"Es una cuestión de prioridades, no de recortes". Son palabras del presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, que así anunciaba y justificaba la suspensión "sine die" de la Bienal de Arte de Pontevedra que tendría que celebrarse en verano y que ha quedado pospuesta en aras de completar la musealización del Sexto Edificio del Museo de Pontevedra y apurar los trabajos de rehabilitación y ocupación del Sarmiento.

No es ajeno a esta priorización el hecho de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se haya comprometido a asistir a la inauguración oficial de la sexta sede museística y a la rehabilitación del antiguo Colegio de los Jesuitas que está prevista para el último trimestre del año.

"Ayer mismo hablé con el jefe de gabinete del presidente y su presencia está garantizada" destacaba Louzán Abal, antes de recordar el papel determinante que jugó hace ya una década el entonces ministro de Cultura, Rajoy Brey, en la ampliación del Museo pontevedrés.

La suspensión de la Bienal pontevedresa "es una decisión meditada y que fue consultada con el personal del propio Museo, aproximadamente cincuenta trabajadores, que también entendían que había que dedicarse exclusivamente a los trabajos de musealización y que organizar la Bienal implicaría demorar mucho estas tareas" explicaba ayer el presidente provincial, quien insistía en dejar claro que no es la crisis la que ha tumbado la cita cultural a pesar de que la última edición de la Bienal –celebrada en 2010 y que tuvo como leit motiv el arte en Centroamérica y el Caribe– tuvo un coste cercano al medio millón de euros. El grueso de la inversión había corrido a cargo de la Diputación pero también hubo aportaciones económicas del Concello de Pontevedra, la Xunta de Galicia y la entonces Caixanova.

Rafael Louzán reconocía ayer que el "parón" en el evento artístico que se celebra en Pontevedra en años alternos desde 1969 tiene una duración "incierta". Durante este tiempo se analizará la oportunidad de mantener la Bienal de Arte tal como la conocemos hasta este momento o bien la necesidad de introducir cambios o incluso dar por concluida una experiencia que situó en repetidas ocasiones a la capital en vanguardia del arte contemporáneo.

Instan claridad al Concello para coordinarse en cultura y turismo

Rafael Louzán instaba ayer al gobierno local de Pontevedra a coordinarse con la Diputación en la promoción cultural y turística de la ciudad del Lérez. "Una coordinación que el BNG parece tener clara pero que el PSOE no quiere para no perder su parcela de poder, para no quedarse sin chiringuitos" explicaba el presidente provincial que recordó que en octubre de 2011 hubo un diálogo interinstitucional en este sentido y "desde entonces no hay nada".

La Colección Castelao, la joya de la nueva sede

La segunda planta del Sexto Edificio del Museo ultima los trabajos de habilitación como sede permanente de la Colección Castelao, que suma más de 1.600 piezas. Un proyecto largamente acariciado y que tiene como objetivo acercar la obra del artista, del intelectual y del político galleguista al gran público.

La Colección Castelao, iniciada en 1931 por el propio artista, recoge, entre otros, el tríptico "Cuentos de Ciego" (el tercer óleo está en fase de restauración): sus tres álbumes de guerra (Galiza Mártir, Atila en Galiza y Milicianos), la serie Debuxos Negros de 1938, las ilustraciones empleadas en "As cruces de pedra na Galiza; el manuscrito germinal del nacionalismo gallego "Sempre en Galiza" o dibujos y textos de "Os vellos non deben namorarse", la única pieza teatral del autor editada en la Imprenta Peón.

Una cita cultural en decadencia

Al margen de prioridades operativas y/o políticas y del coste económico que puedan encontrarse detrás de la suspensión de la Bienal de Arte de Pontevedra, esta cita cultural estival arrastra, en las últimas ediciones, una creciente caída en la participación. De acuerdo con los datos que maneja el presidente de la Diputación el número de visitantes ha descendido ostensiblemente en los últimos años lo que puede estar relacionado, reflexiona Rafael Louzán, con el hecho de que las muestras de la Bienal estuviesen desperdigadas por distintas sedes de la ciudad. "El público tenía que peregrinar por distintos edificios de la ciudad: la Facultad de Bellas Artes, el inacabado Sexto Edificio del Museo, el Pazo da Cultura, el Pazo Provincial... y esto también contribuyó al retraimiento de espectadores".