El incendio en el negocio de compra-venta de automóviles de Cambados del viernes por la noche empezó en uno de los vehículos afectados. En el siniestro ardieron por completo una Renault Kangoo y un Peugeot 207, y el fuego empezó en el primero de ellos. De ahí, se extendió al turismo, y posteriormente afectaron a otros dos vehículos, aunque en menor medida.

La Policía Judicial de la Guardia Civil ha abierto una investigación para intentar esclarecer el origen del incendio, y ha encargado un informe a los bomberos, que son quienes participaron en la extinción del fuego. Según fuentes consultadas, la hipótesis que se barajaba en un primer momento era que las causas del siniestro fuesen fortuitas, aunque es un aspecto que está pendiente de concretar.

El incendio se produjo en un negocio de compra-venta de automóviles situado en la recta de Corvillón, a mano derecha en sentido Cambados. El establecimiento consta de dos partes: un local de exposición, que es donde se encuentran los modelos de gama más alta; y un taller situado en la parte posterior de la propiedad. Fue en ese taller donde se produjo el incidente, y las instalaciones también se vieron bastante dañadas por el fuego o el humo.

Un vecino que pasaba por la zona sobre las 22.10 horas vio salir humo y llamó al 112 Galicia, que movilizó a los servicios de emergencias. También acudió al lugar el dueño del negocio, un vecino de Vilanova que lo abrió hace un año tras haber trabajado en varias empresas del sector de la automoción. El viernes contaba con una veintena de vehículos en el establecimiento, y logró sacar la mayoría antes de que se viesen afectados de una u otra forma por las llamas.

El emprendedor señala que por el momento no tiene una explicación sobre qué pudo suceder. Aduce que la furgoneta donde empezó el incendio estuvo parada durante todo el día -lo que descartaría un eventual sobrecalentamiento del motor-, y que hacía poco tiempo que los trabajadores se habían marchado a sus casas. Además, el negocio cuenta con sistema de alarmas y cámaras de seguridad.

Los bomberos señalan que las tareas de extinción fueron complejas, puesto que el 207 era de gasolina, y tenía el depósito lleno. Con el calor reventó, por lo que el combustible se desparramó por el suelo del taller, lo que propició que el fuego se propagase más rápido. El operativo se prolongó hasta pasadas las 1.30 horas de la madrugada, pues fue necesario refrigerar la zona, pues había demasiado calor, y comprobar si la estructura estaba dañada.