera que el poner belenes en los colegios no es algo que deba verse afectado por la reforma de la Ley de Libertad Religiosa que el Gobierno va a promover esta legislatura, ya que se trata de "una tradición cultural" que debe ser "respetada y mantenida".

El ministro sostiene que el Ejecutivo quiere modernizar la legislación religiosa para diferenciar "con mayor nitidez" en algunos campos "lo que es función del Estado de lo que es función religiosa".