"Pese a lo que algunos dicen, el colegio se va a mantener sin ningún tipo de problema.". Con estas palabras el conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, avanzaba en la mañana de ayer el compromiso de la Xunta de Galicia de mantener abierto el colegio público San Xoán Bautista de Cerdedo tras el proceso de fusión que unirá este municipio con el de Cotobade. El titular del citado departamento autonómico visitó el centro educativo para anunciar obras de mejora en sus instalaciones, una actuación que asumirán la consellería y el Concello a través de un convenio de colaboración y que supondrá una inversión de más de 60.000 euros.

"Todos los colegios de las zonas rurales tienen problemas de alumnado, no es este una excepción, y lo que sí tenemos que apostar es por que los servicios que tenemos los tengamos en buen uso y por ello vamos a plantear una serie de intervenciones, coordinadamente con el Concello, para mejorar las instalaciones", explicó Rodríguez.

El conselleiro estuvo acompañado durante su visita al centro por el alcalde cerdedense, José Balseiros, el equipo directivo del colegio -ahora bajo la dirección de Coral Nogueira- y una amplia representación de madres de alumnos, entre otros. Balseiros subrayó que la inversión que Educación programa realizar en este centro "ratifica" lo que se viene diciendo tras el anuncio de fusión con Cotobade. "No solo no va a cerrar" [el colegio] "sino que se va a reforzar y probablemente se vea incrementado su número de alumnos con algunos de otros concellos de parroquias limítrofes, conforme se está estudiando", declaró el alcalde cerdedense, con la pretensión de disipar las "dudas" que, reconoció, se están sembrando con algunos comentarios.

El conselleiro se dirigió a los presentes y subrayó que "una fusión es sumar". "Las cosas cuando se suman siempre deben ir a mejor. En este caso lo que importa es que la suma de dos concellos haga que las cosas vayan a mejor", manifestó Román Rodríguez, que no dejó de reconocer que la decisión puede resultar conflictiva pero que "al final es para bien". "Si nos unimos vamos a ser más fuertes", apuntó. Consideró también el titular de Educación que los alcaldes de Cerdedo y Cotobade están haciendo "pedagogía" al explicar a sus vecinos el procedimiento y los motivos que avalan esta unión. "Estáis siendo valientes", le dijo Balseiros.

En cuanto a las obras anunciadas ayer por Xunta y Concello, su principal objetivo será eliminar las filtraciones de agua procedentes de la cubierta del centro y ocasionadas por problemas en la impermeabilización exterior y los canalones. Además, se procederá a la renovación de la carpintería metálica. Según se explicó, la zona en la que se produce la filtración coincide bajo una de las bajantes de la cubierta. Para solventarlo, se levantará la impermeabilización exterior y se colocará una nueva. Se repararán los canalones y se sustituirá el sellado actual, muy deteriorado. Las bajantes de PVC serán cambiadas por otras de chapa de aluminio con mayor diámetro, procediendo asimismo a la instalación de algunas más para mejorar la evacuación de las aguas pluviales.

La obra ligada a los canalones están ya adjudica y se pondrá en marcha en las próximas semanas. La renovación de la carpintería metálica se realizará a lo largo del presente curso. En esta última actuación se invertirán, según concretó el jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, alrededor de 8.000 euros.

El Concello contempla asimismo crear un muro de contención en una zona posterior en la que actualmente existe mucha maleza, colocar nuevas pantallas de luz en aulas y pasillos y pintar todo el interior del centro educativo.

El colegio San Xoán Bautista es un centro grande. En su día llegó a tener 640 alumnos. A él acudían los escolares de dos parroquias de Forcarei. Ahora, con menos cursos -antes tenía las aulas de séptimo y octavo de la EGB-, su matrícula es de 47 estudiantes.