Aparte de su corta duración -tres horas y media-, el pleno de ayer en Vilagarcía registró otro hecho inédito: el gobierno formado por PP e IVIL votó a favor de una moción de Esquerda Unida que fue aprobada por unanimidad. Se trataba de una propuesta sobre Cuca. Así, toda la Corporación "insta a la empresa y al conjunto de administraciones a hacer cumplir la sentencia judicial" que obliga a Garavilla a reanudar la actividad en la fábrica de Vilaxoán. El alcalde fue más allá y dijo "tener interés y competencia en solicitar una reunión con la empresa para que nos aclare la situación". Además, también anunció que esta semana o como muy tarde la próxima convocará a los grupos de la oposición para reunir la comisión de seguimiento sobre el conflicto laboral de Cuca, un grupo de trabajo aprobado en el pleno de junio, hace siete meses, pero que jamás se constituyó.

El portavoz de Esquerda Unida, Juan Fajardo, reprochó al alcalde que "llega muy tarde" y le recordó que "no hizo nada" cuando los antidisturbios acudieron a la fábrica de Vilaxoán. El PSOE, por su parte, mencionó el apoyo del alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, en el conflicto de Clesa, estando al lado de las trabajadoras durante sus movilizaciones.

Fole hizo alusión a la carencia de competencias del Concello para que Garavilla ejecute la sentencia judicial. No obstante, admitió la "incertidumbre" que existe en la sociedad vilagarciana "cuando hay una sentencia que una empresa esquiva" y aclaró que Garavilla está pagando el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) por la factoría de Vilaxoán.

De forma simultánea a la celebración del pleno se estaba desarrollando una asamblea de trabajadoras de Cuca en el edificio sindical de Vilagarcía. Durante hora y media de reunión, las empleadas abordaron su situación y, sobre todo, las últimas noticias que han tenido por parte de la empresa y que no han dejado a nadie indiferente.

Garavilla entregó el viernes a las trabajadoras un escrito en el que comunica que a partir del 10 de febrero ficharán en la factoría de Vilaxoán para luego trasladarse en un autobús pagado por la empresa a la planta de O Grove. A la vuelta, el procedimiento sería el mismo: volver a fichar en Vilaxoán.

Desde Comisiones Obreras precisan que el traslado en bus se incluiría dentro de la jornada laboral de las operarias, por tanto estarían cubiertas en todo momento. No obstante, rechazan de plano "esta nueva burla a la justicia" por parte del grupo conservero. "Lo que tiene que hacer es cumplir la sentencia, que le obliga a reponer a las trabajadoras en su situación original, a pagarle la cotización del tiempo que estuvieron en paro y a cubrir los perjuicios, como por ejemplo el transporte que tuvieron que costearse o el cuidado de personas mayores que algunas tienen a su cargo", apunta Francisco Vilar, sindicalista de CC OO.

El comité de empresa envió ayer mismo un escrito al juzgado en el que solicita la ejecución de la sentencia sin más dilación por parte de la empresa. Este periódico intentó ayer ponerse en contacto sin éxito con la conservera.