Fenosa pondrá encima de la mesa el próximo martes las alternativas que maneja para el proyecto de la Línea de Alta Tensión (LAT) entre O Irixo y Lalín con la finalidad de minimizar los daños a la fraga de Casas Vellas, en la parroquia de Catasós. La compañía, que no se plantea una paralización o suspensión del proyecto, mantendrá una reunión con representantes de la plataforma de afectados y del Concello para exponer las variables al proyecto original.

Las variables son conocidas: soterrar un tramo del tendido ya dentro de terrenos del bosque centenario, elevar el tendido a la altura de Casas Vellas o llevar el cable por un mismo lado de las torretas. En todos los casos es preciso talar árboles, pero la opción de elevar el tendido -sería preciso construir un nuevo apoyo- es la que minimizaría los daños al patrimonio natural. Aunque Fenosa no ha querido dar detalles sobre sus propuestas hasta que se las presente a los afectados y al gobierno local el martes, la elevación de la línea supondría que la tala no alcanzase a más de un puñado de árboles, en concreto robles centenarios. En caso de que se aceptase esta variable -los afectados mantienen y han apostado siempre por soterrar la línea por la vieja N-525- la eléctrica estaría dispuesta a cumplir con un protocolo en el que se verificase que solamente se cortarían los árboles necesarios debajo de la línea de afección para cumplir con la legislación relativa a la prevención y extinción de incendios forestales.

La elevación del tendido iría a 36 metros de altura y, atendiendo a lo expuesto por Fenosa a gobierno local y vecinos, el modelo técnico consiste en que la LAT llegaría hasta el apoyo 54 y desde allí se elevaría más hasta el siguiente, a la vez de construir otro ahora no previsto¡ para enlazar con el último apoyo de esta zona. Además, en el proyecto original aprobado por la Xunta a la firma se preveía la tala de unos 700 árboles y no de 2.000 como se apuntó en varias ocasiones.

Fenosa sostiene que en la reunión del día 11 sus representantes llevarán alternativas "trabajadas" y bien presentadas y que alguna de ellas debería convencer a los propietarios de los terrenos, "pero no vamos a adelantar acontecimientos". Preguntada la compañía sobre la posibilidad de paralizar o desistir del proyecto de la LAT O Irixo-Lalín, aduce que es una opción que no fue planteada. Dejar en punto muerto las obras supondría, según la empresa, volver a comenzar con un largo proceso e incluso con nuevas expropiaciones y por consiguiente otros afectados, además de insistir en que técnicamente solo se pueden ejecutar las alternativas ya conocidas. "Paralizar el proyecto sería malo para Lalín y para Deza, pues es una línea fundamental para la seguridad eléctrica de la comarca", recalcan desde Fenosa.