Dos alumnas del IES As Barxas participarán en el último intercambio que el instituto moañés tiene programado este curso en el marco del Proyecto Comenius, que comparten con centros de otros cinco países de la Unión Europea. Se trata de Katrin Ballesteros y Raquel Graña, que tienen 16 años y cursan 1º de Bachillerato. Pasarán cinco días en la vivienda de dos compañeras italianas de la pequeña ciudad de San Benedetto del Tronto, que tiene unos 45.000 habitantes y se sitúa en la costa adriática. En torno a un instituto de la localidad se juntarán con otros 20 alumnos de centros de Secundaria de Alemania, Francia, Polonia y Rumanía. Todos ellos tienen en común el hecho de ser estudiantes de francés y el objetivo es que se relacionen en esta lengua durante su estancia en el país transalpino.

Este domingo tienen prevista su salida en avión desde el aeropuerto de Porto y llegarán al aeródromo de Bolonia, "después nos esperan 3 horas en coche", explica una de las profesoras que les acompañarán, María González.

Una vez allí participarán en varias actividades académicas e incluso grabarán una conversación en francés, no en vano los elegidos para este viaje son los alumnos de los distintos centros que han superado esta prueba con mejor nota. Pero aunque cuentan con un horario totalmente programado también tendrán tiempo de visitar algunas villas cercanas. Así, visitarán varios pueblos de la provincia de Ascoli Piceno, como Offida, en donde podrán disfrutar del tradicional carnaval italiano. No en vano en la región se conservan rasgos del mundialmente conocido carnaval de Venecia. Exposiciones e incluso clases de voleibol y yoga serán algunas de las experiencias que compartan hasta su regreso el viernes día 11.

La ilusión por descubrir un país en el que todavía no habían estado no les hace ocultar su pena por perderse el carnaval moañés, sobre todo en el caso de Katrin Ballesteros. Reconocen que apenas saben cosas del lugar al que van, aunque saben que, al igual que en Moaña, el grueso de su economía está relacionada con la pesca y el sector servicios.

"Mi primer destino sería Rumanía, pero me apetece conocer Italia", dice Ballesteros. Ella apenas conoce a su familia de acogida, pues hubo un cambio de última hora. Graña lleva tres semanas chateando con la que se convertirá en su guía en Italia, y no oculta que espera que su próximo viaje internacional sea a Francia.