Jon Sáez era uno más entre decenas de estudiantes que el jueves quisieron ocupar de forma simbólica la biblioteca nodal en protesta por los recortes en educación. La policía les impidió la entrada y él denuncia que fue brutalmente golpeado y esposado.

-¿Cree que le agredieron por ser candidato de una formación política de izquierdas?

-No lo sé, pero tampoco sé por que me dieron a mi primero, y sin motivo alguno. La gente dice que sí, que saben quien soy y que me tienen identificado pero yo no soy desconfiado.

-¿Presentará denuncia por agresión?

-Sería lo lógico porque yo no hice nada que les pudiese molestar, lo único que hice fue recibir palos y despropósitos. Tomaré la decisión este fin de semana. Ningún policía podrá decir que yo agredí a nadie pero tengo que ver como reaccionan ellos.

-¿Ha recibido apoyos políticos por lo ocurrido?

-Todavía no he tenido tiempo de ver las muchísimas llamadas y mensajes que me han enviado a través de las redes sociales.

-En una imagen del enfrentamiento publicada en FARO su rostro refleja rabia e indignación. ¿Ha sido doloroso?

-Era la primera vez que alguien me pegaba, nunca antes había sentido dolor y humillación, pero no me duele la paliza que recibí, lo que me duele es que eran padres golpeando a sus propios hijos.

-¿Se plantea poner freno a la protesta en la calle?

-Para nada. Esto me echa para adelante. Vi a un montón de jóvenes apoyándome. Los estudiantes están unidos contra lo que está pasando, contra los recortes que se ceban con los más débiles. Admiro el valor de los jóvenes que estaban allí, sin miedo, con las manos levantadas conscientes de que hay que dar pasos al frente contra unas políticas que ponen a la sociedad al pie del abismo.

-El movimiento juvenil arrastra grupos minoritarios que han demostrado conductas violentas y consignas poco pacíficas, ¿entorpecen su lucha?

-Esas conductas no tienen sentido. Tenemos que luchar con las herramientas que tenemos aunque esta no sea una democracia plena. Los del bando de enfrente no van armados. Claro que desapruebo el vandalismo pero también entiendo la frustración.

- ¿Cree que está poco valorada la lucha juvenil?

-Mucha gente cuando nos ve en una manifestación dice que somos unos vagos, pero ese es el discurso fácil de la derecha, frases hechas de bar. Me parece una falta de comprensión total. El jueves había unas 500 personas allí. Detrás de esta lucha hay mucho trabajo interno y en de calle, y mucha preocupación ante un retroceso al franquismo.