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Las becas Erasmus abren los ojos al trabajo y a la vida

Siete alumnos del IES Antón Losada de A Estrada, orgullosos de ser "una generación Erasmus" tras 3 meses de prácticas en Italia

Los jóvenes que acaban de regresar de Italia con becas Erasmus, de pie, hablanco con su tutor y con alumnos de primero. // Bernabé / Cris M.V.

Acceder a una beca Erasmus para realizar prácticas en el extranjero no solo abre los ojos al trabajo sino también a la vida. Por eso, siete alumnos del IES Antón Losada Diéguez de A Estrada que acaban de regresar de realizar tres meses de prácticas laborales en distintas empresas de Italia se muestran "orgullosos de ser una generación Erasmus". En su incursión laboral internacional valoran especialmente el apoyo que les brindaron la coordinadora de Erasmus del centro, Lola Muiños, y el tutor de prácticas en empresas, Juan Rozas.

Así lo afirmó ayer David Montenegro, uno de los cinco alumnos estradenses de segundo del ciclo medio de Telecomunicaciones que tuvieron oportunidad de poner en práctica sus conocimientos teóricos en empresas de comunicaciones de Italia. Ayer les explicaron y recomendaron su experiencia a alumnos de primero. Junto a Montenegro estaban los también estradenses Juan Fins, Jesús Neira, Rafael Rosende y Leticia Pose así como el vilagarciano Xabier Lameiro.

Este y su compañero Carlos Riveiro, de Moraña, son alumnos del ciclo medio de Informática que también se adentraron en el mundo laboral en una ciudad del norte de Italia, Forlì. Trabajaban en una empresa especializada en la comercialización de impresoras, equipos informáticos, impresoras 3D, asistencia informática y mobiliario de oficina. Hacían asistencia remota, reparaciones y asistencia de equipos y periféricos. Fue "una buena experiencia", relata Lameiro, contento de cómo les valoraron en la empresa. Incluso les dieron una gratificación por su trabajo y les "invitaron a cenar varias veces". Asimismo, visitaron Rímini y San Marino, un pequeño país del que les llamó especialmente la atención su muralla antigua.

La incursión laboral de los alumnos de Telecomunicaciones fue muy dispar. David Montenegro y Leticia Pose coincidieron en una empresa radicada en Reggio Emilia, una ciudad situada en el norte de Italia próxima a Bolonia, que trabaja para las firmas más importantes del sector de las telecomunicaciones. Fabricante de cable, también instala antenas a radiofrecuencia y acomete instalaciones de seguridad. La mayoría de sus trabajadores eran ingenieros. Montenegro y Pose realizaron casi toda su labor en oficinas. Salieron a las obras menos de lo que les hubiera gustado. Pero están muy satisfechos con su experiencia. Las dos primeras semanas hablaban en inglés con sus jefes. Luego, se animaron a aprender italiano. Ahora, les gustaría perfeccionarlo.

Por su parte, Jesús Neira, Juan Fins y Rafa Rosende trabajaron en una empresa de Lecce -sita al sur de Italia- especializada en telefonía que prestaba servicios para firmas tan importantes como Telecom. Ellos sí trabajaron en obra, instalando tendidos, instalaciones de fibra óptica, ADSL y líneas telefónicas. Hicieron "de todo". Han aprendido mucho y valoran la experiencia obtenida. Como todos sus compañeros, desean encontrar pronto trabajo y poder poner en práctica todo lo aprendido. Así lo hacen ya tres alumnos del ciclo de Electrónica que optaron por realizar sus prácticas laborales en A Estrada y Santiago, según destacó Rozas. Uno ya ha sido contratado por A1 de Santiago y otro, por Infotiendas de A Estrada.

Lo que los siete alumnos de Erasmus no encontrarán aquí serán los horarios que les sorprendieron en Italia. Se levantaban a las 6.30 y a las 20.00 horas ya todo estaba cerrado. Es reflejo un modo de vida diferente al que existe en España, al igual que la picaresca para tomar el bus o el tren y el uso generalizado de la bicicleta. A Xabier Lameiro le sirvió para adelgazar 11 kilos. De todo se aprende y si es bueno, muchísimo mejor.

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